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ORACIONES DE SAN VICENTE DE PAUL. La antología oracional de San Vicente, que aquí se recoge, es original del santo, aunque algunos textos hayan sido refundidos y poematizados.
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ORACIONES DE SAN VICENTE DE PAUL
La antología oracional de San Vicente, que aquí se recoge, es original del santo, aunque algunos textos hayan sido refundidos y poematizados. Por ello, la intención de la antología mira no solo a enseñar cómo San Vicente oraba, sino a servir de puntos de reflexión meditativa, tanto personal como en grupo. Y a intentar así la naturalidad con la que San Vicente de Paúl se dirigía al Dios que ora en el corazón del ser humano. San Vicente de Paúl fue un hombre que reflexionó sobre la oración y oró. A lo largo de sus conferencias con los Misioneros e Hijas de la Caridad intercaló muchas de sus oraciones. (Si el lector desea acudir al original, encontrará la referencia al pie de cada poema.) AUTOR:Luis Nos Muro
LA FONTANA DE DIOS En Dios está la fuente que apaga nuestra sed. Si necesitas seis cubos para la tuya, no pienses que se agota pozo tan hondo, pues siempre manará para el que vaya con más o menos sed que tú. Mira, un pájaro se abreva con tres gotas, y el romero se satisface con el agua que cabe en sus manos. No temas. La fuente de dios mana la cantidad de gracia que necesitamos.(3) (3) S.V.P. XI/3,p.37. Obras Completas de S.V.P.
EL DIOS DE LOS POBRES ¡Oh Salvador! ¡Oh Dios mío! Lo que voy a decir debe llenarnos de espanto: corremos tras la ciencia como si la felicidad dependiera de ella. Hay que estudiar, sí, y tener ciencia, sí, pero con sobriedad. Algunos alardean de espabilados y caminan a ciegas en el servicio de Dios. ¿A quién obsequia Dios con su sabiduría? Al pueblo llano. ¡Qué abismo entre la fe del campesino y la nuestra! La experiencia me dice que la religión verdadera está entre los pobres porque Dios los ha enriquecido con una fe tan viva que creen, palpan, saborean el pan de vida. No los veréis, casi nunca, a pesar de penurias y enfermedades, ni murmurar, ni impacientarse. ¿Por qué todo esto? Porque son tan sencillos de fe que Dios derrama en ellos el tesoro que niega a sabios y ricos. La gente ama al sencillo, aunque no entienda de etiquetas, porque cuanto habla responde a lo que lleva en su corazón.(5) (5) S.V.P. XI/3. p.462
II. A ORILLAS DE LA PLEGARIA
CONVERSACIÓN CON DIOS La oración, hijas mías, es una elevación del espíritu a Dios por la que el alma se despoja de si misma y busca a Dios. La oración, hijas mías, es diálogo del alma con Dios. Conversación mutua, suave, en la que el Señor dice al alma cuanto debe saber y hacer, y donde el alma dice a su Dios cuanto le enseña Dios a pedir. (14) (14) S.V.P. IX/1, p. 384
LA ORACIÓN MÁS SUBLIME Existe una oración más sublime: la contemplación. Quieta el alma en presencia de Dios, recibe lo que Dios regala, pues apenas si el alma hace nada, pero el Señor le inspira más de cuanto podría buscar. Hijas mías, ¿no habéis saboreado esta oración cuando, extrañadas, sin mérito de vuestra parte, Dios mismo os llena el alma e imprime tales luces que nunca habíais advertido? Hijas mías, en las almas sin ciencia humana y que buscan a Dios en si mismas, es donde siembra Dios sus luces y gracias más sabrosas.. Lo que ni sabios ni universidades alcanzan Dios lo concede a los sencillos de corazón. Los sacerdotes de la Misión oran bien, y también los clérigos, pero son los hermanos coadjutores los que reciben más luz de la visita de Dios.
