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Los Magos de Oriente. Según el Evangelio de S. Mateo Jesús nació en Belén de Judá en tiempos de Herodes el Grande. Herodes el Grande alcanzó el poder en el año 40 a.C. Y murió el año 4 a.C. ¿Nació Jesús unos años antes de Cristo? ¿Cómo es posible? ¿Qué explicación hay?. Herodes del Grande.
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Según el Evangelio de S. Mateo Jesús nació en Belén de Judá en tiempos de Herodes el Grande. Herodes el Grande alcanzó el poder en el año 40 a.C. Y murió el año 4 a.C. ¿Nació Jesús unos años antes de Cristo? ¿Cómo es posible? ¿Qué explicación hay? Herodes del Grande
La culpa es del monje Dionisio el Exiguo (fallecido alrededor del año 550). El año 525 el Papa Juan I le encargó establecer como año 0 de la era cristiana el nacimiento de Cristo. Hizo los cálculos para establecer el calendario a partir del nacimiento de Cristo. Se equivocó en unos 4 a 7 años al datar el reinado de Herodes.
Evangelio de S. Mateo: “...entonces unos magos de Oriente se presentaron”. La palabra “magos” tiene varios significados: Pertenecientes a la casta sacerdotal persa. Personas con conocimiento religioso y filosófico. Astrónomos. Sabios a la búsqueda de la verdad . Precursores de los buscadores de la verdad propios de todos los tiempos.
¿Son tres? Que sean tres se dedujo de que habían tres regalos: oro, incienso y mirra. ¿Y los camellos y dromedarios? Se dedujo de Isaías 60: “llegan camellos y dromedarios trayendo oro e incienso”. ¿Son reyes? Se extrajo del Salmo 72: “los reyes de Saba y Arabia le ofrecen sus dones”.
Luego se pensó que serían Reyes de los tres continentes: África, Asia y Europa. Por eso el rey negro. Y se creó la tradición de que representaban las tres edades: juventud, edad madura y vejez. Así, los magos representan a toda la humanidad que emprende el camino hacia Cristo. Y el anhelo interior del hombre al encuentro de Cristo.
Kepler dedujo que entre finales del año 7 y comienzos del 6 a.C. se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Eso mismo se produjo en 1604. En 1604 a ello se añadió una supernova (estrella débil que explota y produce luminosidad durante 1 semana). Kepler afirmó: lo mismo sucedió con la estrella de Belén. Johanes Kepler (1670)
El estudioso alemán Friedrich Wiesler encontró unas tablas cronológicas chinas. En ellas se decía que en cierto año (que equivaldría más o menos al año 4 a.C.) “había aparecido y se había visto durante mucho tiempo una estrella luminosa”. Eso podía avalar la teoría de la supernova. Friedrich Wieseler (1811-1892)
Ferrari d’Occhieppo, astrónomo (1907-2007), estudió específicamente el tema de la estrella de Belén. Se reflejó en un libro. Según él, es suficiente la conjunción de Júpiter y Saturno que se produjo efectivamente entre el año 7 y 6 a.C. Descarta la teoría de la supernova.
Júpiter representaba al principal Dios Babilónico. Saturno era el representante cósmico del pueblo judío. Júpiter, la estrella de la más alta divinidad de Babilonia, compareció en su apogeo junto a Saturno, representante cósmico del pueblo judío. Los astrónomos de Babilonia podían deducir que un evento de importancia universal iba a acaecer en Judea. Júpiter Saturno
Sabemos por tácito y Suetonio que en aquellos tiempos bullían en el ambiente expectativas según las cuales surgiría en Judá el dominador del mundo. De hecho, luego el historiador judío del siglo I Flavio Josefo entendió que esas expectativas se habían cumplido en Vespasiano, que se convirtió en emperador y gozó de su favor. Tácito
Evangelio S. Mateo: “...los magos se presentaron en Jerusalén”. La estrella sólo los lleva a Judea. Allí necesitan la indicación de las Escrituras para localizar el lugar exacto. Los letrados les indican el lugar: Belén. Pero esos letrados no se sienten impulsados a tomar las decisiones que ello comporta. Es como la teología que se agota en la disputa académica.
Evangelio de S. Mateo: “...entraron, vieron al niño y lo adoraron”. ¿Qué pasa con el buey y el asno de nuestros belenes? Isaías 1.3: “el buey conoce a su amo y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce”. Estos animales representan a la humanidad compuesta por judíos y gentiles. Una humanidad desprovista de entendimiento, pero que llega al Dios a través de la humildad del pesebre.
En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero el pesebre hacía pensar en animales, pues es allí donde comen. La meditación del Antiguo Testamento guiada por la fe colmó la laguna. Respecto de ello el Papa Benedicto XVI concluye: “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno”.
Todo lo anterior, ¿es verdaderamente historia acaecida, o sólo una meditación teológica expresada en forma de historias? Es cierto que la adoración de los Magos no afecta a ningún aspecto esencial de la fe. Pero hay que suponer, mientras no haya prueba en contra, que los evangelistas no pretenden engañar a sus lectores, sino narrar hechos históricos. Rechazar por mera sospecha va más allá de toda competencia de los historiadores.
No estamos ante una meditación expresada en forma de historia. Al contrario, San Mateo nos relata la historia verdadera, que ha sido meditada e interpretada teológicamente, y de este modo nos ayuda a comprender más a fondo el misterio de Jesús.