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MISION EN LA TIERRA, 1

MISION EN LA TIERRA, 1. Ad gentes divinitus 2 : “La Iglesia peregrina es, por su natu- raleza, misionera , pues toma su origen de la misión del Hijo y de la misión del Espíritu Santo , según el propósito de Dios Padre ”. El fin salvífico universal que Cristo dio a la

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MISION EN LA TIERRA, 1

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  1. MISION EN LA TIERRA, 1 Ad gentes divinitus 2: “La Iglesia peregrina es, por su natu- raleza, misionera, pues toma su origen de la misión del Hijo y de la misión del Espíritu Santo, según el propósito de Dios Padre”. El fin salvífico universal que Cristo dio a la Iglesia visible marca toda su razón de ser, naturaleza, constitución jerárquica, organi- zación y actividad. Lumen gentium 5: La Iglesia ha recibido “la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios, e instaurarlo en todos los pue- blos”.

  2. MISION EN LA TIERRA, 2 La misión de la Iglesia contiene en sí un triple encargo u oficio, y la Iglesia posee las potestades anejas: 1 - al oficio de enseñar, o ministerio profético, le corresponde la potestad de magisterio; - al oficio de santificar, o ministerio sacerdotal, la de orden; - al oficio de gobernar, o ministerio pastoral, la de régimen o jurisdicción. 2 Juan Pablo II, carta Novo incipiente 3, 8.IV.1979: “conviene hablar más bien de una triple dimensión del servi- cio y de la misión de Cristo que de tres funciones distintas”.

  3. MISION EN LA TIERRA, 3 La misión dada por Cristo alcanza al entero Pueblode Dios: tanto a los miembros de la jerarquía como a los demás fieles cristianos, cualquiera que sea su condición. Apostolicam actuositatem 2: “Hay en la Iglesia diversidad de ministerios, pero unidad de misión”. Todos los fieles, cada uno a su modo y desde el lugar que ocupan, han de contribuir a llevar a cabo la misión que Cristo dio a su Iglesia.

  4. MISION EN LA TIERRA, 4 MISION DE LA JERARQUIA, 1 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 1 Más directa referencia evangélica a la misiónmagisterial de la jerarquía de la Iglesia = Mc 16, 15: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”. Han de interpretarse en el mismo sentido: Lc 10, 16: “Quien a vosotros escucha, a Mí me escucha, y quien a vosotros rechaza, a Mí me rechaza; y el que me rechaza a Mí, re- chaza a quien me envió”; Jn 16, 14: el Espíritu Santo “tomará de lo mío y os lo dará a conocer”; Jn 14, 26: “os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Cristo quiere que el Evangelio esté presente siempre en la Iglesia mediante un magisterio vivo y entero.

  5. MISION EN LA TIERRA, 5 MISION DE LA JERARQUIA, 2 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 2 A Los miembros de la jerarquía “tienen como primer deber el anunciar a todos el Evangelio de Dios” (Presbyterorum ordinis 4), del cual “son los maestros auténticos, es decir, los que están dotados de la autoridad de Cristo” (Lumen gentium 25). B “Evangelio de Dios” = tesoro completo de doctrina salva- dora que Cristo ha dejado a la Iglesia = “Depósito de la Fe”, o “de la Revelación”. Se contiene en la Sagrada Es- critura y en la Tradición.

  6. MISION EN LA TIERRA, 6 MISION DE LA JERARQUIA, 3 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 3 Con la asistencia del Espíritu Santo, la función del Magisterio de la Iglesia consiste en custo- diar, profundizar, exponer y difundir la verdad revelada en la Sagrada Escritura y en la Tradición. Corresponde al Magisterio: - interpretar y predicar auténticamente la Palabra de Dios; - proclamar los principios morales, incluidos los referentes al orden social; - dar su juicio sobre cualquier asunto humano, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas.

  7. MISION EN LA TIERRA, 7 MISION DE LA JERARQUIA, 4 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 4 Tipos de Magisterio: 1. Magisterio extraordinario: el que realiza en forma o modo solem- ne tanto el Romano Pontífice cuando habla “ex cathedra” (= como supremo Pastor y Doctor de la Iglesia), como el Colegio Episcopal reunido en concilio ecuménico y siempre en unión con su Cabeza. 2. Magisterio ordinario: el ejercido cotidianamente por el Papa y por los obispos en comunión con él, cuando enseñan acerca de las verdades cristianas y sus implicaciones prácticas.

