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Augusto cantor bello codigo:1071110822 grupo:42 HUMANISMO CRISTIANO. PRESENTACION: EL RETORNO A LO RELIGIOSO. 1. El RETORNO de LO RELIGIOSO. El hombre es un animal religioso por naturaleza, La prueba de ello es que no ha cesado de inventar dioses. .
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Augusto cantor bellocodigo:1071110822grupo:42HUMANISMO CRISTIANO PRESENTACION: EL RETORNO A LO RELIGIOSO
1. El RETORNO de LO RELIGIOSO • El hombre es un animal religioso por naturaleza, La prueba de ello es que no ha cesado de inventar dioses.
Si los filósofos y los teólogos hubieran logrado demostrar la existencia de un Dios eterno y universal, eso se sabría. Y todo el mundo creería en Dios
Simultáneamente nacen y prosperan ciertos movimientos o grupos religiosos fuera de los caminos tradicionales,el ocultismo, la astrología y otras formas de videncia y de parapsicología parecen volver a estar de moda, aunque lo cierto es que nunca habían desaparecido por completo.
Así es como las estadísticas muestran que, entre 1946 y 1984, el número de cristianos en el mundo ha pasado de 670 a 1.056 millones. El de musulmanes casi se ha triplicado. Los judíos, a pesar del genocidio que sufrieron, han conocido un progreso de 4 millones desde después de la guerra. Los budistas, fuera de China, pasan de los 105 millones en 1946 a los 254 millones en 1979. Más difícil es apreciar el progreso de los animistas, hinduistas o confucianos, aunque el número de estos últimos ha aumentado en 10 millones entre 1979 y 1984.
Estadísticas oficiales de la Iglesia católica muestran que, en Bélgica la población es católica entre el 80 o el 85%, pero que del 55 al 60% son católicos no practicantes, ya que el número de practicantes ha caído a menos del 25%
Esta práctica no es más que un signo ambiguo de la adhesión a una religión. Puede igualmente manifestar una pertenencia social, la adhesión a una tradición y hasta una especie de superstición, y no sólo una prueba de fe. Es también relativa: si bien crece el número de matrimonios en la iglesia, también sube el número de parejas no casadas.
Las religiones afirman su presenciaen la modernidad misma • Hace ya mucho tiempo que el catolicismo posee su prensa y su radio-Vaticanas. Actualmente se expresa regularmente en sus propias ondas, desde Nicaragua hasta Filipinas, desde Estados Unidos a Chile. Las bendiciones urbi et orbi del obispo de Roma llegan efectivamente por satélite a los cuatro rincones del universo. El papa es una de las grandes figuras de la televisión mundial • El islam utiliza ya ahora los más modernos medios de comunicación. La voz del muezzín está registrada. Y se venden por millares de ejemplares los discos y cassettes del Corán, La peregrinación a La Meca se hace en avión. • El 850.° aniversario del nacimiento de Moisés Maimónides4 fue una buena ocasión para que la UNESCO recordase, en numerosos coloquios, las convergencias entre el judaísmo, el islam y el cristianismo.
La edición de obras religiosas está en auge • Se observa esto en Francia en lo que se refiere al cristianismo: se le consagra el 5% de los títulos que aparecen cada año. • Se publican diez millones de ejemplares, que van de la liturgia a la teología, pasando por los testimonios y las vidas de santos. Hay editoriales y colecciones especiales dedicadas a la espiritualidad
El Corán y la Biblia tienen cada vez más traducciones y tiradas en todos los países. Las revistas y los libros de las sectas alcanzan proporciones considerables: 10 millones y medio de ejemplares en 53 lenguas para cada número de «Atalaya», el quincenal de los testigos de Jehová. Lo religioso forma parte de la cultura del lector contemporáneo.
Las religiones sobreviven incluso en las sociedades que aparentemente las niegan. En la Unión Soviética, setenta años de comunismo ateo no han logrado destruir ni la Iglesia ortodoxa, ni el islam. Este último cuenta con más del 70% de creyentes en las repúblicas de Asia central. En China, en el Tíbet, desde que se ha aligerado la represión, se ven resurgir cultos y ritos que se creían ya desaparecidos. Todo parece indicar que, como declaraba el cardenal Popar, (presidente del secretariado para los creyentes), «una sociedad de no-creyentes nopuede prescindir de creer».
Al mismo tiempo, las ramas del protestantis: norteamericano se ramifican hasta el infinito, en América latina y África. Tan sólo en -20 millones de habitantes- se cuentan 800 iglesias o sectas, «pequeñas comunidades vivas, con jefes carismáticos, que mantienen relaciones privilegiadas con la autoridad».
