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LA DIALÉCTICA. Mtro . Leonardo Martínez delgado. Generalidades. La dialéctica es un estudio del razonamiento, entendido como la serie de conceptos encaminados a demostrar una cosa o persuadir oyentes o lectores.
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LA DIALÉCTICA Mtro. Leonardo Martínezdelgado
Generalidades • La dialéctica es un estudio del razonamiento, entendido como la serie de conceptos encaminados a demostrar una cosa o persuadir oyentes o lectores. • “el arte del diálogo y de la discusión, razonamiento que, al igual que un diálogo, contiene oposiciones y diversidad de pensamientos y se encamina hacia una síntesis, evolución de las cosas, mediante la oposición y la superación de la oposición.” • “El propósito de este estudio es encontrar un método a partir del cual podamos razonar sobre todo problema que se nos proponga, a partir de cosas plausibles…»
Aristóteles comenta: Es útil su estudio para tres cosas: para ejercitarse, ya que teniendo un método, podremos habérnoslas más fácilmente con lo que nos sea propuesto; para las conversaciones, porque, habiendo inventariado las opiniones de la mayoría, discutiremos con ellos, no a partir de pareceres ajenos, sino de los suyos propios; para los conocimientos en filosofía, porque, discerniremos más fácilmente lo verdadero y lo falso. Pero es además, útil para las cuestiones primordiales propias de cada conocimiento en cuestión.
Un problema dialéctico es la consideración de una cuestión, tendente, bien al deseo o al rechazo, bien a la verdad y el conocimiento, ya sea por sí misma, ya como instrumento para alguna otra cuestión de este tipo, acerca de la cual, o no se opina ni de una manera ni de otra o la mayoría opina de manera contraria; v.g.: el de si el placer es deseable o no, el del si el mundo es eterno o no. • Los instrumentos de la dialéctica, son los géneros en torno a los cuales y a partir de los cuales se dan los argumentos y se han de distinguir, primero, tomar las proposiciones; segundo, poder distinguir de cuántas maneras se dice cada cosa; tercero, encontrar las diferencias; cuarto, la observación de lo semejante.
La dialéctica como práctica social, consistía en la celebración de debates públicos, bajo la vigilancia de un arbitro, en que dos “discutidores” profesionales o aficionados, con fines instructivos o de mero entretenimiento, proceden a asumir, respectivamente los papeles de sostener e impugnar un juicio previamente establecido; el impugnador se esforzará, mediante preguntas lo más capciosas posibles, en probar, a partir de las propias respuestas del adversario, la afirmación de lo que el juicio previamente establecido negara; el sostenedor por su parte, responderá lo más cautamente posible a fin de no conceder nada de lo que pudiera desprenderse lo contradictorio de lo que sostiene. Ambos han de proceder de buena fe en esta competición, absteniéndose de recurrir a falacias.
El debate parte de un problema “algo que se arroja delante de alguien” es decir, “una cuestión planteada”, el problema es una interrogación disyuntiva del tipo: ¿es o no verdad que tal cosa es así? Sobre un tema, tópico u objeto controvertido, (pues de nada serviría si todos coinciden en la percepción del objeto a tratar), ahora bien la elección del tema es sólo el primer paso; inmediatamente después, el que responde asume, una de las posturas a tratar y defender, el resultado de ello es un juicio de los llamados proposición, dicha proposición afirmativa o negativa (no ya disyuntiva) sobre la base de ser controvertible, (puede incluso ser contrario a la opinión de la mayoría) en cuyo caso recibe la denominación de tesis.
Acto seguido el que pregunta acomete su tarea planteando al adversario una serie de cuestiones en forma, también, de proposiciones que, sin ser necesariamente verdaderas, cuenten a su favor con un cierto grado de credibilidad (aceptadas por la mayoría o por los sabios, o por los más prestigiosos de éstos), estas proposiciones han de ser tales que su concesión o su rechazo por el que responde las constituya en premisas (afirmativas o negativas) de un razonamiento (silogismo) que concluya o parezca concluir la contradicción de la proposición defendida que el que responde, con lo que éste sale derrotado del debate. Si, por el contrario, este resultado no se alcanza en un lapso de tiempo fijado previamente, la victoria corresponderá al que responde, éste, por cierto no tiene por qué limitarse al pasivo papel de asentir o disentir ante las preguntas del otro, sino que puede salir al paso de ellas con objeciones que obliguen al contrincante a reformular la pregunta o sustituirla por otra.
