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Análisis de planificación energética 2.005 – 2.010. Octubre 2.005. - Perspectiva mundial. - Perspectiva española. perspectiva mundial.
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Análisis de planificación energética 2.005 – 2.010 Octubre 2.005
- Perspectiva mundial - Perspectiva española
El pilar base en la futura política económica energética de Occidente es, sin duda, la generación nuclear, presentándose el carbón como recurso histórico, el mas conocido y explotado. Técnicamente, es el que con mas facilidad se acopla a las alteraciones propias de la demanda eléctrica diaria. Sin embargo, el Gas como recurso de generación eléctrica, supone una aplicación técnica económicamente absurda. Su utilización se ha debido mas a razones políticas que técnicas, al mal planteado “limpio”del equilibrio sostenible. Situar a desconocidos en este área estratégica es dificultar el futuro y ensombrecer los fatigosos avances logrados. La energía, ha supuesto un parámetro básico en la concepción de los problemas mundiales de abastecimiento en los últimos 200 años. La aceleración del consumo de los recursos energéticos en el desarrollo global, desde el inicio de la revolución industrial, y su posterior estructura mundial (sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX), nos hace reflexionar respecto al futuro : Los países desarrollados consumen el 50% de los recursos energéticos mundiales. Intentar equilibrar un avance eficiente de energía asumible a los actuales procesos productivos, es fundamental para no alejar las diferentes áreas mundiales entre si. Inevitablemente, el grueso de la energía consumida debe buscarse en el recurso Nuclear, con la esperanza de lograr aplicaciones eficientes en el entorno del año 2.040 al 2.050 en la obtención de la fusión nuclear con carácter de generación eléctrica industrializada.
El carbón, como combustible de generación eléctrica, se ha incrementado en todo el mundo (6,9%) a excepción de Australia. El gas, a excepción de Estados Unidos, ha supuesto un incremento de consumo. El petróleo sigue siendo un combustible de referencia. Veremos si la asimilación de los fuertes incrementos del año 2.005 son compatibles con los consumos de las grandes áreas. China y sus notorios incrementos de energía primaria, es el verdadero revulsivo mundial de la economía en estos inicios del siglo XXI. Deberíamos reflexionar respecto al carbón, ya que como fuente histórica eficaz de la generación eléctrica, no podemos dejarla de lado, tanto a nivel nacional (al ritmo actual de explotación, quedan reservas como para mínimo 10 – 15 años), como de mercados internacionales (150 – 250 años) Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
El petróleo representa en su conjunto un 37% del consumo de energía primaria, el gas un 24%, y el carbón un 26%, muy equilibrado con el gas. La aportación de este último a la generación eléctrica, como energía primaria, es difícilmente equiparable al carbón, tal y como observamos por la utilización del carbón en los países de China (68%), India (54%), Taiwan (37%) Australia (43%), Polonia (64%), Alemania (26%), Dinamarca (29%) y Estados Unidos (25%). La fuerte dependencia del petróleo es sumamente preocupante, pues son economías con difíciles alternativas. Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
Según las reservas, y de acuerdo con los consumos mundiales actuales, podemos calcular la vida remanente de estos recursos en : Petróleo : 40 – 50 años Gas Natural : 50 – 60 años Carbón : 150 – 250 años Con arreglo a estos periodos, debemos seguir considerando el carbón como combustible de apoyo a futuro. Petróleo : Miles de millones de toneladas Gas : Billones de BCM Carbón Millones de toneladas Otros carbones : China e India, 198.896 Mill de Tons. Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