  8. MISION EN LA TIERRA, 8 MISION DE LA JERARQUIA, 5 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 5 Infalibilidad, 1 La infalibilidad significa imposibilidad de fallo, error o engaño. Es una prerrogativa concedida por Dios a la Iglesia por la que ésta no puede equivocarse en la custodia y expo- sición de la doctrina revelada. La infalibilidad deriva directa y claramente de la intención de Jesucristo de conferir su propia autoridad a las enseñan- zas de los Apóstoles y de sus sucesores, así como de la asis- tencia constante del Espíritu Santo a la Iglesia.

  9. MISION EN LA TIERRA, 9 MISION DE LA JERARQUIA, 6 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 6 Infalibilidad, 2 Se distingue dos aspectos de la infalibilidad: - infalibilidad “in credendo”: reside en el conjunto de los miembros de la Iglesia. Lumen gentium 12: “la totalidad de los fieles no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar se manifiesta mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo cuando, desde los obispos hasta los últimos fieles laicos, presta su consentimiento universal en las cosas de fe y costumbres”. - infalibilidad “in docendo”: propia del Magisterio, o ejercido por el Papa, o por el Colegio episcopal unido al Papa, cuando se cumplen determinadas condiciones.

  10. MISION EN LA TIERRA, 10 MISION DE LA JERARQUIA, 7 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 7 Infalibilidad, 3 1 Verdades definidas por el Magisterio extraordinario o el ordinario y universal: - como divinamente reveladas (de fe divina y católica) => Infalibilidad. - asentimiento: fe firme. Se funda directamente sobre la fe en la autoridad de la palabra de Dios. - negación: herejía.

  11. MISION EN LA TIERRA, 11 MISION DE LA JERARQUIA, 8 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 8 Infalibilidad, 4 2 Verdades definidas por el Magisterio extraordinario o el ordinario y universal: - como doctrina propuesta de modo definitivo = verdades conectadas con la Revelación: + por necesidad lógica (pueden llegar a dogma de fe), o + por necesidad histórica (no pueden llegar a dogma de fe) => infalibilidad. - asentimiento: firme y definitivo. Se funda sobre la fe en la asistencia del Espíritu Santo al Magisterio y sobre la doc- trina católica de la infalibilidad del Magisterio. - negación: rechazo de la verdad de la doctrina católica => no en plena comunión con la Iglesia católica.

  12. MISION EN LA TIERRA, 12 MISION DE LA JERARQUIA, 9 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 9 Infalibilidad, 5 2 Ejemplos de = verdades conectadas con la revelación: A. por necesidad lógica: antes de Vaticano I, la infalibilidad del Papa; ordenación sólo de hombres (carta apost. Ordinatio sacerdo- talis 4, 22.05.1994); eutanasia; ilicitud de la prostitución; ilici- tud de la fornicación. B. por necesidad histórica: legitimidad de la elección del Sumo Pontífice o de la celebración de un concilio ecuménico; canonización de los santos; declaración de León XIII en la carta apostólica Apos- tolicae curae sobre la invalidez de las ordenaciones anglicanas, etc..

  13. MISION EN LA TIERRA, 13 MISION DE LA JERARQUIA, 10 Potestad de magisterio - oficio de enseñar, 10 Infalibilidad, 6 3 Verdades expuestas por el Romano Pontífice o el Colegio de los obispos: - como expresiones auténticas del Magisterio ordinario sin intención de proclamarlas con un acto definitivo => no infalibilidad. - asentimiento: religioso asentimiento de voluntad y en- tendimiento. Exigen un grado de adhesión diferenciado según la naturaleza de los documentos o por el tenor de las expresiones verbales. - negación: proposición errónea o temeraria o peligrosa.