No obstante el papel activo le toca al que pregunta, a él se le pide el esfuerzo mental más grande, pues ha de concebir en todos sus detalles la estrategia ofensiva con la que acorralar al adversario hasta hacerle abdicar de su tesis, previendo a partir de cada pregunta, las consecuencias que podrían derivarse de su propia respuesta, con el fin de evitar de verse refutado. • Ahora bien, el mecanismo de que se valdrá el que pregunta para construir sus razonamientos, es precisamente latópica, que son los lugares, una proposición, un esquema proposicional, cuyas variables están representadas en forma pronominales (esto, tal, esto,. . .) que permite rellenarlo con los términos de las proposiciones debatidas,
En el razonamiento dialéctico pese a que se parte de proposiciones plausibles (o aparentemente plausibles: erísticos o sofísticos) no necesariamente verdaderas, se pueden incluir razonamientos formales. • Los elementos fundamentales del método dialéctico son: • 1) Los argumentos surgen de las proposiciones. • Un ejemplo que comenta Aristóteles, sería ¿Acaso animal pedestre bípedo es la definición de hombre?, al decir lo anterior, se abre un tema a tratar, una proposición; pero todavía no sería un problema o cuestión, en cambio si se dice: El animal pedestre bípedo ¿es la definición de hombre o no?, cambia el modo de presentar el tema, en esta ocasión nos invita a tomar una postura, en defensa o en oposición a dicha cuestión. Y a partir de que afirme o niegue dicha cuestión se inicia el método dialéctico y el diálogo.
2) Los razonamientos versan sobre problemas; • 3) Toda proposición y todo problema indican un género, propio, accidente, o una definción. • 4) Se procede a una división sumaria de proposiciones y razonamientos para después incorporarlas según corresponda a cada uno de los cuatro predicables antes referidos (género, propio,definición o accidente);
5) Precisar los argumentos idénticos (entre los dialogantes) a fin de excluirlos del debate, o bien, distinguir, si esa identidad es parcial, ya por su número, por la especie o por el género, o que se trate de una identidad aparente porque se le designe con el mismo nombre (pero cada dialogante tenga diversa idea), esto es, encontrar las semejanzas y diferencias en los razonamientos; • 6) La construcción argumentativa, a través de la comprobación, e inducción, así como verificar que todo lo que se predica de algo, sea intercambiable en la predicación o no.
7) Precisar o seleccionar, las proposiciones y problemas dialécticas, respecto a las que no lo sean, (pues no todas las proposiciones y problemas, son dialécticas) esto es, las dialécticas son aquellas (proposiciones y problemas) que ofrezcan alguna dificultad-contrariedad (o debate) y que además sean plausibles y verosímiles o en relación a cosas que sean muy amplias y que no haya argumentos bien definidos (i.e. sobre los elementos de la teoría de la argumentación jurídica); y,
8) Establecer la tesis (juicio paradójico), como resultado del proceso anterior, que no sea posible contradecir, Aristóteles da el siguiente ejemplo: como dijo Heráclito, “que todo se mueve”. Por otra parte, la tesis también es un problema (pero no todo problema, que ni tengamos alguna opinión de ella) sino que es necesario que la mayoría discrepen de ella y otros tantos la acepten. Entonces se inicia el proceso dialéctico en tres fases: tesis, antiesis y síntesis, desarrollando el proceso metodológico antes visto en cada una de dichas etapas. (i.e. Tesis, la tierra es plana, antitesis, la tierra es redonda, síntesis, la tierra es ovalada…)
Es fácil advertir, que este proceso dialéctico de tesis, antitesis y de síntesis, claramente lo practicamos los operadores jurídicos en un proceso judicial, en el que la parte actora a través de su demanda presenta la tesis, (acción de prescripción de un inmueble), la parte demandada expone sus defensas y excepciones al contestar la misma en la antitesis, (objeta que no acredita justo titulo, no demuestra la posesión continua…) y la resolución del juzgador en la sentencia de primer instancia constituye la síntesis; entonces, la parte actora apela la resolución y la síntesis (sentencia primera instancia) se transforma en tesis, y la apelación en antitesis, y la resolución en segunda instancia la síntesis, y contra esta cabe el juicio de amparo, entonces la resolución de segunda instancia que es la síntesis se transforma en tesis… y así sucesivamente.
