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REFLEXIONES Y EXPERIENCIA DE UNA CICLISTA DE LA CIUDAD MÉXICO. La siguiente narración fue tomada del periódico Milenio México, el 15 de julio de 2009, pág. 55, “El Ãngel Exterminador†Guerotix.
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REFLEXIONES Y EXPERIENCIA DE UNA CICLISTA DE LA CIUDAD MÉXICO La siguiente narración fue tomada del periódico Milenio México, el 15 de julio de 2009, pág. 55, “El Ángel Exterminador” Guerotix. Adaptación realizada por Reyortega del Grupo Bicicletero del Parque Hundido (Biciperros), de la Cd. de México.
MADREADORES DE BICICLETAS El ciclista es el último eslabón de la cadena alimenticia. No lo respetan ni los autos ni los transeúntes, y su condición lo margina de la fiesta vehicular. Esta es una historia de terror a dos ruedas
Mi cuerpo yacía tirado sobre el asfalto a nivel de cancha donde las arañas hacen su nide y observaba como el taxi que me acababa de tirar de la bici, con el espejo retrovisor se alejaba acelerando.
En ese momento, mi mayor preocupación no eran los golpes ni el hormigueo, ni las posibles fracturas. Mi prioridad era levantarme antes de que viniera otro automovilista desesperado a utilizar mis sesos como action painting, en la recién encarpetada avenida Reforma.
Desde que utilizo la bicicleta como medio de transporte esa era mi peor pesadilla: quedar toda tullida, tener que visitar de por vida, alguna clínica cochina del IMSS o que un ciudadano HIJOEPU me mandara al cielito lindo sin escalas
Si otros andan en bici ¿ porqué yo no? La distancia del Centro a Polanco no es mucha pero se vuelve kilométrica e insufrible por el tráfico. Para llegar a mi trabajo me iba en el meteoro de la línea rosa, que fue diseñado para odiar a la humanidad. Empujones, aventones, arrimones de camarón, manos muertas, olores desagradables, incluyendo el gas anónimo.
Era más complicado meterme al área de las chicas, que por lo general estaba atascadísima, así que optaba meterme con los varones. Para defenderme del enemigo, mis armas eran los tacones, con los que adquiero un tamaño mucho más intimidante, que hacía juego con mi cara de si-te-acercas-un- milímetro-te-capo, y una bolsa gigantesca para defenderme del depredador TORTEACHICAS.
Es así que decidí dar el gran paso: utilizar la bicicleta como medio de TRANSPORTE. Hasta que estas rifándote el físico te das cuenta de que no hay manera que el ciclista tenga oportunidad de sobrevivir en esta jungla voraz. Las calles están cacarizas, no hay rampas y si las hay están puestas para engrosar la cifra de atropellados.
Es raro, pero en el tiempo que llevo yéndome en bici, he visto mucho más mujeres utilizando ese medio de transporte que hombres. ¿ Las chicas ponemos el ejemplo o ya estamos hasta la madre del acoso?
Estoy viva de milagro, me duele el lado izquierdo de mi cuerpo, que tiene moretones y costras; lo más probable es que me haya lastimado el tendón de Aquiles y la confianza en ésta ciudad.
Aún así, prefiero la bici sobre todas las cosas. Llego a trabajar con la adrenalina a tope, el corazón bombeando y descendiendo mis niveles de colesterol.
Los peatones caminan erráticamente, mandan SMS mientras se desplazan y los que traen audífonos son un auténtico peligro. Los automovilistas se pasan los altos, avientan el coche, se paran en las rampas, tienen traumas infantiles de YOPRIMERO, descienden pasajeros sin fijarse ……. ..y los polis de tránsito, nulifican por completo los semáforos al darle prioridad a los autos.
Amo el olor de los tamales matutinos y la tierra mojada; me hacen sonreír los piropos y fiufius que me regalan los paseantes, el silencio de la ciudad de noche y saber que hago algo por este planeta y mi persona
¿Llegará algún día en que esta Ciudad de Méxicotome en serio la bicicletacomo medio de transporte?..... ….. Eso depende de cada uno. FIN