  14. MISION EN LA TIERRA, 14 MISION DE LA JERARQUIA, 11 Potestad de orden - oficio de santificar, 1 Juan Pablo II, Carta ap. Mulieris dignitatem 27 (15.08. 1988): “La Iglesia posee una estructura jerárquica ordenada totalmen- te a la santidad de los miembros del Cuerpo místico de Cristo”. A la potestad de orden se subordinan y tienden las otras dos potestades y oficios, por ser la que hace referencia directa a la dispensación de la gracia, necesaria para alcanzar la san- tificación. En sentido temporal, enseñar es el primer deber de la jerar- quía, PERO en grado de importancia, de acuerdo con la finalidad propia de la Iglesia, lo es santificar.

  15. MISION EN LA TIERRA, 15 MISION DE LA JERARQUIA, 12 Potestad de orden - oficio de santificar, 2 La sagrada Liturgia constituye el medio más eminente con el que la Iglesia cumple su función santificadora. En segundo lugar se cuentan también las oraciones y las obras de penitencia y de caridad. Los miembros de la jerarquía ejercen el oficio de santificar sobre todo al confeccionar los sacramen- tos y administrarlos a los fieles, más especialmente al celebrar la Eucaristía, que “contiene todo el bien espiritual de la Iglesia” (Presbyterorum ordinis 5).

  16. MISION EN LA TIERRA, 16 MISION DE LA JERARQUIA, 13 Potestad de orden - oficio de santificar, 3 Por la potestad de orden: Obispos: 1. consagrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Misa 2. conferir el sacramento del Orden y de la Confirmación 3. regular en su diócesis la disciplina sacramental, que incluye la concesión a los presbíteros de facultades para confesar. Presbíteros: 1. Santa Misa 2. administración del Bautismo, Penitencia y Unción de enfermos, asistencia y bendición Matrimonio 3. dispensar algunos sacramentales. Diáconos: 1. administrar el Bautismo 2. reservar y distribuir la Eucaristía 3. asistir y bendecir el Matrimonio 4. presidir el rito de los funerales y de la sepultura.

  17. MISION EN LA TIERRA, 17 MISION DE LA JERARQUIA, 14 Potestad de régimen - oficio de gobernar, 1 Fundamento doctrinal del gobierno en la Iglesia = promesa a San Pedro y colectivamente a los demás apóstoles del poder de “atar y desatar”. Lumen gentium 8: “la Iglesia, establecida y organizada en la tierra como una sociedad,... (es) gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él”.

  18. MISION EN LA TIERRA, 18 MISION DE LA JERARQUIA, 15 Potestad de régimen - oficio de gobernar, 2 El Romano Pontífice es siempre el Pastor supremo de la Iglesia. Unas de las funcio- nes gubernativas que en virtud de su cargo le competen en exclusiva son: - nombrar libremente, o al menos con- firmar, a los obispos; - convocar, presidir, aprobar o disolver los concilios ecuménicos; - promulgar las leyes generales de la Iglesia; - ser sumo juez para todo el orbe católico; - ser administrador supremo de todos los bienes eclesiásticos.

  19. MISION EN LA TIERRA, 19 MISION DE LA JERARQUIA, 16 Potestad de régimen - oficio de gobernar, 3 - Los obispos rigen como vicarios y legados de Cristo las Iglesias particulares que les han sido encomendadas, siempre en comunión con el Papa y bajo su autoridad. - En su ámbito de jurisdicción, tienen funciones de gobierno análogas a las del Romano Pontífice. - Ejercen personalmente la potestad legislativa, pero pueden delegar conforme a derecho en algunos Vicarios la ejecutiva y la judicial..

  20. MISION EN LA TIERRA, 20 MISION DE LA JERARQUIA, 17 Potestad de régimen - oficio de gobernar,4 Hay personas e instituciones que ayudan al Papa en el ejercicio ordinario del gobierno de la Iglesia universal, y que actúan en su nombre y con su autoridad. Son los Cardenales, obispos, presbíteros y laicos que poseen competencias en los diversos organismos de la Curia romana. A ellos se suman el Sínodo de Obispos y los Nuncios Apostólicos. En cada diócesis, ayudan al obispo en su potestad de régimen per- sonas e instituciones de la Curia diocesana (con vicarios y cargos ejecutivos y judiciales), de las parroquias, del sínodo diocesano, de los varios consejos y colegios, de los arciprestazgos, etc...