Las reglas que rigen la dialéctica son esencialmente normas de comportamiento: gobiernan la conducta de los participantes en el juego dialéctico: qué tipos de actos del lenguaje pueden efectuarse, cuando, cómo, donde, de que modo, en qué ocasión, qué cargas de la argumentación se asumen, etc. Y dicho control de las reglas del comportamiento pueden confiarse a un juez o a un árbitro, con competencia para decidir cuándo se ha infringido una de ellas. Esto es, en al dialéctica, lo que importa no son los productos de la argumentación, sino los procedimientos argumentativos y las normas que gobiernan y dirigen el ejercicio de los papeles de defensor u oponente.
En la argumentación dialéctica existe la oportunidad de examinar los pros y contra de una situación, de una tesis, avanzando en forma de espiral; la contradicción (y la negación) juegan un papel central en la dialéctica, ya que una de las partes se esfuerza por mantener su tesis realizando actos del lenguaje que no le lleven a incurrir en contradicción, mientras que el papel del oponente es precisamente el de buscar la contradicción del adversario (si lo logra el será el vencedor del debate).
Son cuatro fases o estadios que son: confrontación, apertura, argumentación y conclusión. En el estadio de confrontación, un usuario del lenguaje avanza un punto de vista sobre el cual surge una duda: la existencia de una discrepancia es lo que genera el dialogo. En el estadio de apertura se toma la decisión de embarcarse en una discusión, se especifica el tipo de dialogo que tendrá lugar y, en su caso, las reglas de procedimiento a seguir. En el de argumentación se presentan y evalúan los argumentos y contraargumentos de cada parte. Y el estadio de conclusión o cierre tiene lugar cuando se ha alcanzado la finalidad del diálogo o cuando los participantes están de acuerdo de poner fin al mismo.
Tipos de diálogo • Se han distinguido ocho tipos de diálogo que caracteriza según cuál sea la situación inicial en que se encuentran los participantes, el método que utiliza y el fin perseguido, que son: • 1. Diálogo en riñas o disputas personales: la situación inicial es un conflicto emocional en el que cada parte recurre al ataque personal con el objetivo de dañar a otra. • 2. Debate forense: se arranca también de una contraposición entre partes, cada una de las cuales está dispuesta a usar de todos los medios a su alcance para lograr la victoria, el objetivo último de la controversia es el de persuadir al tercero (juez/árbitro).
3. La discusión crítica o el diálogo racional: se origina por una diferencia de opinión sobre cualquier cuestión teórica o práctica, el objetivo es la persuasión del otro, utilizando pruebas que puedan ser internas o externas (internas se obtienen de lo que el otro participante ha concedido; y, las externas suponen apelar a lo que está fuera del discurso, como la opinión de expertos). • 4. En la investigación: la posición inicial se caracteriza por la insuficiencia de conocimiento o información sobre alguna realidad; y el método a seguir consiste por ello en una argumentación basada en conocimiento (no en la posición adoptada por las partes enfrentadas) y de carácter cooperativo, usualmente son las que un fiscal realiza en un proceso penal.
