10 likes | 155 Views
USO de ANTIPSICÓTICOS FUERA de FICHA TÉCNICA en una UNIDAD de SALUD MENTAL HOSPITALARIA OFF-LABEL USE OF ANTIPSYCHOTICS IN A MENTAL HEALTH HOSPITAL WARD. MJ Pedrosa-Martínez 1 ; JM Romero-Sánchez 1 ; E Pacheco-Rodríguez 1 ; J Elorza Guisola 2 ; M Saldaña-Valderas 3 ;
E N D
USO de ANTIPSICÓTICOS FUERA de FICHA TÉCNICA en una UNIDAD de SALUD MENTAL HOSPITALARIAOFF-LABEL USE OF ANTIPSYCHOTICS IN A MENTAL HEALTH HOSPITAL WARD • MJ Pedrosa-Martínez1; JM Romero-Sánchez1; E Pacheco-Rodríguez1 ; J Elorza Guisola2 ; M Saldaña-Valderas3; • Unidad de Gestión Clínica de Farmacología Clínica Intercentros. Servicio de Farmacología Clínica. Hospital Universitario de Puerto Real. • Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental. Hospital Universitario Puerto Real. • Unidad de Gestión Clínica de Farmacología Clínica Intercentros. Servicio de Farmacología Clínica. Hospital Universitario Puerta del Mar. INTRODUCCIÓNY OBJETIVOS • La práctica psicofarmacoterapéutica, al igual que otras, se asienta sobre datos previos obtenidos en estudios controlados, pero los hábitos de prescripción en la práctica habitual pueden seguir patrones de uso no necesariamente validados. Así pues, podemos encontrar actitudes diversas frente a la emergencia de nuevas indicaciones para medicamentos ya en uso, como por ejemplo la utilidad de la medicación antipsicótica en pacientes adultos con retraso mental leve y comorbilidad psiquiátrica (1), patrones muy variados en el empleo de asociaciones de antipsicóticos (AP) (2) e incluso criterios diferentes para la selección, dosificación y márgenes de tolerancia de los mismos agentes (3). • La introducción hace años de los “AP atípicos” ha generado numerosos estudios de eficacia hasta hallar, cada uno de ellos, su lugar en la práctica habitual. A pesar de ello encontramos en nuestro anterior estudio (3) indicios razonables de prácticas dudosas. Así, a pesar de la elevada prevalencia en el uso de asociaciones de AP, encontramos que esta práctica está lejos de haber sido evaluada para numerosas ocasiones (4). En ciertas circunstancias puede ser razonable el uso simultáneo de dos o más AP: 1. durante el cambio de uno a otro en casos de efectos adversos inasumibles o eficacia inadecuada. 2. búsqueda de efectos diversos, combinando agentes de perfiles neurobiológicos nítidamente dispares. Sin embargo, que la eficacia pueda aumentar con el uso combinado, no está suficientemente documentado. Mas aún, la evidencia de seguridad y costo-eficiencia es más precaria. • Otro problema es la utilización de la medicación AP Fuera de Ficha Técnica (FFT) (5). Le realización de seguimientos descriptivos del perfil prescriptor permitiría dimensionar correctamente la envergadura de este problema. Naturalmente la asignación diagnóstica no se establece con márgenes de certeza en el inicio de los tratamientos, por ello puede ser de interés describir las razones documentadas del uso de AP en el marco de la Unidad de Salud Mental Hospitalaria y conocer la evolución de éstas a lo largo de la estancia. • OBJETIVO PRINCIPAL: • Describir la prevalencia del uso de AP FFT, los tipos de uso FFT y los AP implicados en una Unidad de Salud Mental Hospitalaria. • OBJETIVO SECUNDARIO: • Describir el perfil de prescripciones de AP en la unidad y de los pacientes a los que se les pautaron. Los gráficos recogen las dosis de AP prescritas como tratamiento de base y condicionales, es decir, aquellos prescritos para uso en situaciones clínicas concretas emergentes. En ambos casos se expresan en DDD/100 camas-día. Deben añadirse las siguientes dosis de AP depot: Fluflenazina:0 ,02131; Quetiapina: 0,000058; Risperidona: 0,14030 y Zuclopentixol: 0,03130 DDD/100 camas-día. Un 63% de los pacientes sufren cambios en las prescripciones de AP, con