Los principales países, mundialmente dominantes, siguen manteniendo su equilibrio de cobertura en cuanto a la diversificación en los recursos energéticos, y a sus posibilidades de elección, existiendo casos en los que la posesión de determinados recursos, generaciones los hace asimétricos ejemplo China respecto al carbón (67%), la UE 15 con el 18,1% de energía nuclear etc., a nivel mundial el equilibrio es aún mayor, intentando todos los países lograr una máxima elasticidad dentro de la diversificación energética. Otras energías : Nuclear e hidráulica Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
Existe una inducción en los precios del gas respecto al combustible básico actual, el petróleo, posiblemente debido a los circuitos socioeconómicos de actuación. Sin embargo, el carbón marca una diferencia sustancial económica en su utilización. Variación porcentual en el periodo citado Precio en $ US Precios CIF Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
La posición de los Estados Unidos en cuanto al control de mercados geográficos energéticos es dominante, por tanto sería conveniente una reflexión en la política exterior española en cuanto al mercado energético. El posicionamiento de China (31% en carbón) se debe a sus propias reservas y su área de influencia en el eje Asia – Pacífico. Fuente : BP, Statistical Review, 2.004 / UNESA
Desde hace 25 años, el sector eléctrico español ha ido perdiendo su sentido estratégico y su visión del horizonte a corto, medio y largo plazo. Curiosamente, en paralelo a la liberación del sector, encontrándose actualmente en una encrucijada de difícil solución nacional y de muy fácil “digestión” eléctrica por parte de los grandes ententes de la Unión Europea (EDF, RWE, ENEL etc...) Estamos viviendo de las rentas de las décadas de los setenta y ochenta. El incremento del consumo neto de la energía eléctrica en España desde 1.990 al año 2.005 se ha duplicado. Sin embargo, nuestro parque de generación energética se ha envejecido al no renovarse a un ritmo adecuado (del 5% al 10% anual). El sector eléctrico ha sido “drenado” económicamente. La situación actual del sector eléctrico español es lamentable, suponiendo una mayor simpleza el tándem crudo – gas (Repsol – Gas Natural) respecto a la compra de Endesa. El sector de la construcción (ACS) se suma a la agitación sectorial con la compra del 22% de Unión Fenosa. Partiendo de la base de la casi nula existencia de recursos fósiles energéticos en suelo español. Añadiendo a esta situación la pertinaz persistencia política de los acuerdos del Protocolo de Kioto, a un precio que España no puede, ni debe pagar. Las asimetrías políticas actualmente existentes están incidiendo negativamente en los planteamientos económicos españoles (Iberdrola no es la primera empresa vasca, ni Endesa debe convertirse en el primer ente industrial catalán).
El plan encargado por la actual administración y realizado de espaldas al sector eléctrico, con la vista fija en Kioto, es un plan de muy débil consistencia energética. El gas como recurso de futuro es de un equilibrio inestable pero sostenido, por ser un combustible medio limpio, en un país que no lo produce, y con una balanza exterior energética preocupante, ya que la mas mínima alteración política mundial nos situaría en una posición lamentable. El increible incremento de las energías renovables en el país de mas bajo índice de su entorno en Investigación + Desarrollo + innovación supone una actitud ridícula. La realidad sin ningún tipo de oscuridad, sitúa el kw eléctrico de gas en el entorno de las antiguas 20 pts./Kw (12 céntimos de €), y el kw eléctrico renovable en el entorno mínimo de las 25 pts a 30 pts./Kw (15 – 18 céntimos de €)
Mix (%) de generación eléctrica española propuesto por el plan 2.005 – 2.010 en el año 2.010 con una potencia (MW) instalada de 42.494 y una producción (Gwh) de 102.259 42,7% Gas + 12,6% Nuclear + 10,3% Carbón +10,1% Eólica + 8,2% Hidráulica + 3,7% Fuel – gasoil + 3,2% Biomasa + 1,1% R.S.U. + 1,2% Biogás + 1,1% Solar termoeléctrica + 5,8% Resto = 100%
