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El Cid. Índice. Resumen: Biografía de Rodrigo Díaz de Vivar Caminos del Cid Tipos de cantares Castillos Medievales y partes. Rodrigo Díaz de Vivar.
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Índice • Resumen: Biografía de Rodrigo Díaz de Vivar • Caminos del Cid • Tipos de cantares • Castillos Medievales y partes
Rodrigo Díaz de Vivar Rodrigo Díaz nació en Vivar, pequeña aldea situada a 7 kilómetros de la ciudad de Burgos en 1043. Hijo de Diego Laínez, noble caballero de la Corte Castellana y de una hija de Rodrigo Alvarez .Descendiente es por línea paterna de Laín Calvo, uno de los dos Jueces de Castilla. A los 15 años quedó huérfano de padre y se crió en la cote del rey Fernando I junto al hijo del monarca, el príncipe Sancho. A los 23 años obtuvo el título de Campeador al vencer en duelo personal al alférez del reino de Navarra. A los 24 años era conocido ya como Cidi o Mío Cid. Con la muerte de Sancho II en el cerco de Zamora y tras la jura de Santa Gadea tomada por Rodrigo al nuevo rey castellano,Alfonso VI, la suerte del Cid cambió y su gran capacidad fue desechada por la ira y envidia del nuevo monarca. En 1081 el Cid es desterrado por primera vez de Castilla. 300 de los mejores caballeros castellanos le acompañaron en tan difícil situación. Esta etapa duró unos 6 años los cuales fueron aprovechados por Rodrigo y sus hombres para hacer de Zaragoza su cuartel general y luchar en el Levante. Vuelve a Burgos en 1087 pero poco duró su paz con el rey por lo que marchó de hacia Valencia donde se convirtió en el protector del rey Al-Cádir y sometió a los reyezuelos de Albarracín y Alpuente. El almorávide Yusuf cruza en 1089 el estrecho de Gibraltar y el rey Alfonso pide ayuda al caballero castellano, pero por una mal entendido entre ambos surge una nueva rencilla entre el rey y su leal súbdito y el monarca le destierra por segunda vez en 1089. En los diez años siguientes, la fama del Cid se acrecentó espectacularmente al contrario que el reinado del rey. En menos de un año el Cid se hizo señor de los reinos moros de Lérida, Tortosa, Valencia, Denia, Albarracín, y Alpuente.
El camino del Cid en la provincia de Burgos. Desterrado por su rey Alfonso VI, el Cid se ve obligado a dejar las tierras castellanas con la orden de plazo de nueve días. Abandona el reino acompañado por su mujer, sus dos hijas y un reducido grupo de parientes y amigos. El Cid se encamina así hacia el destierro, que le llevará por tierras musulmanas hasta Valencia. En la provincia de Burgos, el Camino del Cid tiene cuatro paradas importantes: Vivar del Cid, patria chica del Campeador: Burgos, ciudad de abundantes referencias cidianas; el Monasterio de San Pedro de Cardeña, igualmente ligado a la figura mítica del Cid; y Spinaz de Can, el paraje en el que el Cid acampó camino del destierro, y que algunos autores sitúan en el entorno de Pinarejos.
El Camino del Cid en la provincia de Soria. Este primer tramo del Camino del Cid de Soria nos llevará por las tierras noroccidentales y meridionales de la provincia soriana. Concretamente, llega desde Burgos (Brazacorta) por el noroeste de la provincia, por Alcoba de la Torre y Alcubilla de Avellaneda para llegar a la emblemática villa de San Esteban de Gormaz. Aquí hace una incursión hacia el oeste para alcanzar la muy cidiana localidad de Castillejo de Robledo, donde el Cantar sitúa la Afrenta de Corpes, uno de los hechos básicos del Poema de Mio Cid. De nuevo de vuelta a San Esteban de Gormaz, la ruta desciende zigzagueante pasando por otros no menos emblemáticos lugares como Burgo de Osma, sede episcopal desde la reconquista; Gormaz, con su impresionante fortaleza califal y Berlanga de Duero, uno de los preciosos conjuntos histórico artísticos de Soria.
