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CASAS DE ADOBE: ESPACIOS Y USOS. CANTÓN DE ESCAZÚ. El adobe es una técnica de construcción en tierra que, tal y como la conocemos, se remonta al período colonial.
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CASAS DE ADOBE:ESPACIOS Y USOS CANTÓN DE ESCAZÚ
El adobe es una técnica de construcción en tierra que, tal y como la conocemos, se remonta al período colonial.
A partir de la mezcla pisoteada de un barro negro con cierto zacate, en un arduo y lento proceso que dura varias semanas, es posible la elaboración de bloques para levantar gruesas paredes.
Los repellos se hacen con el mismo barro y luego se aplica cal tratada, que hace las veces de pintura.
Sobre todo en contextos urbanos, actualmente se da la tendencia a repellar las casas de adobe con cemento, a fin de lograr mayor resistencia y duración de las paredes.
Los techos tradicionales son de teja de barro, cada vez más difícil de obtener en razón del desuso. Normalmente las casas carecían de cielo raso
En la mayoría de los casos, la cubierta de tejas ha sido sustituida por láminas de hierro galvanizado, en otros, hay una combinación de ambos materiales.
El enorme peso de las construcciones de adobe, acrecentado por el agua que absorben las tejas en época de lluvias, es soportado por un cimiento de grandes piedras, sobre las que se colocaban los bloques de barro.
El grosor de las paredes de adobe (30 cms o más), puede apreciarse en el umbral de las puertas y ventanas.
El uso de la madera es fundamental en la casa de adobes: marcos, puertas, ventanas, barandas, columnas, vigas, mobiliario.
La típica casa rural de adobes posee pocos aposentos y la sala es a la vez un dormitorio. Elementos comunes lo fueron el horno de barro y la carreta de bueyes. Nótese la ausencia de servicio sanitario dentro de la vivienda; el “excusado” se localiza en el patio. El ejemplo corresponde a Guachipelín de Escazú.
Un espacio importante en el ámbito rural lo constituye el corredor que, en buena medida sustituye a la sala. Es también el que posibilita la interacción social de sus habitantes en la comunidad El ejemplo corresponde a Bebedero de Escazú.
La casa rural de adobes se caracteriza por poseer un retiro que hace las veces de antejardín donde se cultivan plantas tanto ornamentales como medicinales. El corredor, por lo general, posee bancas de madera para el uso de sus habitantes y visitas.
Según el Arq. Manuel Gutiérrez, la ubicación típica de las casas rurales de adobe es perpendicular a los caminos. En Escazú es más común encontrar la fachada principal frente a éstos.
En el ámbito más urbano, la casa de adobes no posee retiro y generalmente ocupaba un “solar” o cuarto de manzana. Su emplazamiento es en forma de “L”, con corredor interno.
Esta es una planta típica de vivienda de adobes en un contexto urbano, según Gutiérrez. Se destaca la presencia del corredor interno, que genera luego un zaguán, debido a la ubicación en línea con la acera.
Una característica de las gruesas paredes de tierra en este tipo de viviendas es su capacidad térmica: mantienen el interior fresco durante el día y conservan el calor en las noches frías.
Los pocos y a la vez pequeños vanos de estas viviendas, propician ambientes de penumbra que contribuyen al frescor interno.
La casa de adobes devino en motivo artístico que inspiró a pintores como Fausto Pacheco o Teodorico Quirós, a mediados del siglo XX.
De ahí derivó en una especie de símbolo nacional no oficial y en tema para cientos de artistas populares y artesanos.
ESCAZÚ (“lugar de descanso”) fue el asiento de una antigua comunidad indígena huetar. A partir de 1711 ya existía en el lugar un oratorio, establecido por iniciativa de monseñor fray Benito Garret y Arloví, obispo de Nicaragua y Costa Rica.
ESCAZÚ se caracteriza por la vigencia de sus tradiciones populares ancestrales (leyendas, mascaradas, trapiches, boyeros, entre otras)
Como parte de la herencia cultural española y sobreviviendo a las regulaciones en la construcción costarricense, posteriores a 1910, las casas de adobe aun forman parte del paisaje tanto rural como urbano de Escazú.
Cabe señalar que se trata de un contexto sometido a profundos y acelerados cambios socio-económicos en las últimas décadas.
De tal manera que los vestigios de viviendas de adobe y su sustitución por otro tipo de construcciones, se puede apreciar todavía.
El deterioro, unido a escasas posibilidades de mantenimiento por parte de sus propietarios, también atenta contra la sobrevivencia de este tipo de construcciones.
Pero a la vez, el cambio de uso ha convertido antiguas casas de adobe o bahareque en establecimientos comerciales que perpetúan su existencia.
LA TROJA Aposento adosado a la casa donde se almacenaban los granos, leña, aperos y la carreta.
A pesar de los cambios socioeconómicos, es posible aun observar el uso de la troja en varios lugares como San Antonio de Escazú.
COCINA-COMEDOR La cocina de leña, cada vez más en desuso, forma parte de una de las áreas más importantes de la casa de adobes. Ésta corresponde a Escazú centro.
En la mayoría de los casos, el artefacto eléctrico es el utilizado, sobre todo en el sector urbano.
En este ejemplo en particular, la cocina y comedor son recintos separados por una abertura que facilita el traslado de alimentos. Lo común es que ambas funciones se realicen en el mismo sitio.
El mobiliario de la cocina incluye la mesa para tomar los alimentos. A la derecha, inserta en la gruesa pared de adobe, una alacena en que se guarda la loza.
EL HORNO Este elemento globular característico en las viviendas de adobe, es construido de barro y se sitúa aledaño a la cocina. Su principal uso es la elaboración de pan, bizcocho, tamal asado y otros alimentos.
El horno, cuyo combustible es la leña, se utiliza hoy en períodos especiales como Semana Santa o Navidad. En este ejemplo, se acompaña del barril para la preparación de chicha de maíz.
LA SALA Es un aposento a veces ausente en las casas rurales que poseen corredor. En sectores urbanos, es el lugar de recibo de las visitas, por ello da inmediatamente a la acera.
La separación de espacios internos no cuenta, en muchos casos, con puertas; en el ejemplo arriba, son sustituidas por cortinas ubicadas entre la sala y el dormitorio.
EL DORMITORIO Estos aposentos en las viviendas rurales son de pequeño tamaño. En casas urbanas, los hay espaciosos que permiten más de una cama.
El mobiliario, por lo general de madera, que aun se conserva en las casas de adobe, es por lo general antiguo.
EL CORREDOR Por lo común, propio de viviendas rurales, no está ausente en el distrito central de Escazú, tal como se ilustra abajo.
El corredor, además de cumplir su función social, es la fachada de la vivienda. De ahí que las plantas, mobiliario o trabajos en madera de las barandas, son notorios en muchos ejemplos.
El piso de tierra que tenían los corredores en las casas de adobe, ha sido cementado en la mayoría de los casos.
A escasas tres cuadras al sur de la iglesia de Escazú, se halla una vivienda esquinera en apariencia común, sin embargo es además de eso, un oratorio o capilla.