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DISCÍPULOS MISIONEROS DE LA MISERICORDIA DE DIOS. Hacia el III Congreso Mundial de la Divina Misericordia. Leonidas Ortiz Pbro. COMUNIÓN (Cap. 5). FORMACIÓN (Cap. 6). VOCACIÓN (Cap. 4). COMPROMISO MISIONERO (Cap. 7). Leonidas Ortiz Pbro.
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DISCÍPULOS MISIONEROS DE LA MISERICORDIA DE DIOS Hacia el III Congreso Mundial de la Divina Misericordia Leonidas Ortiz Pbro.
COMUNIÓN (Cap. 5) FORMACIÓN (Cap. 6) VOCACIÓN (Cap. 4) COMPROMISO MISIONERO (Cap. 7) Leonidas Ortiz Pbro.
La santidad es prolongar el amor de Dios en la historia • En el camino de la santidad Jesucristo es el punto de referencia y el modelo a imitar: Él es « el Santo de Dios y fue reconocido como tal (cf. Mc 1, 24). Él mismo nos enseña que el corazón de la santidad es el amor, que conduce incluso a dar la vida por los otros (cf. Jn 15, 13). Por ello, imitar la santidad de Dios, tal y como se ha manifestado en Jesucristo, su Hijo, no es otra cosa que prolongar su amor en la historia, especialmente con respecto a los pobres, enfermos e indigentes (cf. Lc 10, 25ss) »[89]. (Eam 30)
Dios, rico en misericordia • Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones en la persona de Cristo (cf. Ef 1, 3). El Dios de la Alianza, rico en misericordia, nos ha amado primero; inmerecidamente, nos ha amado a cada uno de nosotros; (DA 23)
Mendicantes de misericordia • Nos reconocemos como comunidad de pobres pecadores, mendicantes de la misericordia de Dios, congregada, reconciliada, unida y enviada por la fuerza de la Resurrección de su Hijo y la gracia de conversión del Espíritu Santo. (DA 100)
Reconciliación y Misericordia • Invitamos a nuestros presbíteros a dedicar tiempo suficiente para ofrecer el sacramento de la reconciliación con celo pastoral y entrañas de misericordia, a preparar dignamente los lugares de la celebración, de manera que sean expresión del significado de este sacramento. (DA 177)
El presbítero, hombre de misericordia • El presbítero, a imagen del Buen Pastor, está llamado a ser hombre de la misericordia y la compasión, cercano a su pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren grandes necesidades. La caridad pastoral, fuente de la espiritualidad sacerdotal, anima y unifica su vida y ministerio. Consciente de sus limitaciones, valora la pastoral orgánica y se inserta con gusto en su presbiterio. (DA 198)
Abrirse a la misericordia del Padre • Todos ellos, gracias a este encuentro, fueron iluminados y recreados porque se abrieron a la experiencia de la misericordia del Padre que se ofrece por su Palabra de verdad y vida. No abrieron su corazón a algo del Mesías, sino al mismo Mesías, camino de crecimiento en “la madurez conforme a su plenitud” (Ef 4, 13), proceso de discipulado, de comunión con los hermanos y de compromiso con la sociedad. (DA 249)
Misericordia con los más vulnerables • El amor de misericordia para con todos los que ven vulnerada su vida en cualquiera de sus dimensiones, como bien nos muestra el Señor en todos sus gestos de misericordia,requiere que socorramos las necesidades urgentes, al mismo tiempo que colaboremos con otros organismos o instituciones para organizar estructuras más justas en los ámbitos nacionales e internacionales. (DA 384)
Misericordia y Justicia • La misericordia siempre será necesaria, pero no debe contribuir a crear círculos viciosos que sean funcionales a un sistema económico inicuo. Se requiere que las obras de misericordia estén acompañas por la búsqueda de una verdadera justicia social, que vaya elevando el nivel de vida de los ciudadanos, promoviéndolos comos sujetos de su propio desarrollo. En su Encíclica Deus Caritas est, el Papa Benedicto XVI ha tratado con claridad inspiradora la compleja relación entre justicia y caridad. (DA 385)
Con la mujer • En una época de marcado machismo, la práctica de Jesús fue decisiva para significar la dignidad de la mujer y su valor indiscutible: habló con ellas (cf. Jn 4, 27), tuvo singular misericordia con las pecadoras (cf. Lc 7,36-50; Jn 8,11), las curó (cf. Mc 5, 25-34), las reivindicó en su dignidad (cf. Jn 8, 1-11), las eligió como primeras testigos de su resurrección (cf. Mt 28, 9-10), e incorporó mujeres a al grupo de personas que le eran más cercanas (cf. Lc 8, 1-3).
Con las que han abortado • Apoyar y acompañar pastoralmente y con especial ternura y solidaridad a las mujeres que han decidido no abortar, y acoger con misericordia a aquéllas que han abortado, para ayudarlas a sanar sus graves heridas e invitarlas a ser defensoras de la vida. El aborto hace dos víctimas: por cierto, el niño, pero, también, la madre. (DA 469 g)
En la Pastoral • Desarrolle una espiritualidad de la gratitud, de la misericordia, de la solidaridad fraterna, actitudes propias de quien ama desinteresadamente y sin pedir recompensa. • (DA 517 c)
COMUNIÓN (Cap. 5) FORMACIÓN (Cap. 6) VOCACIÓN (Cap. 4) COMPROMISO MISIONERO (Cap. 7) Leonidas Ortiz Pbro.