1 / 19

Octavo mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás

Octavo mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás. Toda persona está lla- mada a la sinceirdad y a la veracidad en el hacer y el hablar. Cada uno tiene el de- ber de buscar la ver- dad y adherirse a ella. En Jesucristo, la verdad

dayo
Download Presentation

Octavo mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás

An Image/Link below is provided (as is) to download presentation Download Policy: Content on the Website is provided to you AS IS for your information and personal use and may not be sold / licensed / shared on other websites without getting consent from its author. Content is provided to you AS IS for your information and personal use only. Download presentation by click this link. While downloading, if for some reason you are not able to download a presentation, the publisher may have deleted the file from their server. During download, if you can't get a presentation, the file might be deleted by the publisher.

E N D

Presentation Transcript


  1. Octavo mandamiento: No darás falso testimonio ni mentirás

  2. Toda persona está lla- mada a la sinceirdad y a la veracidad en el hacer y el hablar. Cada uno tiene el de- ber de buscar la ver- dad y adherirse a ella. En Jesucristo, la verdad de Dios se ha manifestado íntegramente: Él es la verdad. Quien le sigue vive en el Espí- ritu de la verdad y rechaza la doblez, la simulación y la hipocresía.

  3. El cristiano debe dar testimonio de la ver- dad evangélica en to- dos los campos de su actividad pública y privada. Incluso con el sacrificio, si es necesario, de su propia vida. El martirio es el testimonio supremo de la verdad de la fe.

  4. El octavo mandamiento prohibe: El falso testimonio, el per- jurio, la mentira, cuya gravedad depende de la naturaleza de la verdad que deforma, de las intenciones y de los daños ocasionados. El juicio temerario, la maledicencia, la di- famación y la calumnia, que perjudican o destruyen la buena reputación y el ho – nor, a los que tiene derecho toda persona.

  5. El halago, la adulación o la complacencia, sobre todo si están orientados a pecar gravemente o para lograr ventajas ilícitas. Una culpa cometida contra la verdad debe ser repara- da, si ha causado daño a otro.

  6. El octavo mandamiento exige el respeto a la verdad, acom- pañada de la discreción de la caridad. En la comunicación y en la infor- mación que deben valorar el bien personal y común, la defensa dé la vida privada y el peligro del escándalo. En la reserva de los secretos profesionales, que han de ser siempre guardados, salvo casos ex – cepcionales y el respeto a las confidencias he- chas bajo la exigencia de secreto.

  7. La información a través de los medios de comunicación social debe estar al servicio del bien co- mún, y debe ser siempre veraz en el contenido e íntegra, salvan- do la justicia y la caridad. Debe también expresarse de manera honesta y conveniente, respe – tando escrupulosamente las leyes morales, los legítimos de- rechos y la dignidad de las per- sonas.

  8. La verdad es bella por sí misma. supone el esplendor de la belleza espiritual. Existen numerosas for- mas de expresión de la verdad, en particular en las obras de arte. Son fruto de un talento donado por Dios y del esfuerzo del hom- bre.

  9. El arte sacro, para ser be- llo y verdade- ro, debe evo- car y glorifi- car el Miste- rio del Dios manifesta- do en Cristo. Y llevar a la adoración y al amor de Dios Creador y Salvador, excelsa Belleza de Verdad y Amor.

  10. Noveno mandamiento: No consentirás pensamientos ni deseos impuros

  11. El noveno mandamiento exige vencer la concupis- cencia carnal en los pen- samientos y en los deseos. La lucha contra esta con- cupiscencia supone la purificación del corazón y la práctica de la virtud de la templanza.

  12. El noveno mandamien- to prohíbe consentir pensamientos y deseos relativos a acciones prohibidas por el sex – to mandamiento.

  13. El bautizado, con la gracia de Dios y luchando contra los deseos desordenados, alcanza la pureza del co- razón mediante la virtud y el don de la castidad. La pureza de intención, la pureza de la mirada exte- rior e interior, la discipli- na de los sentimientos y de la imaginación y con la o- ración.

  14. La pureza exige el pudor que, preser- vando la intimidad de la persona, ex – presa la de licadeza de la castidad y regula las miradas y gestos, en confor- midad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas. El pudor libera del difundido erotismo y mantiene alejado de cuanto favore- ce la curiosidad morbosa. Requiere una purificación del ambiente social, mediante la lucha contra la per- misidad de las costumbres.

  15. Décimo mandamiento: No codiciarás los bienes ajenos

  16. Este mandamiento exige una actitud interior de respeto en relación con la propiedad a- jena y prohibe la avaricia, el deseo desordenado de los bie- nes de otros y la envidia, que consiste en la tristeza experi- mentada ante los bienes de otros y en el deseo de apro – piarse de los mismos.

  17. Jesús exige a sus discípulos que le antepongan a Él res- pecto a todo y a todos. El desprendimiento de las riquezas y el abandono a la providencia de Dios, que nos libera de la preocupa- ción del mañana. La pobreza de corazón nos prepara para la bienaventuranza de “los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos” ( Mateo 5,3 ).

  18. El mayor deseo del hombre es ver a Dios. Este es el grito de todo su ser: “Quiero ver a Dios”. El hombre, en efecto, rea- liza su verdadera y plena felicidad en la visión y bie- naventuranza de Aquél que lo ha creado por amor y lo atrae hacia sí en su in- finito amor.

  19. Presentación en POWER-POINT realizada por Violeta Vázquez para www.oracionesydevociones.info

More Related