  21. MISION EN LA TIERRA, 21 Lumen gentium 31: “Con el nombre de laicos se desig- nan aquí todos los fieles cris- tianos, a excepción de los miembros del ordensagrado y los del estadoreligioso aprobado por la Iglesia”.

  22. MISION EN LA TIERRA, 22 Características de los laicos segúnVaticano II: Lumen gentium 31: “El carácter secular es propio y peculiar de los laicos... A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el Reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios. Vi- ven en el siglo, es decir, en todos y cada uno de los deberes y ocupa- ciones del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llamados por Dios para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espíritu evangélico, contribuyan a la santificación del mundo desde dentro, a modo de fermento. Y así manifiesten a Cristo ante los demás”.

  23. MISION EN LA TIERRA, 23 Elementos que distinguen a los fieles laicos, según Vaticano II: 1 Ser llamados por Dios a vivir en el mundo: no simple presencia física, sino presencia vital, de compromiso y de inserción en el orden temporal. 2 Santificar el mundodesde dentro: Christifideles laici 16 (Juan Pablo II, exhort. apost., 30.12.1988): “Todos en la Iglesia, precisamente por ser miembros de Ella, reciben y comparten la común vocación a la santidad”. “Santificar el mundo desde dentro” especifica el deber común de santidad. 3 Gestionarlos asuntos temporales: modo de contribuir a la santidad y al apostolado de la Iglesia = acción libre y respon- sable en el seno de las estructuras temporales. Virtudes a vivir en la profesión, la familia, las relaciones sociales, etc...

  24. MISION EN LA TIERRA, 24 MISION DE LOS LAICOS, 1 La contribución a la misión de la Iglesia es un derecho-deber radicado en el bautismo, que los laicos han de realizar preci- samente en el mundo y desde el mundo. A Al hablar de la participación de los laicos en la misión de la Iglesia, no cabe expresarse en términos de potestades, por- que sólo los ministros sagrados poseen la “sacra potestas” para actuar en el nombre y con la autoridad de Cristo, en vir- tud del sacramento del Orden. Es preciso expresarse en tér- minos de oficios, encargos y deberes. B C Los laicos participan, con pleno derecho, en la misión que Cristo ha querido asignarles en la Iglesia, sólo conforme a su condición secular, y en comunión con la jerarquía.

  25. MISION EN LA TIERRA, 25 MISION DE LOS LAICOS, 2 Oficio de santificar, 1 Cierto que corresponde a los laicos “una parte propia en la función de santificar, participando activamente, según su mo- do propio, en las celebraciones litúrgi- cas y especialmente en la Eucaristía” (CIC 835, 4). Pero ni los actos litúrgi- cos, ni las oraciones y obras de caridad y de penitencia, son válidos por sí solos para que los laicos cumplan su oficio santificador. Necesitan unir su esfuerzo en las tareas seculares con los canales divinos de santificación.

  26. MISION EN LA TIERRA, 26 MISION DE LOS LAICOS, 3 Oficio de santificar, 2 Basándose en el sacerdocio común de los fieles, el Concilio Vaticano II (Lumen gentium 34) habla así de los laicos: “todas sus obras, oraciones e iniciativas apos- tólicas, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso espiritual y corporal, si son hechos en el Espíritu, e incluso las mis- mas pruebas de la vida si se sobrellevan pa- cientemente, se convierten en sacrificios es- pirituales, aceptables a Dios por Jesucristo, que en la celebración de la Eucaristía se ofre- cen con toda piedad al Padre junto con la oblación del Cuerpo del Señor. De este modo, también los laicos... consagran el mundo mismo a Dios”.

  27. MISION EN LA TIERRA, 27 MISION DE LOS LAICOS, 4 Oficio de enseñar, 1 El apostolado recorre los tres oficios de los laicos, pero más en especial el de enseñar. Consiste en acoger el Evangelio y darlo a conocer a los demás. En esto consiste la función profética de los laicos. Es decir: 1. adquirir la mejor formación posible en la doctrina católica, 2. hacer que la luz de la fe y de la moral cristianas resplandez- can en sus obras y decisiones, 3. “trabajar para que el mensaje divino de salvación sea cono- cido y aceptado en todas partes” (Apostolicam actuositatem 3).

