Consejos Para Tomar Decisiones Asertivas

2. Cómo Tomar Decisiones Asertivas Para que no te arrepientas de una decisión, tienes que ver las consecuencias de ésta como un aprendizaje de la vida, no siempre se pueden tomar decisiones asertivas. Por ejemplo, si tomaste una decisión y con el tiempo te das cuenta que no fue la más acertada, de nada sirve martirizarte ahora con frases como “¿Por qué hice eso?” “¡que tonta fui!”, “lo sabía y aun así no tomé la decisión correcta”.

3. Recuerda, no hay malas decisiones, considera esa experiencia como un aprendizaje y ve qué puedes hacer mejor en la siguiente oportunidad, porque te aseguro que la vida te dará muchas más oportunidades para ver si aprendiste la lección. Tal vez aprendiste que debiste seguir tu intuición, o que es mejor tomar decisiones sin estar influenciada por terceros, etc. La lección, solo tú la sabes. Tomamos decisiones todos los días, a cada hora, e incluso en segundos y sin ser muy conscientes de ello. Desde que nos levantamos decidimos entre, “¿me quedo a dormir 5 minutos más? o ¿me levanto de la cama?”, “¿me pongo esta ropa o me pongo la otra?”, etcétera. Incluso cuando pensamos que no estamos tomando una decisión ya estamos tomando la decisión de no tomarla. Si tú no decides igualmente la vida va a decidir por ti. 3 recomendaciones para evitar tomar malas decisiones He aquí 3 consejos infalibles al momento de tomar decisiones, si los consideras, te aseguro habrá un porcentaje más alto de éxito: Primer consejo: Ten en cuenta el tiempo y energía que le das a la toma de decisiones Tu tiempo y energía son muy valiosos, y tomar decisiones requiere mucho de estos. Si sientes que le estas dando demasiadas vueltas a un asunto (tomar decisiones difíciles) y no terminas de decidir, podría ser bueno trazarte un plazo.

4. Habrá decisiones que preferirás no tomarlas, por ejemplo, el caso de Steve Jobs, que para no desperdiciar su tiempo y energía en decidir con qué vestirse diariamente, se vestía igual todos los días. Muchas personas de negocios han adoptado este mismo hábito porque prefieren invertir su tiempo y energía en decisiones más relevantes. Recuerda que siempre hay un factor de riesgo o factor de incertidumbre al tomar decisiones. Sí estás muy dubitativa acerca de una decisión, seguramente es porque es muy importante para ti. Puede que estés paralizada por el sobre análisis, lo que es conocido como “parálisis por análisis”. Deja de preocuparte pensando si la decisión es “correcta” o “incorrecta”. En cuestión de decisiones, por lo general no existe el “blanco o negro”, no hay solo opciones “a” y “b”. Ciertamente, las personas que piensan que siempre están correctas son personas absolutamente desagradables, y hasta se pueden convertir en tiranos. ¿Has conocido a alguien así? ¿Alguien que, siempre piensa que está en lo correcto? Generalmente, son absolutamente arrogantes. Me imagino que tú no quieres ser así, ¿verdad? Entonces date el beneficio de la duda, y confía más en ti. Algunas decisiones parecen “incorrectas” pero con el tiempo te das cuenta que no lo son. Lo importante es saber que estás tomando una decisión que es buena para ti y para los demás y que te está convirtiendo en un mejor ser humano. Si confías 100% en ti, el universo te respaldará

5. Segundo consejo: Alinea tus decisiones a tus valores o a lo que realmente te importa en la vida Apunta rápidamente tus valores o lo que es importante para ti, por ejemplo, familia, amigos, éxito profesional, y tantas cosas más, pues todos somos diferentes. Asimismo, las cosas que nos importan van variando según las etapas de vida. Lo que te importaba cuando estabas en la universidad tal vez ya no te importa cuando eres madre y así sucesivamente. Supongamos que tienes que tomar una decisión sobre cambiarte de trabajo, tanto el posible nuevo trabajo como tu trabajo actual, tienen ventajas y desventajas. Puede que lo importante para ti en este momento sea tu carrera y con ese nuevo trabajo, aunque te demandará más tiempo, vas a poder llegar más rápido a donde quieres a nivel profesional. Por otro lado, puede que lo más importante para ti en este momento, sea ser madre y así tú sepas que el nuevo trabajo sería muy bueno a nivel profesional, puede que quieres priorizar tu maternidad y prefieres no tomarlo ya que ello implicaría menos tiempo para tu familia. Ahora, cuando se trata de tomar decisiones grandes como un cambio de carrera, divorciarte, mudarte de país, etc., es bueno reflexionar sobre cómo te sentirás dentro de 20, 50 años o, incluso, en tu lecho de muerte. Es decir, reflexionar sobre cómo te ves en el futuro con respecto a la decisión que tomas hoy, te ayudará a ponerte en perspectiva y tomar una mejor decisión.

6. Tercer consejo: Toma decisiones cuando estás en un buen estado de ánimo o cuando tu vibración sea alta Esto puede sonar irónico, pues cuando estamos abrumados por no saber qué decisión tomar, generalmente nuestro estado de ánimo y claridad bajan. No dejes que esto te gane. Ten en cuenta que es normal sentirse abrumado y en especial si estas indecisa, pero también considera que es parte del proceso y que pronto tendrás la claridad, como la tuviste para muchas otras decisiones que has tomado en tu vida. Aléjate de las opiniones que te estén generando ruido para tener claridad. Los demás, siempre tendrán una opinión, pero en realidad, ¿te importan tanto lo que otros digan de ti? Se auténtica contigo misma y toma la mejor decisión para ti, no por seguir un formato de la sociedad y por cumplir con las expectativas de los demás. Recuerda que a mucha gente le encanta dirigir las vidas ajenas. Te dirán cosas como “yo en tu lugar haría esto” o “si yo fuera tú haría esto otro”, incluso sin que les hayas preguntado. La mejor manera para entrenarte en tomar tus propias decisiones es primero, empezar con cosas pequeñas y, segundo, matar tus referentes. Los referentes son aquellas personas a las que siempre acudes por un tema en particular (pareja, carrera, hijos, tu sabes). Deja de hacerlo. Supongamos que en el ámbito de la pareja quieres empezar a tomar decisiones por ti sola.

7. Empieza por decisiones pequeñas, cómo ir o no ir a una cita. Toma sola la decisión sobre ese asunto y si te equivocas al principio, no hay problema porque estas empezando con decisiones pequeñas. Lo importante es ir aprendiendo a confiar más en ti misma para que cuando tengas decisiones más grandes que tomar, estés preparada. Recuerda, ya tienes todas las respuestas dentro de ti. Te deseo lo mejor en la toma de decisiones. Si te ha gustado está presentación, te invito a que la compartas con alguna persona que sepas le será útil. Para más artículos interesantes en el tema de desarrollo personal, te invito a visitar mi blog https://amalacoaching.com/blog

8. ¡Gracias! amalacoaching20 amalacoaching