Lo religioso se mete con lo político • En Los estados democráticos, los gobiernos tiene muy en cuenta al electorado religioso, en Francia el mejor ejemplo fue en 1.984 la capitulación de el presidente socialista ante los que el creía que eran partidarios de la escuela católica, en los estados unidos , durante mucho tiempo, la comunidad judía se vio alagada por los candidatos a la presidencia desde 1.980, el presidente debe en gran parte su elección y su mantenimiento a esa -mayoría natural- fundamentalista y evangelista que tienen como profetas al pastor Falwell y a Jimmy Swaggart .
Algunos totalitarismos son incluso claramente religiosos. Tal es el caso del Irán de los ayatollahs o del Pakistán islamizado del general Zia. Estos regímenes han adoptado estructuras político-religiosas. La legislación tiene allí su fundamento en la ley islámica, la sana. Bajo formas diferentes, ha ocurrido lo mismo en el Sudán o en la Arabia Saudita. Pero esta conquista de lo político por lo religioso no es exclusiva del islam. Tienta también al judaísmo cuando pretende imponer el sabat, el talión y otras reglas mosaicas a todos los ciudadanos del Estado de Israel. Seduce a las sectas norteamericanas que, en algunos Estados, inspiran la legislación: crucifijo en las escuelas o prohibición de enseñar la evolución de las especies...
El que los organismos religiosos ejerzan el poder o lo «manipulen» es algo que no deja de influir en la estrategia de los Estados. El mesianismo religioso agrava las tensiones, fanatiza los conflictos.Está presente en la guerra Irak-Irán, en los enfrentamientos armados del Líbano y del Próximo Oriente. Verdaderas guerras de religión siguen desgarrando hoy a países viejos como Irlanda o a naciones más jóvenes como India, Sri Lanka... Los movimientos religiosos -católicos, musulmanes...- animan oposiciones internas, tanto en Nicaragua como en Afganistán.
Las comunidades de base, la teología de la liberación, pero también la propaganda de ciertas sectas protestantes desempeñan un gran papel en los acontecimientos de América latina. La solidaridad. Islámica, difusa u organizada, de Irán con Afganistán y con las repúblicas musulmanas soviéticas convierten hoy al islam en una de las fuerzas importantes de la estrategia internacional a finales del siglo XX. Las políticas internas, pero también las exteriores de Egipto, del Sudán, de Pakistán y hasta de la URSS no dejan de estar influidas por la preocupación del «peligro» fundamentalista.
Las causas del despertar por lo religioso • • La primera está sin duda en la crisis que afecta al mundo Ahora, como hace mil años, se despiertan los antiguos milenarismos. El hombre siente miedo. Confusamente. De los cataclismos naturales, de las poluciones generalizadas, de lo nuclear, de la tercera guerra mundial, del terrorismo o del Sida... Se refugia en la esperanza de una salvación, en el regreso próximo de un juez o de un salvador. La llegada de una nueva edad de oro. Y viene entonces la huida de este mundo, como en los años felices -renacientes- del monaquismo. Insatisfecha, la sed de , seguridad acude a las seguridades de lo religioso.religioso.
• El «fracaso de las, ideologías» forma parte dela crisis Refuerza el atractivo por lo «religioso». El liberalismo no ha conseguido ni reducir las desigualdades entre países ricos y países pobres, ni mantener el crecimiento y el empleo garantizados a occidente. Ni siquiera los proletarios y los ciudadanos del «socialismo real» creen en «los amaneceres que cantan» El fracaso de las soluciones colectivas incita a replegarse en el éxito individual, en la vida intima. Allí vuelve uno a encontrarse con el calor de la religión, como asunto privado.
EL EXCESO DE RACIONALIDAD HA PROVOCADO UN RESUrGIR DE LO IRRACIONAL REPRIMIDO • Relaciones demasiado funcionales. Faltan unas relaciones «autenticas», de «comunicación», de «calor humano», la falta de significación de la sociedad moderna suscita una búsqueda del sentido de vida. Las religiones y las sectas ofrecen una respuesta a esta búsqueda de sentido.
La falta de certeza y de unidad desemboca igualmente en este despertar de lo «religioso» • El hombre del siglo XX, Se siente impotente ante el mundo ante el mundo técnico cada ves mas «sofisticado» que le rodea, la verdad explota y se escapa en una multitud de saberes dispersos
2.SU SIGNIFICACION Y SUS LIMITES • Un fenómeno cuestionado Cabe preguntarse si este «retorno» no será mas una protesta que un acto de fe profunda y verdadera. En gran parte fruto de una situación, ¿no estará ligado a su evolución? En ese caso, el fenómeno sería de orden sociológico más que propiamente religioso. ¿No será más que eso? La religión ¿tiene solamente un origen social? • Es verdad que se puede pensar con Gastón Berger que «el hombre debe acostumbrarse a vivir en un mundo en continua transformación y a ser feliz en un mundo semejante». Pero es largo el camino entre el «debe» y el «puede».