  28. MISION EN LA TIERRA, 28 MISION DE LOS LAICOS, 5 Oficio de enseñar, 2 El apostolado es un derecho-deber de todos los laicos, enraiza- do en el Bautismo y en la Confirmación, y en particular en las circunstancias en que sólo por medio de ellos pueden los hom- bres oír el Evangelio y conocer a Jesucristo. Hay muchos modos de poner en práctica este derecho-deber: conversación privada, enseñanza, catequesis, escritura, medios de comunicación, etc., y su lugar abarca todo el ámbito de la sociedad civil: lugar de trabajo, hogar familiar, etc..

  29. MISION EN LA TIERRA, 29 MISION DE LOS LAICOS, 6 Oficio de enseñar, 3 El deber de hacer apostolado de los laicos no se limita a un testimonio callado. Condición primera de todo apostolado es siempre el ejemplo, la coherencia cristiana o unidad de vida personal, pero que avala con eficacia lo que se enseña. Beato Josemaría Escrivá (Es Cristo que pasa 122): “para el cristiano, el apostolado resulta connatural; no es algo añadido, yuxtapuesto, externo a su actividad diaria, a su ocupación profesional”.

  30. MISION EN LA TIERRA, 30 MISION DE LOS LAICOS, 7 Oficio de regir Lo específico de los laicos en este campo es ordenar hacia el Reino de Dios las estructuras temporales y la entera sociedad humana. Christifideles laici 14: “Por su pertenencia a Cristo, Señor y Rey del universo, los fieles laicos participan en su oficio real y son llamados por El para servir al Reino de Dios y difundirlo en la historia (...). Están llamados de modo particular para dar de nuevo a la entera creación todo su valor originario. Cuando mediante una actividad sostenida por la vida de la gracia, orde- nan lo creado al verdadero bien del hombre, participan en el ejercicio de aquel poder con el que Jesucristo resucitado atrae a sí todas las cosas”.

  31. MISION EN LA TIERRA, 31 VIDA CONSAGRADA, 1 La constituyen los “institutos religiosos”, los “institutos seculares” y los ermitaños. A ella se asemejan las “sociedades de vida apos- tólica” y el orden de las vírgenes. Es una forma estable de vivir que se origina por la profesión de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia en un insti- tuto aprobado por la autoridad eclesiástica.

  32. MISION EN LA TIERRA, 32 VIDA CONSAGRADA, 2 A Rasgos esenciales: - forma estable de vivir, - nueva consagración a Dios, - testimonio público de la vida nueva y eterna de Cristo Redentor, en virtud de la profesión (votos u otros víncu- los sagrados) de los consejos evangélicos, - en vistas a una misión apostólica determinada. B Otros elementos, como la vida en comunidad o la sepa- ración del mundo, no entran en el concepto genérico de vida consagrada, porque no son aplicables a todas y cada una de sus formas.

  33. MISION EN LA TIERRA, 33 VIDA CONSAGRADA, 3 Los consagrados pueden ser tanto clérigos como laicos: o se es ministro sagrado por haber recibido el sacramento del Orden, o no cabe más opción que ser incluido entre los laicos. PeroCIC 588: “el estado de vida consagra- da, por su naturaleza, no es ni clerical ni laical”. Y Vita consecrata 31 (25.03.1996): es “una vocación distinta y una forma espe- cífica de consagración, en razón de una misión peculiar”. La Iglesia elevó la vida consagrada a la dignidad de “estado canónico”.

  34. MISION EN LA TIERRA, 34 VIDA CONSAGRADA, 4 1 Varias clasificaciones: contemplativos o activos, de cléri- gos o de hermanos, de derecho pontificio o diocesano, etc.. 2 Dos tipos principales: - institutos religiosos: tienen como denominador común la emisión de votos públicos, la vida en comunidad y el apartamiento del mundo; - institutos seculares: vida de consagración porque sus miembros, que viven en el mundo, realizan la profesión de los consejos evangélicos, aunque pueda ser de modo priva- do. Las constituciones particulares determinan qué tipo de vínculos sagrados emiten, si han de vivir en comunidad, etc.. 3 Sociedades de vida apostólica: semejante a religiosos (vida en comunidad, fines, pero no profesión pública de los tres consejos evangélicos).

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