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REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE. Patrimonio de la Humanidad 1993. Transición manual.
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REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE Patrimonio de la Humanidad 1993 Transición manual
En el corazón de la vieja y sabia Extremadura, escondido entre Villuercas y Altamiras, se encuentra el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, Santuario de la Patrona de Extremadura y Reina de las Españas; joya histórico artística que el 1993 mereció ser considerada y tenida como Patrimonio de la Humanidad, lugar y espacio para descubrir, contemplar, admirar y rezar. Fr. Guillermo Cerrato Chamizo O.F.M.
REAL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1993. La Virgen de Guadalupe es la patrona de Extremadura y en 1928 recibió el título de Reina de las Españas o de la Hispanidad.
LA LEYENDA Un pastor de Cáceres llamado Gil Cordero, buscando una vaca perdida, llegó hasta el río Guadalupe donde la encontró muerta. Quiso aprovechar la piel y, al hacer en el pecho del animal la señal de la cruz con incisiones de cuchillo, se levantó viva la vaca. En este momento se le apareció María al pastor, hablándole así:"No temas, que yo soy la Madre de Dios; toma tu vaca y llévala con las otras; y dirás a los clérigos lo que has visto y decidles de mi parte que os envío yo allá y que vengan a este lugar donde tú ahora estas y que caven donde estaba tu vaca muerta debajo de estas piedras; y hallarán una imagen mía. Y cuando la sacaren, diles que no la muden ni lleven de este lugar donde ahora está, más que hagan una casilla en la que pongan. Tiempo vendrá que en este lugar se haga una iglesia y una casa muy notable y pueblo asaz grande”.
Siguiendo el mandato de la Señora, marchó a Cáceres para avisar al clero. Cuando llegó a su casa, encontró a su mujer llorando por un hijo que acababa de fallecer. El pastor encomendó su pena a la Señora y el hijo muerto volvió a la vida. Este prodigio, difundido por la ciudad, fue suficiente para persuadir a los clérigos de la verdad de su aparición. Así, acompañando al vaquero por sendas abruptas, peregrinaron al lugar del milagroso suceso, donde excavaron la roca y encontraron la imagen de María con algunos objetos y documentos que probaban el origen de este icono glorioso. Dicha imagen había sido escondida por unos cristianos de Sevilla durante la Reconquista en su huida de la invasión árabe. Construyeron allí una pequeña ermita y entronizaron en ella la prodigiosa efigie. Entonces María recibió un nuevo nombre: GUADALUPE, que significaría “río escondido”, porque en sus márgenes acontecieron la aparición de Nuestra Señora y el encuentro de su imagen.
HISTORIA Los relatos y sucesos relacionados con la Virgen de Guadalupe llegan a oídos del rey Alfonso XI, que visita el lugar a mediados del siglo XIV y relata la existencia de una pequeña ermita de Santa María. Sería él quien le otorgara la magnificencia que posee. El rey concede una serie de términos y dona el dinero necesario para la construcción de una iglesia, que poco a poco va adquiriendo mayor importancia por la implicación del monarca con la Virgen de Guadalupe. A finales del siglo XIV el rey Juan I entrega a la Orden de los Jerónimos la iglesia del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Ya en el siglo XV es Isabel la Católica la que se implica de una forma personal con la Virgen de Guadalupe y visita en numerosas ocasiones el santuario. Jugó un importante papel en el descubrimiento de América. Tanto es así que Cristóbal Colón bautizaría a una isla del Caribe exactamente con ese mismo nombre: Guadalupe.
Entre los siglos XIV y XVIII los jerónimos llevan a cabo numerosas ampliaciones sobre el edificio original, utilizando preferentemente mampostería y ladrillo, formando un conjunto cerrado con aspecto de fortaleza, con la idea de preservar las riquezas que se guardaban en el interior. La exclaustración de 1835 marcó el fin de la Orden Jerónima en Guadalupe. A partir de entonces el santuario quedó convertido en parroquia secular de la archidiócesis de Toledo, servida por sacerdotes diocesanos, que cumplieron con fidelidad su cometido desde 1835 hasta 1908. En este período el santuario fue declarado Monumento Nacional en 1879 y Nuestra Señora de Guadalupe fue declarada Patrona de Extremadura en 1907. En 1908, la Orden Franciscana recibió el encargo de restaurar la vida, edificaciones, instituciones y obras de arte de este singular monumento. Convertido el monasterio en convento franciscano, la Orden se impuso la tarea de levantar ruinas, y de rescatar las partes del monasterio que habían sido enajenadas.