Unas veces, un pobre zapatero, otras, un panadero o el que anda tras las mulas, son los que nos admiran. Esa sabiduría no les viene de los estudios cuanto de la oración bien hecha. ¡Oh bondad de Dios, que se dona a ignorantes y simples para dar a entender que la ciencia del mundo se queda atascada mientras los simples corren por el camino de la oración. (21) (21) S.V.P. IX/1, pp. 385-386
III. BREVIARIO PARA LOS MISIONEROS.
EL HECHO FUNDACIONAL DE LA MISIÓN.
Yo, Vicente de Paúl, jamás había pensado fundar una compañía, ni dotarla de un reglamento, ni llamarla Misión. La verdad que jamás había pensado en ello y, si no fuera Dios su autor, la Misión me parecería un sueño. Al igual que yo, nuestro padre Portail tampoco había pensado en nada, ya que todo surgió a pesar de nuestras expectativas. Un día me llamaron a confesar a un campesino, el mejor de la aldea, según las gentes, pero tan lleno de pecados, como dijo el labriego a doña Margarita de Silly, que se hubiera cocido en el infierno de no haber hecho aquella confesión general.
El día 25 de Enero de 1617,conversión de San Pablo, Margarita de Silly me mandó que exhortara al pueblo a confesión general. Tanto bendijo Dios las palabras de este pecador, en vista de la fe de doña Margarita, que no dábamos abasto ni a las confesiones ni a las catequesis. ¿Qué hacer? Margarita de Silly nos regaló el colegio de Bons-enfants, y allí me retiré con el P.Portail, más otro sacerdote a sueldo. Al salir de misión, de aldea en aldea, dejábamos la llave de casa en manos de un vecino. Yo no tenía más que un pobre sermón, sobre el temor de Dios, al que daba mil vueltas, mientras Dios devanaba el resto. Al ver que Dios nos bendecía, se nos juntaron muchos sacerdotes y surgió la Misión. Pero nosotros nunca habíamos pensado ni en la Misión, ni en las campañas con los campesinos, ni en los seminarios, ni en las Caridades, ni en los niños expósitos. Yo ignoro el surgimiento de estas obras, y en verdad que no encuentro explicación alguna, como lo sabe el P.Portail. Como los misioneros aumentaron tanto, hubo que recoger las experiencias y confeccionar un reglamento. Por fin ,en 1628, suplicamos al Papa Urbano VIII que refrendara con su autoridad la pobre compañía de la Misión, inspirada por Dios a Margarita de Silly, pero el permiso no lo conseguimos hasta 1633,por llamar la atención estas particularidades: -no ser religiosos y vivir en comunidad, -profesar los consejos evangélicos y no ser frailes, -amén de otros detalles que fuera prolijo enumerar.(22) (22) S.V.P. XI/3,pp. 326-328;cfr,XI/4,p.700 Tierras de los Gondi
¡Salvador mío! Has esperado mil seiscientos años para que nuestra pobre compañía prolongara en la tierra su misión con tus mismos medios: pobreza, castidad, obediencia. ¡Salvador mío! Nunca te había dado gracias, pero hoy lo hago, de todo corazón, tanto por los presentes como por los venideros. Tú que nos elegiste para esta misión, danos el cumplimiento. Pero, Salvador mío, ¿sabes de quiénes has echado mano para evangelizar los pueblos? No somos sino pobres hombres. ¡Cuánta confusión! Señor, concédenos la gracia de ser dignos. Mete la podadera en todo cuanto impida la guarda de pobreza, castidad y obediencia, y así podamos dar ejemplo. (31) (31) S.V.P. XI/4, p. 647
LA MISIÓN Y LOS POBRES
Dios ama a los pobres, pero sabed, hermanos míos, que Dios ama, también, a los amigos de los pobres. Nuestra pequeña compañía se debe por entero a los pobres, pues son los predilectos del Señor.