Sentimiento Religioso o religión • Es la necesidad afectiva de estar ligado a algo distinto de uno mismo. Es una aspiración confusa a estar en simpatía con el mundo, el afán de penetrar sus secretos. • La experiencia religiosa quienes han vivido la describen como un encuentro con un dios, es decir, con un absoluto, con una energía, con una fuente de valores, reconocidos como un ser mas y una superación.
La experiencia religiosa es superación. El que la ha poseído, tuvo la impresión de salir de sus límites. el ser ha sentido que se escapaba de las dimensiones de su existencia espacial y temporal. Esta experiencia es el descubrimiento de otra manera de leer lo real. Más allá del saber científico, hay un conocimiento profundo de que todas las cosas son más de lo que parecen, más que la totalidad de sus elementos. Tiene una significación.
Creencia y fe • Decirse «no creyente» es solamente rechazar las creencias comunes, religiosas por ejemplo, en nombre de otra creencia inconfesada. Afirmar que no se puede afirmar nada con certeza es ya una afirmación. • Creer es no saber. Es pensar que una cosa es verdadera sin estar cierto de ella. En toda creencia hay siempre una parte de incertidumbre y de duda. Creer es apostar que una probabilidad es más verdadera que otra. Creer es un acto individual, y esas creencias no se refieren necesaria y únicamente a Dios, al espíritu, al más allá...
La fe es igualmente adhesión, fidelidad, compromiso. Para el fiel, existe una relación muy profunda entre el y el objeto de su fe. Una religión es la unión de unos creyentes vinculados entre sí por una institución más o menos organizada. Están ligados por una tradición, por unas creencias y por unos ritos comunes.
Religión, ideología y fe • una religión tiene casi siempre mucho que ver con la ideología. • a menudo la religión vive anexionada por la ideología dominante, que se sirve de ella para mantener su orden. • La religión transmite entonces, voluntaria o involuntariamente, las concepciones sociales, los valores morales, en los que se basa el sistema político. • muchas veces la religión, Constituye un sistema de representación del mundo, de los valores de los comportamientos que se derivan de ella.
La fe, por su parte, supera y cuestiona todas las ideologías. No es un sistema de explicación total y totalitaria del mundo. No es tampoco una ideología sustitutoria. Es menos conocimiento que reconocimiento de una llamada a una vida perfecta. Una llamada a ser más y a amar mejor.
Un fenómeno limitado • El ateísmo que rechazaba la existencia de dios se ha convertido en inexistencia de la preocupación por dios. • Los descubrimientos de la ciencia, y en particular del estudio de las religiones, han engendrado un escepticismo generalizado o bien un relativismo tolerante . No existe una verdad en si, solamente hipótesis, postulados igualmente, inverificables e insatisfactorios, aunque operacionales.
La huida ha dejado vacías a muchas religiones • el rechazo de tradiciones que se creen superadas, el deseo de escaparse de la violencia de las instituciones, la necesidad de liberarse de las formas colectivas de creer, el malestar que se siente ante ciertos grupos cerrados en sí mismos, el desacuerdo con ciertas tomas de posición de las autoridades religiosas, todo esto impulsa a muchos fuera de las grandes religiones establecidas, Desde comienzos de siglo, la progresión global del número de creyentes no sigue a la de la población. Esto es verdad especialmente en el budismo y en el hinduismo.
Los fieles ya son lo que eran • En efecto, podemos preguntamos si «los que quedan» no lo hacen a veces más por costumbre o por necesidad de seguridad que por convicción. Parece ser que, cada vez más, lívida privada se empeña en escaparse de las reglas de las instituciones religiosas, se piensa que esto es asunto de conciencia personal, no de leyes religiosas. la libertad individual prevalecen sobre la sumisión a los antiguos «mandamientos». Cada uno se hace «su» religión.
3. Sus ambiguedades • Así pues, se da simultáneamente un resurgir del «sentimiento religioso», una permanencia de «experiencias de «experiencias religiosas», por muchos rincones están surgiendo comunidades vivas en el corazón o al margen de las religiones antiguas. Vuelven a florecer ramas que se creían ya muertas. Se adaptan, rejuvenecen o se ponen en cuestión el lenguaje, los ritos, las formas, las estructuras mismas, Finalmente, y sobre todo, sólo las religiones proponen soluciones a los grandes interrogantes del hombre. ¿Soy yo solamente un fruto del «azar y de la necesidad»? ¿Un agregado de células y de enzimas? ¿Se resume mi muerte en una disgregación corporal? ¿Adonde caminan el universo y la humanidad? ¿Cuál es el sentido de toda esta aventura?
Lo seguro es que el hombre del siglo XX se las sigue planteando, aunque en un lenguaje distinto del de otros tiempos. Visiblemente al margen de sus tareas y de su ocio, esas cuestiones siguen siendo constitutivas de su humanidad. Y las grandes religiones creen todavía que pueden aportar sus respuestas eternas.