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Abrahán y Sara vivían en Ur (Irak), en el siglo XVIII aC. Eran ancianos, despreciados por no tener ni hijos ni tierra propia. Dios les prometió la bendición de tener hijos y tierra. Y ellos tuvieron fe en que Él es capaz de cumplir sus promesas.
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Abrahán y Sara vivían en Ur (Irak), en el siglo XVIII aC. Eran ancianos, despreciados por no tener ni hijos ni tierra propia. Dios les prometió la bendición de tener hijos y tierra. Y ellos tuvieron fe en que Él es capaz de cumplir sus promesas. Abrahány Sara Diseño: José L. Caravias sj.
Lo primero que pide este Dios nuevo es una confianza absoluta en que él es fiel cumplidor de sus promesas. A Abrahán y Sara les promete una descendencia numerosa, de la que se formará un pueblo bendecido. La única garantía que les da es su promesa. Pero les pide dejarlo todo y esperar.
Deja tu país, a los de tu raza y la familia de tu padre, y anda a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre, y tú serás una bendición.
No temas, Abrám:yo soy tu escudo protector. Tu recompensaserá muy grande.Gén 15,1
Mira las estrellas del cielo y la arena del mar…: más numerosa será tu descendenciaGén 15,5s Creyó Abrán a Yavé, y así se convirtió en hombre justo
Te daré a ti y a tu posteridad la tierra en la que andas como peregrinoGén 17,8 La tierra que ves, te la voy a dar para siempre Gén 13,15
Sara, tu esposa, te dará un hijo... La bendeciré de tal manera que pueblos y reyes saldrán de ella. Gén 17,19.16
¿Después de haber envejecido conoceré el placer con mi marido que es tan viejo? ¿Por qué te ríes? ¿Hay algo imposible para Yavé? 18,12.14
Se fiaron de su nuevo Dios, y él les bendijo, primero con familia y después con trabajo (tierra)
Él creyó y esperó contra toda esperanza… No vaciló en su fe, a pesar de que su cuerpo ya no podía dar vida y su esposa Sara no podía tener hijos. No vaciló, sin embargo, ni desconfió de la promesa de Dios, sino que cobró vigor en la fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que si él promete, tiene poder para cumplir. Y Dios tomó en cuenta esa fe para hacerlo santo.Rom 4,18-22
El Dios de Abrahán promete, acompaña, anima, forja en la fe y cumplesiempre. Saca a Abrahán de su mundo y le da una esperanza con sabor a vida nueva.