5. En una negociación: Se origina por un conflicto de intereses, el objetivo (de cada parte) es obtener una ganancia personal y el método consiste en regatear para alcanzar acuerdos (hacerse concesiones). Quieren conjugar el verbo ganar-ganar. • 6. En la búsqueda de información: Una parte trata de obtener información que la otra posee (como la que tiene lugar cuando se examina aun testigo), y el método consiste por ello en interrogar hábilmente; el procedimiento no es cooperativo lo cual es la distinción del investigativo.
7. Dialogo de incitación a la acción: esto es, cuando se trata de lograr que otro lleve a cabo una acción recurriendo a órdenes o a otro tipo de procedimientos; y, • 8. Diálogo educativo: Consiste en que una parte (el maestro) pretende transmitir conocimientos a la otra parte (alumnos). • Cada uno de los diálogos anteriores, obedecen a reglas distintas, esto es, se trata de juegos lingüísticos distintos, se ha de resaltar el diálogo crítico o racional, que es el que representa la racionalidad dialéctica.
Van Eemeren y RobGrootendorst • I. Ningún hablante debe impedir a otro tomar su propia posición, positiva o negativa, con respecto a los puntos o tesis en discusión. • II. Quien sostenga una tesis, está obligado a defenderla y responder de ella cuando su interlocutor se lo demande. • III. La crítica de una tesis debe versar sobre la tesis realmente sostenida por el interlocutor. • IV. Una tesis sólo puede defenderse con argumentos referidos justamente a ella.
V. Todo interlocutor puede verse obligado a reconocer sus supuestos p premisas tácticas y las implicaciones implícitas en su posición, debidamente explicitadas, así como verse obligado a responder de ellas. • VI. Debe considerarse que una tesis o una posición ha sido defendida de modo concluyente si su defensa ha consistido en argumentos derivados de un punto de partida común. • VII. Debe considerarse que una tesis o una posición ha sido defendida de modo concluyente si su defensa ha consistido en argumentos correctos o resultantes de la oportuna aplicación de esquemas o pautas de argumentación comúnmente admitidas.
VIII. Los argumentos (deductivos) utilizados en el curso de la discusión deben ser válidos o convalidables mediante la explicitación de todas las premisas tácitas co-determinantes de la conclusión. • IX. El fracaso en la defensa de una tesis debe llevar al proponente a retractarse de ella y, por el contrario, el éxito en su defensa debe llevar al oponente a retirar sus dudas acerca de la tesis en cuestión. • X. Las proposiciones no deben ser vagas e incomprensibles, ni los enunciados deben ser confusos o ambiguos, sino ser objeto de la interpretación más precisa.
Ahora bien, cada regla tiene aplicación en una o en varias fases de la discusión antes señaladas (confrontación, apertura, argumentación y conclusión). Además que cada una de las reglas anteriores tienen por fin asegurar el juego limpio de la dialéctica, la pertinencia de las alegaciones o de los argumentos a favor o en contra, así como la suficiencia y la efectividad de la argumentación para resolver la cuestión o llevar a un buen fin el debate.
Robert Alexy • Ningún hablante puede contradecirse. • Todo hablante sólo puede afirmar aquello que él mismo cree. • Todo hablante que aplique un predicado F a un objeto A debe estar dispuesto a aplicar F también cualquier otro objeto igual a Aen todos los aspectos relevantes. • Todo hablante sólo puede utilizar aquellos juicios de valor y de deber que afirmaría, así mismo, en todas las situaciones en las que afirmare que son iguales en todos los aspectos relevantes. • Distintos hablantes no pueden usar la misma expresión con distintos significados.
Las reglas de razón • Todo hablante debe, cuando se le pide, fundamentar lo que afirma, a no ser que pueda dar razones que justifiquen el rechazar una fundamentación. • Quien pueda hablar puede tomar parte en el discurso. • Todos pueden problematizar cualquier aserción. • Todos pueden introducir cualquier aserción en el discurso. • Todos pueden expresar sus opiniones, deseos y necesidades.
