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CAPÍTULO XXVII LAS ARMAS DE LA CARIDAD: COFRADÍAS Y DAMAS. JOSÉ María Román, San Vicente de Paúl (I Biografía) , BAC, Madrid, 1981, pp. 449-458. "EVANGELIZAR DE PALABRA Y DE OBRA". En Vicente de Paúl, caridad es todo
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CAPÍTULO XXVIILAS ARMAS DE LA CARIDAD: COFRADÍAS Y DAMAS JOSÉ María Román, San Vicente de Paúl (I Biografía), BAC, Madrid, 1981, pp. 449-458.
"EVANGELIZAR DE PALABRA Y DE OBRA" • En Vicente de Paúl, caridad es todo • las obras de caridad corporal no son una añadidura marginal a la obra evangelizadora, sino una segunda manera de realizarla. • "Tenemos que asistirles y hacer que les asistan de todas las maneras, por nosotros o por otros[...], esto es evangelizar de palabra y de obra” SVP
A partir de 1633, la generalización de las misiones y la fundación de nuevas casas de la Congregación de la Misión hizo multiplicarse igualmente las cofradías de la Caridad. La institución hizo fortuna, porque respondía a una necesidad real y ofrecía una solución fácil de poner en marcha. Muy pronto hubo caridades no sólo en las diócesis donde estaban establecidos los misioneros o en los lugares evangelizados por ellos, sino en zonas de Francia a las que no había llegado su acción directa. Obispos, párrocos y asociaciones piadosas copiaron la fórmula vicenciana.
Quién es quién En una época en que seguía vigente la visión despectiva de la mujer como mera sierva del varón, o, lo que es peor, como instrumento del diablo, Vicente de Paúl le otorgó el primer puesto en la tarea más noble de la Iglesia, la proclamación de la caridad.
El mismo concepto de “pobres” fue ampliándose bajo la presión de la realidad. • Reducir la pobreza a límites tolerables. • Hacer a los ricos tomar conciencia de sus deberes • Acercarse poco a poco al ideal de una sociedad cristiana.
NUESTROS CORAZONES SE INFLAMAN Lo mismo que de las conferencias de los martes, el alma de la asociación era el propio Vicente, su director vitalicio. Las damas celebraban una reunión semanal, presidida por él o un delegado suyo. Eran sesiones mixtas, de asuntos administrativos y de animación espiritual. “El Sr. Vicente es el ángel del Señor; lleva en sus labios brasas encendidas del amor divino que arde en su corazón.”
"EL PARTIDO DE DIOS Y EL PARTIDO DE LA CARIDAD" El número de damas osciló bastante, poco después de la fundación eran 120, que enseguida pasaron a 200; en 1656 eran sólo 50, y en 1657, 150. Vicente exigía que las aspirantes fueran almas "entregadas por entero - 'por entero', repetía y subrayaba - al partido de Dios y de la caridad“; "que no hicieran motivo de vanidad al dárselas de devotas"
LAS DAMAS DE LA CARIDAD Algunas fundaron o encauzaron congregaciones religiosas consagradas a remediar apremiantes necesidades de la Iglesia.
"ENTREN EN ESTA SANTA COMPAÑÍA" Esta compañía no tiene otro propósito que el de no tener corazón sino para Dios, ni voluntad sino para amarle, ni tiempo sino para servirle.