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La Alameda de los Descalzos 1611-2011

La Alameda de los Descalzos 1611-2011. Lic. Eduardo Vásquez Relyz. Historia.

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La Alameda de los Descalzos 1611-2011

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  1. La Alameda de los Descalzos 1611-2011 Lic. Eduardo Vásquez Relyz

  2. Historia Trazada en 1611 bajo el gobierno del virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros, con el propósito de crear un paseo para la creciente ciudad de Lima y, al mismo tiempo, unir el barrio de San Lázaro con la entonces alejada Recolección Franciscana de Nuestra Señora de los Ángeles (convento de Los Descalzos) de quien tomaría su nombre. Se trazó con tres calles, ocho hileras de árboles y tres fuentes de piedra. La Alameda de los Descalzos se renovó en 1770 bajo gobierno del virrey Manuel de Amat, sembrándose árboles y especies florales.

  3. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  4. El aspecto actual de la Alameda procede de la reforma ordenada por el presidente Ramón Castilla en 1856, durante su segundo gobierno, obras dirigidas por don Felipe Barreda y que conllevaron un costo de 120,000 pesos, incluyendo los 50,000 pesos de las estatuas. Se circundó la calle central con una verja de hierro importada desde Inglaterra de aproximadamente 1,000 metros de largo total, se instalaron la estatuas de mármol de Carrara talladas en el taller de Adamo Tadolini, que representan los signos del zodiaco, se colocaron los jarrones de hierro fundido, así como farolas de alumbrado a gas y bancas de mármol.

  5. Fotografía antigua de la Alameda de los Descalzos. Se observa el paseo tal como quedó luego de la reforma de tiempos del presidente Ramón Castilla.

  6. Flora Anónimo, mediados del siglo XIX. Primera escultura de los pilares de la portada. Flora era la diosa de las flores y los jardines, originalmente se trataba de una ninfa que fue divinizada por los griegos con el nombre de Cloris. En esta escultura se la representa portando ramos de flores en las manos. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  7. Diana o amazona. Anónimo, mediados del siglo XIX. Esta segunda escultura del ingreso a la Alameda se ha identificado tradicionalmente con Diana, diosa de la caza, hija de Júpiter y de Latona; sin embargo, su iconografía nos remite a las representaciones de las amazonas. Porta arco y lleva la mano derecha hacia la espalda como sacando una flecha del carcaj, a la vez que expone desnuda la mama derecha. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  8. Cronos Anónimo, mediados del siglo XIX. Esta tercera escultura del ingreso a la Alameda se la identifica con Cronos, padre de Zeus y dios del tiempo; el reloj de arena, su atributo, se encuentra junto al pie derecho del personaje. El aparente bastón sujetado por la mano derecha podría ser una guadaña que ha perdido la hoja. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  9. Zeus / Júpiter Anónimo, mediados del siglo XIX. Supremo dios del Olimpo, hijo del titán Cronos y de Gea, su atributo, el rayo, es portado en esta representación en la mano derecha del personaje. Viste amplia túnica que le envuelve el cuerpo llegando hasta los pies, lo que otorga a la escultura esa cualidad de solidez, incluso pesadez, sólo aligerada por los múltiples pliegues tallados. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  10. Ceres Anónimo, mediados del siglo XIX. La quinta escultura del ingreso representa a Ceres o Deméter, hija de Cronos y de Cibeles. Diosa protectora de la agricultura, su atributo es el trigo de lo que, como gavilla, esta representación porta sobre el hombro izquierdo. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  11. Hebe Anónimo, mediados del siglo XIX. Esta última escultura de los pilares del ingreso se la identifica con Hebe, diosa de la juventud, hija de Júpiter y Juno. Fue escanciadora del néctar de los dioses hasta que en este oficio la reemplazó Ganímedes. En esta escultura se la representa como una joven doncella que viste el peplos griego y lleva en sus manos la jarra y la copa de su función de escanciadora. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  12. Escudo nacional Anónimo, segunda mitad del siglo XIX. Relieve en metal representando el escudo nacional, complementado con haces de banderas y trompetas. Una filacteria bajo el escudo lleva la siguiente inscripción: REPUBLICA PERUANA. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  13. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Reja perimetral. Reja de hierro fundido de manufactura inglesa, ejemplo de la producción masiva de la Revolución Industrial del siglo XIX. Se recurre a los elementos clásicos para la decoración: puntas de lanza, palmetas, volutas y florones.