En su arquitectura predomina el estilo mudéjar con elementos góticos, renacentistas y barrocos. Su construcción se ha desarrollado a lo largo de los siglos XIII al XVIII. Es una mezcla de templo, alcázar y fortaleza.
Puertas de arquivoltas muy apuntadas superadas por tímpanos y marcos rectangulares.
Puertas de bronce, obra de Pablo de Colonia, representan escenas de las vidas de Jesús y María
El Monasterio de Guadalupe es una de las obras cumbres del gótico mudéjar.
CLAUSTRO MUDÉJAR Forma un edificio casi cuadrado. Fue construido en el siglo XIV durante el priorato del padre Yáñez (1389-1412). Tiene dos plantas de forma irregular, con arcos desiguales típicamente almohades. Un pretil con arcos calados recorre la planta baja. En el centro del jardín alza su elegancia un airoso Templete, de planta cuadrada, lo más típico y genial del gótico-mudéjar de este monasterio, erigido en 1405 bajo la dirección de fray Juan de Sevilla.
El gran claustro mudéjar del Monasterio de Guadalupe es de espectaculares dimensiones. Tiene forma de cuadrilátero con dos pisos abiertos con arcos apuntados de herradura sobre pilares ochavados. La utilización de los colores rojo y blanco en la decoración de estas arquerías de ladrillo dan al conjunto una gran vistosidad.
EL CLAUSTRO GÓTICO De forma rectangular, con tres órdenes de arcos, sobresaliendo por su ornamentación, lujosa en calados, los del piso principal. Las galerías son esbeltas, dominando la elegancia del flamígero sobre el gótico-mudéjar. En el centro hay un pozo-cisterna obra de Juan Torrollo. Siglo XVI. Actualmente es la Hospedería del Monasterio.
EL TEMPLO El recinto del templo ocupa una superficie de 1.170 metros cuadrados, es de estilo gótico-mudéjar. Primero se construyó la iglesia a partir de la ermita primitiva y se le fueron añadiendo varias construcciones después de la batalla del Salado (1340). En el siglo XVIII se introdujeron algunas reformas barrocas de la mano de Manuel de Lara Churriguera, que más tarde hubo que deshacer, en parte, para devolver la primitiva luminosidad al templo, aunque no se pudieron recuperar los frescos originales. El retablo del altar mayor esta hecho en madera de borne. A ambos lados de la capilla mayor se ubican los sepulcros de la reina María de Aragón y de su hijo Enrique IV, cuyos cuerpos momificados descansan detrás del retablo. El sagrario, una bellísima joya histórica, fue hasta su donación un escritorio de Felipe II del siglo XVI, la sillería del coro formada por dos plantas está trabajada en madera de nogal y es del siglo XVIII, el coro posee un grandioso Órgano construido por la Casa Walcker de Alemania en1924.
Realizado en el primer tercio del siglo XVII, durante el reinado de Felipe III, el Retablo Mayor debe su traza al arquitecto especializado en retablos Juan Gómez de Mora. Giraldo Merlo se encargó de su construcción así como de los trabajos de escultura, en los que también colaboró el hijo de El Greco, Jorge Manuel Theotocopoulo. Gonzalo Marín y Gaspar Cerezo lo doraron, mientras que los pintores Vicente Carducho y Eugenio Cajés realizaron los seis grandes cuadros. Fue inaugurado el 20 de octubre de 1618.
Escritorio donado por Felipe II en 1589, actual sagrario del altar mayor.
Una de las rejasmás hermosas de España, separa el crucero de las naves. Obra admirable de forja, es de varales entorchados a la manera gótica, y con remates y cresterías primorosamente caladas, que llevan los escudos de la Virgen y de San Jerónimo. Fue labrada por dos frailes dominicos, Fray Francisco de Salamanca y Fray Juan de Ávila, en el año 1510.