Para cumplir los objetivos del mix propuesto deberíamos haber iniciado hace ya una década un muy intensivo plan de I+D en energías renovables, y disponer en la actualidad de una serie de prototipos preparados para su aplicación industrial (i). De lo contrario, las tecnologías incipientes de alto coste de inversión, como de operación y mantenimiento, podrían presentar una eficiencia, en su rendimiento, de bajo valor, alterando así muy negativamente los planes previstos de incorporación de oferta energética al mercado eléctrico. La cuantificación tan firme y decisoria respecto al gas natural (42,7%) como combustible “semi limpio”, de incorporación al alza en el mix de generación, debe estar relacionado con algunos “parámetros desconocidos”, ya que si el precio de la termia producida por gas continúa al alza en los próximos 3 años, difícilmente podrá quemarse gas para producir kilowatios eléctricos, ya que su valor resultará prohibitivo para este sector(1). Lo mas preocupante del futuro eléctrico español es la “volatilidad” de los dos tercios de la futura generación eléctrica que podría llevar, incluso, a la desaparición del sector eléctrico español. Es de suma importancia la realización de un Plan Estratégico Nacional Eléctrico. (1)Sirva como ejemplo la crisis del petróleo 1.973
Los redactores del Plan han considerado varios escenarios posibles en atención al contexto energético general, de sus perspectivas de evolución, de las posibilidades de desarrollo de cada área, y del objetivo global sobre el consumo de energías renovables. De acuerdo con el contexto energético más probable, el llamado escenario “Tendencial”, los objetivos del Plan de Energías Renovables 2005-2010 apuntan a que el 12,1% del consumo de energía primaria en el año 2010 sea abastecido por las energías renovables, además de una producción eléctrica con estas fuentes del 30,3% del consumo bruto de electricidad y un consumo de bio-carburantes del 5,83% sobre el consumo de gasolina y gasóleo para el transporte en ese mismo año.
Observaciones al plan 2.005 – 2.010 : - La futura generación eléctrica renovable, estimada en 102.259 Gwh para el año 2.010 representa los dos tercios de la generación actual. 155.000 Gwh en explotación, estimación totalmente imaginaria. - La generación eléctrica prevista con gas natural, en su tecnología de ciclos combinados (vida útil de las instalaciones entorno a los 10 años); se estima en 192.000 Gwh, siendo el soporte básico de la nueva línea de generación eléctrica; cualquier análisis a futuro sobre el precio de la termia de gas, anula la implantación de la producción eléctrica basada en el gas natural. - Quedan de lado cualquier ampliación, construcción, generación etc., basados en los recursos de carbón y nuclear. - El periodo de tiempo considerado en el Plan 2.005 – 2.010 es demasiado corto para su implantación en un sector como el eléctrico, donde el corto plazo es de 5 a 10 años, el medio plazo de 10 a 20 años, y el largo plazo coincide con la finalización de las instalaciones generadoras energéticas. Los cambios tecnológicos deben de sucederse una vez probada su eficiencia, muy lentamente, para evitar la mas mínima alteración de la estructura distribuidora a la diversa demanda del mercado nacional, la elevación de costes de generación son directamente proporcionales a la aceleración tecnológica de implantación. - La disminución de la futura demanda eléctrica en función de la eficiencia en futuras construcciones urbanas sería un tema muy importante considerar, hasta ahora la llamada “construcción inteligente” es intensiva en consumo eléctrico.
- Los consumos eléctricos industriales, las iluminaciones nocturnas, la actualización de transformadores, líneas, en general redes de distribución, etc., deberían aumentar su eficiencia de ahorro energético - El ahorro energético es una necesidad socioeconómica que la sociedad española debe asumir urgentemente. - Las características del sector eléctrico inducen a una notable expansión de las unidades generadoras de recursos socioeconómicos, moviéndose en el intervalo de 1 unidad invertida – 50 unidades inducidas (directas e indirectas), las características del sector son muy dinámicas y bien planificadas y ofrecen un empleo sostenido importante en la línea industrial de bienes de equipo. - La visión de un Plan está en función de su amplitud y distancia en el tiempo, cualquier otra apreciación nos llevaría a la alteración de un sector base en la estructura social de un país, asumiendo riesgos innecesarios.