  14. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Perspectiva del jardín izquierdo de la Alameda. Al fondo, la iglesia de santa Liberata. Se observan los jarrones o cráteras y los faroles que flanquean el paseo central.

  15. Escorpio. F. Baini, 1855. Se representa a este signo como un joven doncel, vestido con corta túnica y coronado de flores. Sujeta un manto en actitud de colocárselo, tal vez en relación a la época del año de fines del otoño a la que pertenece este signo (en el hemisferio norte) y porta en su mano derecha un ramo de flores. El escorpión que identifica al signo se puede observar, muy maltratado, subiendo por el tronco a los pies de la escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  16. Virgo. G. Benaglia, 1857. El presente signo es representado como un hombre en la madurez de su vida. Vestido con una capa que le cubre completamente el cuerpo y con la mirada hacia el infinito, recuerda las representaciones de los filósofos de la antigüedad. Tanto la capa que envuelve y oculta al cuerpo como el libro cerrado que porta en su mano izquierda, pueden ser interpretados como signos de la virginidad. El símbolo de este signo, la doncella o virgen, puede ser visto en la tapa del libro. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  17. Sagitario. Giuseppe Luchetti, 1855. Un efebo con el torso desnudo y vestido con capa de múltiples y finos pliegues, representa a este signo. Porta en un rebozo de la túnica flores y frutos entre los que se pueden reconocer algo que parece ser una mazorca de maíz y un ají, tal vez una concesión al gusto exotista del romanticismo. El emblema de este signo, el centauro arquero, puede ser visto en el rebozo que porta las flores y frutos. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  18. Piscis. Scipione Ugo, 1854. Se representa a este signo como un joven semidesnudo en marcado contraposto. Esta es una de las esculturas más dañadas de la serie, habiendo perdido la mano derecha. Es notable el contraste de texturas entre la lisa piel del efebo y los pliegues de la túnica anudada a la cadera. El símbolo de este signo, los peces, pueden verse al pie de la escultura, vecinos a unas plantas de cactus, elemento exótico propio de la visión romántica de América. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  19. Tauro. Anónimo, ca 1855.. Este signo es representado como un hombre joven vestido con una clámide, coronado con pámpanos y racimos de uvas, al tiempo que porta una copa en su mano derecha. El giro de la cabeza y la flexión de la pierna izquierda que se apoya sobre el toro emblemático del signo, dan a esta escultura un gran movimiento y calidad plástica, y nos manifiestan a un escultor de altas cualidades y buen oficio. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  20. Aries V. Gajassi, 1857. El presente signo es representado por un joven guerrero con armadura completa y en actitud de envainar o desenvainar su espada. Esta alegoría es la que más se aleja de la temática de filiación clacisista de la serie escultórica del zodiaco, y nos remite a las representaciones heroicas del arte italiano Quatrocenttista. El carnero, símbolo de este signo zodiacal, se encuentra en el peto de la armadura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  21. Libra. V. Gajassi, 1857. Esta escultura es la más enigmática de la serie, pues carece del emblema del signo, la balanza; aunque es posible que lo haya tenido en el disco, actualmente roto, de la diadema. La representación de este joven semidesnudo, apoyado sobre el tronco de sostén en una actitud despreocupada y apenas cubierto con un manto, otorgan un gran efecto de sensualidad y erotismo a esta escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  22. Capricornio Anónimo, ca 1855. Un joven de belleza apolínea, con el torso desnudo y en marcado contraposto, representa al signo de Capricornio. La hermosa cabeza de abundantes cabellos va tocada por una corona de flores y hojas, mientras que la mano izquierda, que se adelanta hacia el espectador, porta un cuenco. La cabra mitológica que identifica a este signo es evidente a los pies de la escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  23. Acuario Anónimo, ca 1855. El presente signo se representa por un joven igualmente semidesnudo, en actitud reclinada hacia su lado derecho. Un haz de cañas detrás de las piernas sirve de refuerzo estructural a la talla a la vez que nos remite a un medio acuático, lo mismo que el cántaro volcado a los pies de la efigie. Sorprende el tamaño de la cabeza, aparentemente desproporcionada con el resto de la escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  24. Géminis. Altini, ca 1855. Quizá una de las más bellas esculturas del conjunto. Este noble efebo de belleza hercúlea y pose heroica, nos remite a la estatuaria helenística, fundamentalmente a los retratos de Alejandro Magno, como podemos apreciar en la cabeza de cabellera leonina y acusado pathos en la expresión. Va ceñido por una corona de hojas de roble, árbol consagrado a Zeus, mismo árbol del cual es el tronco de apoyo donde se observa el delicado detalle de un retoño. El emblema de los gemelos míticos se puede ver en el orbe sobre el tronco, sobre el cual descansa el antebrazo izquierdo de la escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  25. Leo. • Bisetti, 1855. • Este signo correspondiente a agosto, mes • estival en el hemisferio norte, es idealizado • como un joven igualmente semidesnudo, en • actitud de verter el líquido de un ánfora • clásica, lo que podría confundirnos con una • representación del signo de Acuario si no • fuera por la presencia del relieve con el león • ubicado en la parte anterior de la escultura. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  26. Cáncer Ferdinando Andrei di Carrara, 1855. Este signo, correspondiente al primer mes del verano boreal o del invierno austral, se representa como un joven labrador que porta una herramienta agrícola, ya parcialmente desaparecida. Al igual que los signos de Piscis y Sagitario, presenta un elemento exótico para la tradición escultórica clásica italiana: mazorcas de maíz en el costalillo detrás de la pierna derecha de la escultura; al pie del cual se puede apreciar el cangrejo, elemento identificador de esta escultura como el signo de Cáncer. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  27. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles – Convento de los Descalzos. Fundado en el siglo XVI como recolección franciscana a las afueras de la ciudad, fue remodelado y engrandecido en los siglos virreinales con la misma austeridad de sus orígenes. Destacan sus numerosos claustros, la capilla del Carmen y su riquísima pinacoteca.