Facistol de bronce del siglo XVI Coro . Atril de bronce con Cantoral miniado
Órgano menor Órgano monumental El coro tiene un grandioso órgano monumental, construido por la Casa Walcker de Alemania en 1924 y restaurado a fondo en 1993 por la misma casa dentro de las mismas cajas barrocas del siglo XVIII. También tiene este coro un órgano menor, reconstruido en 1986 por el organero don José Antonio Azpia
Los Reyes Católicos sintieron especial atracción por el Monasterio de Guadalupe. Instalaron en él unos de los primeros Tribunales de la Santa Inquisición para perseguir a los judaizantes instalados entre sus propios frailes.
EL CAMARÍN Es la estancia más sorprendente del Monasterio. Es una maravilla del barroco español, tiene forma de cruz griega y fue construida por Francisco Rodríguez que, tras ocho años de intenso trabajo, la terminó en 1696. El decorado fue completado entre 1736 y 1739. En las oquedades de cada uno de los cuatro pilares hay dos hornacinas separadas por escudos y, en ellas, están las esculturas barrocas de las Mujeres Fuertes de la Biblia: María la profetisa, Débora, Jael, Sara, Ruth, Abigail, Esther y Judith que fueron colocadas en 1736. En ese mismo año Pedro José de Uceda, pintor sevillano, decoró los muros del camarín con numerosas alegorías marianas. En el testero de los ábsides, decoran el recinto nueve cuadros de Lucas Jordán que fueron realizados por encargo de Carlos II : Inmaculada Concepción, Natividad, Presentación, Desposorios, Anunciación, Visitación, Huida a Egipto, Familia de Nazaret y Asunción de María. Los duques del Infantado ofrecieron en 1731 la lámpara de cristal de roca de Bohemia que completa la ornamentación del camarín. La Edípula del trono de Nuestra Señora fue construido en 1953, según los planos del arquitecto don Luis Menéndez Pidal. En la parte alta interior, sobre la puerta, aparece el escudo de España y en otros compartimentos, los escudos de varios conquistadores y descubridores del Nuevo Mundo.
El camarín de la virgen, de estilo barroco, contiene pinturas de Luca Giordano .
Camarín de la Virgen de Guadalupe. Lienzo de Lucas Jordán
Virgen de Guadalupe. Talla original primitiva. De autor desconocido, tallada en madera de cedro a finales del siglo XII, sedente y con el Niño en su regazo. La imagen está policromada y su tez es morena.
Pertenece al grupo de Vírgenes Negras de la Europa Occidental de los siglos XI-XII. La Virgen de Guadalupe despierta una gran devoción y fue coronada canónicamente como Reina de las Españas el 12 de octubre de 1928.
Desde el siglo XIV esta talla románica aparece vestida y ataviada con una corona y un cetro.
MUJERES FUERTES DE LA BIBLIA Ruth Judith María Sara Esther Jael Abigail Débora
LA SACRISTÍA La Sacristía del Monasterio de Guadalupe (1638-1645) es una nave rectangular dividida en cinco bóvedas de medio punto sostenidas por pilastras de orden toscano. Decorada con 8 lienzos de Francisco Zurbarán, el pintor más insigne del Monasterio, exhibe en sus bóvedas y muros pinturas al temple de indiscutible mérito artístico, obra barroca de Manuel Ruiz y fray Juan de la Peña. Es considerada como la “Capilla Sixtina Extremeña” por su belleza. En la Sacristía está presente tanto lo divino como lo humano. En la vertiente humana, se aprecian, a la entrada, los lienzos La visión de Fray Pedro de Salamanca y Retrato de Fray Gonzalo de Illescas. Y en la vertiente de lo divino, La visión de Fray Andrés de Salmerón y las Tentaciones de Fray Diego de Orgaz.Las virtudes también están representadas en esta Sacristía: la caridad en Fray Martín de Vizcaya dando limosna a los necesitados y la esperanza en la buena muerte reflejada en el lienzo Fray Juan de Carrión. También encontramos al Padre Cabañuelas y a Fray Fernando Yáñez que destacan la bondad de las virtudes de la vida religiosa.