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Uno de los problemas más comunes de los trabajos de los estudiantes es la vaguedad. ALUMNA: DIANA LIZ HERNÁNDEZ JAIMES. Un principio básico para evitar ser ambiguo consiste en mostrar en lugar de declarar. Esto se obtiene asociando imágenes concretas a las ideas.
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Uno de los problemas más comunes de los trabajos de los estudiantes es la vaguedad. ALUMNA: DIANA LIZ HERNÁNDEZ JAIMES Un principio básico para evitar ser ambiguo consiste en mostrar en lugar de declarar
Esto se obtiene asociando imágenes concretas a las ideas. Saber mostrar significa saber exponer los ejemplos y los detalles que comprometen al lector. << Ejemplo
Los dos muchachos, dos cabezas redondas con cabellos de estopa, eran gemelos y se parecían de una forma increíble y cómica. Respiraban con el mismo ritmo, tenían la misma sonrisa, los dos eran robustos y llenos de vida. Al sonreír mostraban el interior de los labios: abrían la boca como si el rostro no tuviera suficiente piel y el perfil quedaba curiosamente deformado. La descripción pasada le da al lector una vaga idea de dos gemelos, pero no de esos dos gemelos.
Cuando leamos una descripción rica en detalles como la anterior, logramos imaginar estos dos muchachos rubios que actúan al mismo tiempo. No solo afirma que los dos muchachos eran iguales, sino que dice en que eran iguales Muchos jóvenes se aburren cuando leen descripciones y las evitan, ya que están mas atraídos por los hechos de la narración que por la presentación de los ambientes, características físicas y psicológicas de los protagonistas.
Para evitar ser genéricos. No es solo la acción lo que hace interesante la historia.
Utilizar diferentes ángulos de perspectiva espaciales y utilizar los cincos sentidos en las descripciones • Nuestra capacidad de describir se puede desarrollar si nos concentramos sobre el aspecto de los objetos a describir poniendo en evidencia sus formas y sus colores. No debemos olvidar que una descripción puede ofrecer también datos visuales, auditivos, olfativos y táctiles.
L A S C O N E X I O N E S Las diferentes partes de un escrito bien hecho deben estar relacionadas entre sí, con el fin de ayudar al lector a seguir el hilo del discurso. La conexión lógica que relaciona entre sí a dos proposiciones (o dos párrafos) a veces puede no estar expresada lingüísticamente. Las dos frases: “Llueve. Tomo el paraguas”, están relacionadas por una situación causa-efecto que no requiere el uso de una conexión. Por ejemplo
En la mayor parte de los casos la relación entre dos proposiciones debe ser expresada lingüísticamente de diferentes formas:
Usando las expresiones de transición: “además”, “en efecto”, “si, bien”… Consecuencia, causa y efecto: entonces, por eso, por lo que sigue, entonces resulta que… Ejemplificación: por ejemplo, es decir, como… Contraste y concesión: pero, a pesar de, sin embargo, al contrario, en cambio, si bien, por otra parte… Reafirmación o resumen: en otros términos, en breve, en efecto… Relación temporal: en cuanto, a continuación, hasta que, cuando, finalmente, después… Relación espacial: al lado, arriba, abajo, a la izquierda, en el medio, en el fondo… Semejanza y enfatización: de la misma manera, similarmente, del mismo modo… Agregación: y, además, después, también, por añadidura… Conclusión: finalmente, para resumir, terminando… Dos proposiciones o dos párrafos consecutivos pueden ser relacionados lógicamente en un número limitado de formas que la lingüística ha estudiado y catalogado. Lista de conexiones lógicas y las expresiones de transición correspondientes.
Un error muy común es el uso de una conexión que no corresponde a la relación lógica presente entre dos partes de un texto. Por ejemplo: Jorge no está bien en la escuela; sin embargo, en la prueba de matemáticas ha reprobado. En este caso se usa una conexión que indica contraste cuando en realidad la relación entre ambas frases es de reafirmación (en efecto) o de ejemplificación (por ejemplo) Otro defecto es el insistente uso de conexiones de agregación (y, más, también, además). El abuso de estas conexiones produce un texto descuidado, en el que no aparecen ligámenes más fuertes entre las ideas (como la consecuencia y el contraste).
En muchos casos el trabajo de revisión puede aclarar la relación justa entre partes del texto y llevar a la corrección de las conexiones.