Las reglas de carga de la argumentación • Quien pretende tratar a una persona A de manera distinta que a una persona B esta obligado a fundamentarlo. • Quien ataca una proposición o una norma que no es objeto de la discusión debe dar una razón para ello. • Quien ha aducido un argumento solo esta obligado a dar mas argumentos en casos de contra argumentos. • Quien introduce en el recurso una afirmación o manifestación sobre sus opiniones, deseos o necesidades que no se refiera como argumento a una anterior manifestación, tiene si se le pide, que fundamentar por que introdujo esa afirmación o manifestación.
Las reglas de fundamentación • Quien afirma una proposición normativa que presupone una regla para la satisfacción de los intereses de otras personas, debe poder aceptar las consecuencias de dicha regla también en el caso hipotético de que él se encontrara en la situación de aquellas personas. • Las consecuencias de cada regla para la satisfacción de los intereses de cada uno deben poder ser aceptadas por todos. • Toda regla debe poder enseñarse en forma abierta y general. • Las reglas morales que sirven de base a las concepciones morales del hablante deben poder pasar la prueba de su génesis histórico-crítica. Una regla moral no pasa semejante prueba:
Si aunque originalmente se pudiera justificar racionalmente, sin embargo ha perdido después su justificación, o • Si originalmente no se puede justificar racionalmente y no se pueden aducir tampoco nuevas razones que sean suficientes. • Las reglas morales que sirven de base a las concepciones morales del habitante deben poder pasar la prueba de su formación histórica individual. Una regla no pasa semejante prueba si se ha establecido solo sobre la base de condiciones de socialización no justificables. • Hay que respetar los límites de realizabilidad realmente dados.
Reglas generales • a) Para la fundamentación de una decisión jurídica debe aducirse por lo menos una norma universal. • b) La decisión jurídica debe seguirse lógicamente al menos de una norma universal, junto con otras proposiciones. • c) Siempre que exista duda sobre si a es un T o un M, hay que aducir una regla que decida la cuestión. • d) Son necesarios los pasos de desarrollo que permitan formular expresiones cuya aplicación al caso en cuestión no sea ya discutible. • e) Hay que articular el mayor número posible de pasos de desarrollo.
Refutación dialéctica: • La refutación es la argumentación que tiene por objeto destruir la tesis del contrario ya por virtud de las pruebas o por los argumentos que se emplean; es importante saber como refutar un argumento pues en una discusión, una polémica o un debate se puede debilitar la postura del opositor señalando fundadamente porque no es fuerte y concluyente su afirmación. • Se distingue entre refutación y objeción, la primera pretende concluir el diálogo, la segunda apela a la respuesta, es decir a la continuación del diálogo.
Se puede refutar la tesis o la pretensión del contrario ya sea porque no está bien planteada o porque no es viable su demostración, también sucede que la pretensión no sea creíble. Cuando se ataca el fundamento de la argumentación, se deriva de que la ley no es aplicable al caso, o porque se ha realizado una incorrecta interpretación de una disposición, o también porque se invoca una tesis de jurisprudencia que nada tiene que ver con las cuestiones planteadas, y las definiciones que se emplean no son las adecuadas. Igualmente se pueden refutar las pruebas del contrario, ya sea de manera general por no ser pertinentes, necesarias, útiles e idóneas para demostrar la pretensión o bien en forma particular cada una de ellas.
Cuando se refuta la argumentación del contrario si se ha empleado un razonamiento inductivo se debe demostrar que la primera afirmación en la que descansa la inducción no es evidente, sino que está sujeta a discusión, ya sea porque los términos utilizados pro el adversarios son impropios o contradictorios, o porque la afirmación va en contra de la equidad o de las buenas costumbres; también se pueden contradecir los ejemplos o analogías utilizados en virtud de que no hay similitud o que es solo aparente, y si no es posible destruir las premisas se ataca a la conclusión para mostrar que es inaplicable a la causa o que es irrelevante.
