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Lic. Miriam Díaz Marín. Allison Daniela Paima Flores. Texto científico. Planificación del texto.
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Lic. Miriam Díaz Marín Allison Daniela Paima Flores Texto científico
En un sentido general, puede afirmarse que una estrella es todo objeto astronómico que brilla con luz propia. En términos más técnicos y precisos, podría decirse que se trata de una esfera de plasma que mantiene su forma gracias a un equilibrio de fuerzas denominado equilibrio hidrostático. El equilibrio se produce esencialmente entre la fuerza de gravedad, que empuja la materia hacia el centro de la estrella, y la presión que ejerce el plasma hacia fuera, que, tal como sucede en un gas, tiende a expandirlo. Las estrellas
La presión hacia fuera depende de la temperatura, que en un caso típico como el del Sol se mantiene con la energía producida en el interior de la estrella. Este equilibrio seguirá esencialmente igual en la medida de que la estrella mantenga el mismo ritmo de producción energética. Sin embargo, como se explica más adelante, este ritmo cambia a lo largo del tiempo, generando variaciones en las propiedades físicas globales del astro que constituyen la evolución de la estrella.
En las nubes de Polvo, e Hidrogeno neutro a baja densidad (Regiones H I), es donde se inicia la formación de nuevas estrellas. El factor que desencadena este proceso, son los vientos estelares de estrellas cercanas, así como explosiones de supernovas, que generan ondas de choque que barren el material de la nube formando acumulaciones de mayor densidad, debido a la baja temperatura de la nube (alrededor de 10ºk) sus átomos y moléculas presentan una vibración muy lenta, lo cual permite que las regiones más densas se contraigan por la fuerza de gravedad, atrayendo el resto del material de la nube “Colapso Gravitatorio”.
Al producirse el derrumbe, el proceso se repite dándose nubes más pequeñas, a esto se le conoce con el nombre de Fragmentación, esto dará como resultado un cúmulo de estrellas, que pueden ser individuales, binarias o múltiples, y al mismo tiempo de masas muy variadas, lo cual las hará tener diversas trayectorias en su evolución. Estas nubes no emiten luz en el visible, pero si en el infrarrojo y en ondas de radio.
La formación estelar es el proceso por el cual grandes masas de gas que se encuentran en galaxias formando extensas nubes moleculares se transforman en estrellas. Estas nubes moleculares pueden ir desde 100.000 masas solares a tan solo unas pocas. Los modelos de formación establecen un límite inferior bien conocido de 0,08 MSol para poder encender el hidrógeno. Por el contrario, el límite superior es mucho más difuso y viene determinado por un conjunto de factores que frenan el proceso, la fuerza centrífuga creciente al irse comprimiendo la nube, los campos magnéticos crecientes al aumentar las velocidades de las partículas cargadas y los vientos solares intensos que surgen cuando se empieza a estabilizar el embrión estelar. Con todo ello, se calcula que la masa máxima para una estrella estaría en torno a 60 o 100 MSol. El proceso de formación estelar se divide en dos fases: (1) nube molecular, y (2) protoestrella.