El Camino del Cid en la provincia de Guadalajara. Guadalajara es una de las provincias en que más kilómetros recorre el llamado Camino del Cid. Dicho trazado, por tierras alcarreñas, se divide en dos etapas perfectamente diferenciadas: una primera, coincidente con el episodio del Destierro del Cantar y cuyos escenarios tienen lugar en el sector norte de la provincia; y una segunda en la que, tras recorrer tierras sorianas y aragonesas, vuelve a adentrarse brevemente en la provincia por su tramo oriental para recorrer las tierras de Molina. El Camino del Cid se adentra en Guadalajara, tras recorrer la provincia de Soria, a través de la localidad de Miedes de Atienza, discurriendo a continuación por las villas de Atienza, Jadraque, Sigüenza y Alcolea del Pinar, donde toma dirección norte para, superando Anguita, Luzón y Maranchón, penetrar brevemente de nuevo en Soria por Medinaceli y encaminarse hacia Aragón por Ariza.
El Camino del Cid en la provincia de Zaragoza. El Camino del Cid en Zaragoza recorre las tierras suroccidentales de esta extensa provincia aragonesa; concretamente los valles de los ríos Jalón y Jucar El Camino ingresa en Zaragoza procedente de tierras sorianas tras superar los importantes enclaves cidianos de Medinaceli y Santa María de Huerta. A partir de la raya fronteriza castellano-aragonesa, el trayecto discurre paralelo a la vega del río Jalón atravesando localidades de relevancia como Ariza, Alhama de Aragón y Ateca hasta llegar a Calatayud, donde emprende dirección sur para, al amparo ahora del río Jiloca, continuar hasta la villa de Daroca, muy cerca de los límites provinciales de Teruel. Son tierras que, durante los siglos medievales, fueron escenario de encarnizadas batallas tanto entre cristianos y musulmanes inmersos de lleno en el proceso de Reconquista; como entre las coronas castellana y aragonesa por distintas disputas y conflictos de carácter fronterizo, de ahí que a lo largo del Camino, sean numerosas las fortalezas y torres defensivas que vamos a encontrar.
El Camino del Cid en la provincia de Teruel. La de Teruel es una de las provincias que más kilómetros abarca del total de la ruta cidiana ya que, según reza el poema épico, tanto el caballero castellano como sus huestes surcaron gran parte del actual suelo turolense comenzando por el norte provincial, continuando por los territorios más occidentales para, tras atravesar la capital, emprender camino hacia Levante al encuentro del Mediterráneo. Superadas las tierras zaragozanas de Calatayud y Daroca y siempre a la vera del Jiloca, el Camino del Cid penetra en Teruel a la altura de San Martín del Río, desde donde, tras describir un arco en dirección oeste atravesando localidades como Calamocha, Caminreal o Monreal del Campo, abandona la provincia para adentrarse en Guadalajara y dirigirse a Molina de Aragón, plaza en la que el de Vivar siempre fue bien recibido por su fiel amigo Abengalbón. Durante esta primera etapa en territorio turolense y a la altura de Luco de Jiloca, el Camino del Cid recrea en el conocido como "Anillo de Montalbán" las correrías de las tropas cidianas por la actual comarca de las Cuencas Mineras, cuyo colofón es la monumental villa montalbina, donde se ubicaba una de las sedes con que contó la Encomienda Mayor de Santiago en la Península Ibérica.
El Camino del Cid en la provincia de Castellón. La de Castellón es la primera de las tres provincias valencianas que, según el Cantar, atravesó Rodrigo Díaz de Vivar en su Camino del Destierro hacia Valencia. Son en total, sumando la vía principal más anillos y ramales, nada menos que 300 los kilómetros que la ruta cidiana recorre por tierras castellonenses, todos ellos a través de maravillosos paisajes y atravesando localidades de enorme interés histórico y artístico. El Camino del Destierro propiamente dicho ingresa en la provincia de La Plana a la altura de Puebla de Arenoso, desde donde desciende a través de las tierras del Alto Mijares y del Alto Palancia para, pasado Sot de Ferrer, acceder a la vecina Valencia camino de la importante plaza de Sagunto, ya en el litoral Mediterráneo.