Si amamos a los pobres, también nos amará el Señor con ese mismo afecto que tiene a ellos. Hermanos míos, sirvamos a los pobres con nuevo amor. Busquemos a los más abandonados. Sabedlo de una vez: ellos son nuestros amos y señores, y nosotros indignos siervos suyos. (47) (47) S.V.P. XI/3, p.273
IV. BREVIARIO PARA LAS HIJAS DE LA CARIDAD
NUCLEO FUNDACIONAL Dios es el fundador de las Hijas de la Caridad. ¿Había pensado en ello Vicente de Paúl? ¡Ni mucho menos! ¿Acaso Luisa de Marillac? Tampoco. ¿Quién fundó para el Pueblo de Dios una sociedad de mujeres en traje de calle?. Dios y nadie más. Yo era un cura de aldea. Un día, antes de predicar, me hablaron de un enfermo abandonado en el campo. Tanto se enardeció mi corazón que trasmití mi fuego a los feligreses. Cuando llevaba el viático por los campos, me encontré con un grupo de mujeres, y el Espíritu Santo me dio esta idea: ¿no sería oportuno congregar estas mujeres para el servicio del enfermo? Les vendí la idea y se pusieron a trabajar. Algunas damas ricas le siguieron, pero se cansaron.
Un día, yendo de pueblo en pueblo, me encontré a Margarita Naseau, la joven que aprendió a leer, y lo enseñó a los niños, al tiempo que guardaba las ovejas de su padre. Margarita se vino conmigo a Paris, convocó en San Benito a las señoras del barrio y, desde entonces, no ha cesado de funcionar la Cofradía de la Caridad. (63) (63) S.V.P. IX/1, PP.202-203. 88-90. 232-235.
Queridas Hijas de la Caridad: Yo, Vicente de Paúl, os voy a decir cómo os veo en el Pueblo de Dios.
Las Hijas de la Caridad tendrán por monasterio la casa del enfermo. Las Hijas de la Caridad tendrán por capilla la parroquia del barrio. Las Hijas de la Caridad tendrán por celda un cuarto de alquiler. Las Hijas de la Caridad tendrán por rejas el temor de Dios. Las Hijas de la Caridad no llevarán más velo que la santa modestia.(61) (61) S.V.P. IX/2.p.1179 Las Hijas de la Caridad tendrán por claustro la santa obediencia.
ESPÍRITU DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD
Hijas mías, sabed que si dejáis oración y misa por servir a los pobres, nada perderéis, ya que el servicio al pobre conduce a Dios en derechura. Cuidad al pobre en todas sus necesidades y, sobre todo, que no mueran sin sacramentos, pues no estáis solamente para sus cuerpos sino para ayudarles a salvarse.
Hijas mías, soportad sus humores. Por el amor de Dios, sufrid con ellos. Jamás os irritéis ni les digáis palabras duras, pues ya tienen bastante con sus males. Hijas mías, vosotras sois los ángeles de los pobres, y más que sus padres. Por Dios, hijas mías, no les contristéis a no ser en lo perjudicial, pues sería crueldad concederles lo que piden. Hijas mías, llorad con ellos, sí, Pues Dios os ha elegido para su consuelo. (66) (66) S.V.P. IX/1, p. 25
¡Oh Salvador mío! ¡Oh Virgen Nazarena! Concede a la Compañía el espíritu que necesita. Señor, Tú que has congregado estas mujeres para seguir tus huellas, concédeles: modestia, castidad y uniformidad. Virgen María, Tú que fuiste modesta y pura, haz que nuestras hermanas practiquen tus virtudes.(107) (107) S.V.P. IX/2, p.954 SEGÚN EL MODELO DE MARÍA
ORACIONES DE SAN VICENTE DE PAUL IMÁGENES DE INTERNET Y CREACIONES PERSONALES MÚSICA: WINTER-1.Wav TEXTO: LUIS NOS MURO ADAPTACIÓN: Sor María Vicenta Díaz H C GRACIAS POR RESPETARLO INTACTO