Es importante que quien refuta los argumentos indique las causas de la impugnación, y así por ejemplo: dirá que el argumento de su contrario es falso por qué aparenta serlo y no corresponde con la realidad o con las pruebas, demasiado general, si está sin determinar el caso concreto, muy común, si su calidad es inferior a la que se pretende, superficial, si es poco profundo o frívolo, forzado, si esta metido a la fuerza, de mala definición, si no define con claridad y precisión lo que es algo; controvertible cuando se discute la pretensión y se pueden dar razones en contra, contradictorio cuando se contradice con otro argumento; inconsciente cuando es falto de cohesión o resistencia.
Refutar la tesis del contrario porque es incoherente con los hechos objetivos, sea porque las premisas o razones esgrimidas son sencillamente falsas. • Atacar directamente el fundamento de la tesis y demostramos que no es verdadera, porque, probamos que los fundamentos de la afirmación son falsos, admitimos los fundamentos pero negamos que se deduce la afirmación esto es, la consecuencia. • Confutar la tesis del contrario porque presenta el argumento contradicciones internas ya sea cuando una de sus premisas contradice la conclusión o cuando las premisas se contradicen ente sí. • Reclamar al contrario pruebas o razones adicionales que sustenten sus premisas y conclusiones.
Impugnar la tesis del contrario porque se demuestra que es una generalización con excepciones conocidas y por ende inaceptable, soslayando los hechos, evadiendo los hechos o distorsionando los hechos. • Contraargumentar, o sea, usando las mismas premisas del adversario, llegamos a una conclusión diferente. • Atacar las estadísticas, se puede atacar porque sus datos o informaciones son falsas, o porque son correctas pero incorrectamente interpretadas ya sea porque la muestra no sea representativa. • Refutar las valoraciones porque no corresponden con la gravedad del hecho, ya que es igual, superior o inferior.
Refutar la clasificación, se refuta porque el caso no encaja o porque encaja en más de un lugar a que se refiere el opositor de la clasificación. • Objetar la definición, se puede señalar que no es la común o que el opositor esta planteando un argumento circular. • Confutar las analogías, se puede atacar señalando que en los casos supuestamente análogos hay marcadas diferencias, o que hay falacias en las semejanzas.
vicios y errores más comunes en las refutaciones • a) Cuando se refuta la pretensión del contrario es un error hacerlo con profundidad en las partes que no se desarrollaron, porque esto despierta el interés y al contrario robustece la argumentación en las cuestiones que no se habían considerado; • b) Otro error o vicio que se debe evitar en la refutación es parecer incomodo frente al argumento que se debe combatir, pues una refutación laboriosa suscita la desconfianza; y, • c) Evitar ser groseros, irrespetuosos, ofensivos, temerosos, nerviosos o burlescos.
estrategias del debate argumentativo • a) Cuando se haga una concesión siempre deberá ir acompañado de una restricción, que cada una de las concesiones vaya siempre acompañada de alguna restricción y no desperdiciar ninguna concesión del adversario, arreglarla a conveniencia y volverla en el mayor beneficio para nosotros; • b) Estrategia de ampliación, consiste en llevar la afirmación del adversario más allá de sus limites naturales, interpretarla en su sentido más amplio y exagerarla, en cambio se debe restringir la afirmación propia al sentido más reducido;
c) Se puede reconocer alguna buena cualidad en el discurso del adversario, pero se debe negar la consecuencia que saca del mismo pasaje cuyo elogio se haga; • d) No afirmar nada de lo que no está en capacidad de probar; • e) Objetar las presuposiciones o creencias básicas en que se fundamentan las premisas presentadas; • f) Señalar posiciones anteriores del oponente que contradigan las actuales; • g) encontrar absurdos, es decir, demostrar que si se aceptan los puntos de vista del oponente se entra en franca contradicción con hechos, creencias o valores bien establecidos o aceptados pro la mayoría;
h) Si el adversario responde de manera negativa a las preguntas cuya respuesta afirmativa podría confirmar la tesis, entonces se debe preguntar lo contrario, como si buscase su aprobación, o al menos poner ambas a elección, de forma que no advierta cual de ellas se quiere afirmar; e • i) Se puede aceptar la afirmación del adversario, y manifestar que si es verdadera no cambia en nada la cuestión y demostrar en seguida que es falsa.