El Camino del Cid en la provincia de Valencia. El Camino del Cid, ya prácticamente en su parte final, recorre de norte a sur la provincia de Valencia; constituyendo, sin lugar a dudas, una de las fases más relevantes de la ruta cidiana tanto por su importancia histórica dentro del proceso de Reconquista cristiana de la Península Ibérica, como por una serie de episodios acaecidos en el territorio que contribuyeron decisivamente a la forja de una leyenda en torno a la personalidad de Rodrigo Díaz de Vivar. Desde las tierras castellonenses del Alto Palancia, ingresa el Camino del Cid en la provincia de Valencia por su extremo norte, recorriendo en primera instancia y en dirección Este, la comarca del Campo de Murviedro, así llamada por la nomenclatura medieval de su capital, Sagunto.
El Camino del Cid en la provincia de Alicante. El Camino del Cid en Alicante es el último tramo de esta ruta histórico-cultural que naciendo en el corazón de l a Castilla Vieja atraviesa cientos de kilómetros por algunas de las comarcas castellanas, aragonesas y valencianas más bellas y monumentales. La conquista de Valencia por Rodrigo Díaz de Vivar no se limitó a la ciudad sino que se extendió a los dominios de la vieja Taifa. Según la Historia Roderici, el segundo destierro del Campeador se originó tras la orden del monarca Alfonso VI al Cid de reunirse con él en Villena para defender la fortaleza de Aledo de las tropas almorávides de Yusuf. Sin que se sepan las razones exactas, el Cid llegó unos días tarde a su cita con el rey leonés que, aconsejado por algunos nobles cortesanos, decidió aquella represalia contra el burgalés. Ciertamente esta ruta por tierras alicantinas atraviesa territorios y poblaciones del interior, ricas en historia y patrimonio monumental siguiendo buena parte del curso del río Vinalopó. Nada de lo que tópicamente consideramos de la costa alicantina encontraremos aquí, completamente ajenos de los rascacielos y las playas.
El Cantar de Mío Cid La obra se divide en tres cantares: 1. El Cantar del Destierro, narra cómo el Cid es injustamente desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI. Antes de marchar, deja a su mujer e hijas en el Monasterio de Cardeña. Para mantener a su pequeño ejército, su lugarteniente Martín Antolínez consigue dinero de manera más o menos fraudulenta de los judíos. Se encamina hacia la frontera de Castilla y establecen su plan para derrotar a los moros. 2. El Cantar de las Bodas, narra como el Cid, que había logrado someter al Conde de Barcelona, marcha sobre Valencia logrando colocar su estandarte en el alcazar. El rey le concede el permiso para que su familia se reuna con él. Los Infantes de Carrión, atraídos por la riqueza del Cid, piden a sus hijas, Elvira y Sol en matrimonio, logrando la aceptación del rey del Cid.3. El Cantar de la Afrenta de Corpes, narra cómo los infantes, para vengarse de los insultos de los hombres del Cid, se muestran cobardes y brutales agrediendo a sus esposas en el robledo de Corpes a su regreso a Castilla. El Cid demanda venganza a Alfonso VI quien convoca las Cortes de Toledo. Los infantes son vencidos en un duelo y las hijas del Cid se vuelven a casar con los Infantes de Navarra y Aragón. El Cid muere en Valencia cubierto de gloria, con valentía y honor.
Barbacana Es una obra de fortificación situada frente a las murallas y protegiendo una puerta de acceso.
Torre del homenaje Es la torre principal del castillo, residencia de los responsables del mismo, normalmente la más alta y fuerte, y estaba situada en el lugar de más fácil defensa.
Foso Trinchera excavada frente a los muros de una fortificación. Su misión principal era impedir que las máquinas de asalto se aproximaran a los muros.
Rastrillo Suele ser una pesada reja, rematada abajo en puntas que formaba parte de las fortificaciones de la puerta, junto al puente levadizo y la barbacana.
Almenas Tenían como función proteger a los defensores, algunas tenían orifcios, como troneras (para las armas de fuego) o saeteras (para lanzar armas arrojadizas
Adarve Camino de ronda, donde se parapetaban los defensores.
FIN Hecho por: Luis Durango Ishara Banyembaka