1 / 8

“Edades”

“Edades”. Miguel-A. 153 seg. (Juanito Segarra). Aunque algunos, en ocasiones, jugamos a creadores, la cabeza y las posibilidades de formación que han influido en ella, no dan mucho de sí. Como el diablo, que cuando no tiene qué hacer, espanta moscas con el rabo, manipulamos creaciones ajenas.

semah
Download Presentation

“Edades”

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. “Edades” Miguel-A. 153 seg. (Juanito Segarra)

  2. Aunque algunos, en ocasiones, jugamos a creadores, la cabeza y las posibilidades de formación que han influido en ella, no dan mucho de sí. Como el diablo, que cuando no tiene qué hacer, espanta moscas con el rabo, manipulamos creaciones ajenas. En origen esto (se dice) era un cuento indio. ¡Qué chorrada... si está ambientado en nuestro mundo occidental! ¡Cada cual que obre como quiera! Y por lo que ya no paso, es por las cadenas de reenvío. ¡Envíese a quien apetezca enviarlo, pero sin bendiciones ni amenazas! ¿Es humor o es serio? ¡¿Ah, pero es seria la vida?! ¿O se ha de cantar, para no oír llorar al corazón? ¿Dónde está la barrera que separa lo uno de lo otro?.

  3. Mi amigo abrió el cajón de la mesita de noche de su mujer, y sacó un paquetito envuelto en un papel blanco. - Éste -me dijo-, no es un simple paquete. Es ropa interior. Tiró el papel del envoltorio, y observó la preciosa seda del conjunto. Mi esposa lo compró la primera vez que fuimos a Nueva York. Nunca lo usó. Lo guardaba para una ocasión especial. ¡Creo que ésta es la ocasión adecuada!.

  4. Se acercó a la cama, y puso el conjunto al lado de la ropa que llevaría a la funeraria. Su esposa acababa de morir hacía una horas. Luego me miró, y me dijo: - Nunca guardes nada para una ocasión especial. ¡Cada día que vives es una ocasión especial!.

  5. Aún recuerdo cómo me han cambiado la vida estas palabras: Ahora leo más, y limpio menos. Me siento en la terraza, y observo el panorama sin prestar atención a los hierbajos del jardín. Paso más tiempo con mi familia y mis amigos, y menos trabajando. He comprendido que la vida es un conjunto de experiencias para gozar, no para sobrevivir. No guardo nada. Uso lo mejor cada día... cuando me apetece. Las frases “un día...” y “uno de estos días...” han desaparecido de mi vocabulario. Si merece la pena hacerlo ahora... ¿por qué esperar?.

  6. No sé lo que hubiera hecho la mujer de mi amigo, de haber sabido que no iba a estar aquí mañana. Creo que habría llamado a sus familiares y sus amigos más íntimos... a lo mejor hasta hubiera llamado a viejos amigos para disculparse por viejas peleas. Me gustaría pensar que habría ido a un restaurante chino... su preferido. Son estas pequeñas cosas, no hechas, las que me molestarían si supiera que tengo las horas contadas.

  7. Me sentiría molesto, porque dejaría de ver a los amigos... que tenía intención de ver “uno de estos días”. Molesto, por no poder escribir esas cartas que tenía intención de escribir “algún día”. Molesto y triste, por no haber dicho a mis hermanos y a mis hijos cuánto les quiero.

  8. Ahora intento no guardar nada que pueda añadir alegría a nuestras vidas. Cada día, me digo a mi mismo que éste es un día especial. ¡Cada día, cada hora, cada minuto, es especial!. Si quieres enviar este archivo, o decir algo a alguna persona, no lo dejes para “uno de estos días”. Recuerda que ese día puede estar muy lejos... o, tal vez, pudiera ser que no llegue nunca.

More Related