una media 1,37 ± 1,53 cambios por paciente. Un 9,5% de los pacientes reciben además fármacos reguladores del humor, el 89,04% hipnóticos y el 23,28% antidepresivos. Un 33,5% de las prescripciones se encontraban FFT, un 60% del total por indicación y un 40 % por dosis. La siguiente gráfica resume los AP más prescritos FFT, acompañado del porcentaje del total de prescripciones en esa condición de cada AP. PACIENTES Y MÉTODO Estudio descriptivo prospectivo de las prescripciones de AP realizadas en una Unidad de Salud Mental Hospitalaria (USMH) con 30 camas realizadas durante el periodo de 2 meses. Se han recogido variables relativas a los pacientes: sexo, edad, ingresos anteriores, días en el episodio actual y diagnóstico en el informe de alta. Se codificaron todas las prescripciones pautadas por un total de 8 prescriptores, revisadas a partir de la propia historia clínica y hojas de tratamiento desde el ingreso hasta el alta, recogiendo: 1. Fármaco 2. Motivo de la prescripción 3. Dosificación 4. Duración, 5. Modificaciones (en dosis, sustituciones o adicción de otros). En cada prescripción se evaluó FFT y, en caso positivo el motivo (indicación, dosis, vía de administración, edad). Asimismo se recogieron las asociaciones. Para el análisis de los datos se han utilizado estadísticos descriptivos realizados con el programa SPSS v.17. RESULTADOS Se han considerado un total de 224 prescripciones en 73 pacientes. La edad media de éstos fue de 39,73±13,33 años y el 63% eran hombres. El número de reingresos en una USMH fue 2,19±1,44. La estancia media del episodio actual fue de 14,12±12,09 días. Los diagnósticos principales se resumen en la siguiente tabla agrupados según categorías DSM-IV: DISCUSIÓN Un porcentaje considerable del empleo no se atiene a la ficha técnica y, entre ellos, el uso para indicación no reconocida destaca notablemente. Los AP de mayor uso son los que se prescriben FFT en mayor grado. La realidad de la práctica asistencial en dispositivos de tercer nivel, ¿da lugar a situaciones y necesidades terapéuticas no cubiertas aceptablemente si el terapeuta se atiene a las indicaciones autorizadas? o ¿habría que aceptar que estas tasas de empleo FFT responden a una mala práctica?. El desajuste entre la indicación y el diagnóstico podría explicarse porque, en buena medida, la medicación inicialmente se usa con objetivo terapéutico sintomático y la necesidad de rapidez en la respuesta, mientras que el diagnóstico se perfila con posterioridad. Por otra parte, el empleo de asociaciones de AP parece demandar estudios y guías de consenso para sustentar esta práctica sobre bases mas sólidas. Este proyecto ha sido financiado por el Ministerio de Sanidad, Igualdad y Política Social en la Convocatoria de Ayudas para la Investigación Independiente del año 2010. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 1. Centorrino F., Goren J. L., Hennen J. , Salvatore P., Kelieher J.P. , Baldessarini R. J. Multiple versus single AntipsychoticAgentsforHospitalizedPsychiatricPatients: Case-Control Study of Risks versus benefits. AmJPsychiatry 2004;161 (4):700-706. 2. Botvinik L., CheeNg., Schweitzer I. Audit of antipsychoticprescribing in a privatepsychiatric hospital. AustralasianPsychiartry 2004;12(3):227-233. 3. Botvinik L., CheeNg., Schweitzer I. Audit of antipsychoticprescribing in a privatepsychiatric hospital. AustralasianPsychiartry 2004;12(3):227-233. 4. Sorensen L., Nielsen B., Stage K., Brosen K., Damkier P. Implementation of a rationalpharmacotherayinterventionforinpatienst at a psychiatricdepatament. Nord J Psychiatry 2008; 62(39:242-249. 5. Real Decreto 1015/2009, de 19 de junio, por el que se regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales. CONTACTO: farmacologia.clinica@uca.es HOSPITAL UNIVERSITARIO DE PUERTO REAL