  28. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Iglesia de Nuestra Señora del Patrocinio. Iglesia y beaterio anexo fundados en 1688, en un área de la Alameda asociada a la vida de san Juan Macias y habitada por beatas recogidas bajo la regla dominica. Este pequeño templo es uno de los mejores ejemplos de la escuela de arquitectura de Lima para iglesias menores, destaca su portada del barroco limeño y el juego de volúmenes interiores y exteriores. En el presbiterio posee un retablo-baldaquino neoclásico.

  29. Iglesia de santa Liberata. Esta iglesia se edificó en el lugar donde fueron encontradas las hostias robadas en 30 de enero de 1711 de la iglesia de El Sagrario. Su construcción concluyó en 1716 por donación del virrey-obispo Diego Ladrón de Guevara. En su interior se conserva un importante conjunto de retablos neoclásicos, entre los que destaca el retablo-baldaquino del altar mayor, el cual cobija el suelo donde fueron halladas las Sagradas Formas en 1711. Foto: Eduardo Vásquez Relyz

  30. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Casa de vecindad. Vivienda multifamiliar, posiblemente del siglo XIX, aunque con antecedentes más antiguos. Presenta un balcón abierto de antepecho que sirve de galería para el acceso a los cuartos del segundo piso. Edificaciones como esta fueron muy comunes y dieron su carácter popular a los barrios de Lima.

  31. Foto: Eduardo Vásquez Relyz Conjunto residencial “Chabuca Granda”. José García Bryce, arquitecto. 1985. Edificio multifamiliar que reinterpreta con lenguaje contemporáneo la arquitectura tradicional limeña. Es muy característico el gran volumen saliente del tercer piso, a manera de balcón de cajón esquinero. Fue una de las más acertadas y respetuosas intervenciones modernas en un centro histórico.

  32. Estado actual El estado actual de la Alameda de los Descalzos es deplorable: las bancas de mármol han desaparecido, la verja muestra pérdida de partes, las esculturas se observan mutiladas y salvajemente pintarrajeadas, amén de los jarrones de hierro muchos de ellos perdidos y de los jardines que lucen descuidados y carentes de los numerosos árboles que antaño adornaron a este paseo tan limeño y tradicional. El robo permanente, el vandalismo de personas no identificadas con su ciudad e historia y el absoluto desprecio de las autoridades municipales y nacionales por el patrimonio artístico e histórico, han provocado el deterioro de este monumento, cuya puesta en valor y recuperación integral es una tarea urgente para evitar la pérdida total de este patrimonio de nuestra ciudad.

  33. Lic. Eduardo Vásquez Relyz, historiador de arte .

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