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CARACTERIZACIÓN DE LA CIUDAD VENEZOLANA. Marco Negrón Noviembre de 2005. TRES PREJUICIOS EN LA LECTURA DEL ESPACIO VENEZOLANO. Las interpretaciones de la ocupación del espacio venezolano en la segunda mitad del siglo XX han estado basadas sobre tres prejuicios fundamentales:
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CARACTERIZACIÓN DE LA CIUDAD VENEZOLANA Marco Negrón Noviembre de 2005
TRES PREJUICIOS EN LA LECTURA DEL ESPACIO VENEZOLANO • Las interpretaciones de la ocupación del espacio venezolano en la segunda mitad del siglo XX han estado basadas sobre tres prejuicios fundamentales: • El potencial de desarrollo del país ha sido mermado si no anulado por el surgimiento de grandes aglomeraciones urbanas succionadoras del potencial de las aglomeraciones menores y el medio rural. Entre esas grandes aglomeraciones destaca la macrocefálica A. M. de Caracas, cuyo crecimiento se debe frenar y si posible revertir. • La localización de las grandes aglomeraciones (áreas metropolitanas de Caracas, Maracaibo, Valencia, Maracay y Barquisimeto) sobre el arco norte-costero es irracional y crea una situación de fuertes desequilibrios territoriales. • Esa situación puede ser revertida radicalmente por el voluntarismo estatal, lo que por lo regular se expresa en el establecimiento de políticas de subsidios y exenciones impositivas a las “buenas localizaciones” y penalizaciones a la “malas”.
LAS BASES CONCEPTUALES DE ESA LECTURA • La tesis del colonialismo interno o de la explotación de la “periferia” por el “centro”. • Una interpretación a-histórica de los fenómenos de urbanización según la cual, en los países “no industrializados” o “insuficientemente industrializados”, las ciudades serían organizaciones improductivas y generadoras de marginalidad (la “urbanización demográfica”). • La confianza en las virtudes de la planificación centralizada y, en contrapartida, la desconfianza en la descentralización y la participación ciudadana.
LA NECESIDAD DE UN ENFOQUE NO CONVENCIONAL • Ese enfoque debe ser confrontado con una lectura no convencional del territorio venezolano: • Debe reconocerse la ausencia de ocupación física significativa sobre una buena mitad del territorio venezolano (las tierras al sur del Orinoco). • No es posible hablar de colonialismo interno en una economía que desde la década de 1930 ha sido dinamizada por una renta (petrolera) captada en los mercados externos. • No es cierto que el A.M. de Caracas configure un caso de “macrocefalia” urbana, como tampoco que esto sea un problema en sí. • Es un error asimilar la marginalidad “ecológica” presente en todas nuestras ciudades con marginalidad social o económica. Los índices de desempleo más bajos de todo el país corresponden precisamente al A.M. de Caracas, que genera entre el 18 y el 19 por ciento del PIB nacional pero tiene el mayor volumen de “marginales”. • Particularmente en un contexto dominado por la globalización y la nueva industrialización parece evidente que no puede haber desarrollo en ausencia de grandes aglomeraciones urbanas.
LA REALIDAD ACTUAL DE LAS CIUDADES VENEZOLANAS • Venezuela es hoy un país de ciudades y de metrópolis. De acuerdo al Censo de 1990, para ese año el 67 % de la población vivía en 31 áreas metropolitanas mayores de 100.000 habitantes y el 28 % en las 3 mayores de 1.000.000; para el 2000 se estima que las mayores de 100.000 habitantes deberían ser 33 con el 68 % de la población nacional y las mayores de 1.000.000 alcanzarían a 5 con el 37 %. • Las venezolanas son ciudades nuevas: en 1936 la población total de Venezuela era igual a la estimada del A.M. de Caracas para 2000; sólo catorce ciudades, con el 19,4 % de la población nacional, superaban entonces los 10.000 habitantes y apenas dos los 100.000: Caracas con 258.000 y Maracaibo con 110.000; entre ambas reunían apenas el 11 % de la población nacional. Entre 1936 y 1990 Caracas multiplicó su población 11,6 veces, Maracaibo 11,4, Valencia 24,9, Maracay 28,8, Barquisimeto 22,2; incluso ciudades de tamaño mucho menor y normalmente calificadas como “provincianas” han tenido incrementos espectaculares en el mismo lapso: Mérida 21,3 veces, Valera 19,2 veces, Barinas 20,2 veces (esta última entre 1950 y 1990).
La distribución de los asentamientos humanos venezolanos sobre el territorio revela la existencia de un sistema de ciudades equilibrado y que lo cubre de manera satisfactoria, si bien es necesario reconocer una mejor cobertura en la sección occidental del país que en la oriental. • La marginalidad “ecológica” es un problema mayor de todas las ciudades venezolanas, alcanzando máxima complejidad en aquellas que presentan topografías más accidentadas. Ella se expresa en la insuficiencia de servicios urbanos básicos y las dificultades para su dotación, densidades excesivamente altas, segregación física del resto de la ciudad e inseguridad en todos sus aspectos, mientras que su causa fundamental está asociada a actuaciones urbanísticas erradas. • Esas áreas están pobladas por ciudadanos que en su inmensa mayoría han revelado una enorme inventiva y tenacidad para lograr un lugar en la aglomeración urbana y progresar dentro de ella pese a las adversas condiciones que han debido y deben enfrentar; su participación es esencial a la hora de formular soluciones.
EL MITO DE LA MACROCEFALIA URBANA Y DEL TAMAÑO EXCESIVO DE LAS CIUDADESVENEZOLANAS
POBLACIÓN DE LAS CIUDADES DE AMÉRICA LATINA EN LA DÉCADA DE LOS NOVENTA