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Las promesas. Recuerdo que cuando aprendí a leer y escribir me costó un poco memorizar el abecedario: un montón de letras solas, colocadas en fila, aburridas y algo sosas. Eso sí, cuando aprendí a unir las letras, a formar palabras y luego frases… ahí la cosa cambió.
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Recuerdo que cuando aprendí a leer y escribir me costó un poco memorizar el abecedario: un montón de letras solas, colocadas en fila, aburridas y algo sosas. Eso sí, cuando aprendí a unir las letras, a formar palabras y luego frases… ahí la cosa cambió. ¡Me lo empecé a pasar fenomenal!
Podía comunicarme, saludar a las personas, pedir las cosas por su nombre… Descubrí que las letras me gustan cuando se dan la mano y juegan entre ellas para formar miles de palabras diferentes. ¡Una experiencia fantástica!
Poco a poco empecé a escuchar algunas palabras que no me parecían nada fantásticas… más bien sonaban feas. Me refiero a esas palabras que hacen pupa como cuando te clavas una aguja de coser que mamá o papá han dejado sobre la mesa; o que pinchan como la barba de algunos señores sin afeitar, como el tío de mi amigo Pepe; y tan oscuras como una noche de tormenta. Todas estas… ¡te aseguro que no me gustan! Me gustan más las palabras, como diría yo… suaves como el algodón, o alegres como una sonrisa, o sonoras como una campanada.
¿Quieres saber cuáles son mis palabras favoritas? ¡¡LAS PROMESAS!! ¡Sí! Porque son palabras que llevan esperanza y me parece que saben como a bizcocho de chocolate, y además son como una buena medicina cuando tienes el corazón triste, asustado, o preocupado.
En mis viajes alrededor del mundo, he descubierto que a mis amigos de distintos países, también les encantan las promesas. Especialmente las promesas de mi amigo Jesús; porque Él no sólo dice palabras bonitas… ¡¡sino que además las cumple!!
Por eso, sus palabras, que hacen mucho bien, se traducen a todos los idiomas del mundo, para que todos los niños y niñas puedan ser más felices.
¡¡Ésta es mi promesa favorita!! “No tengas miedo, yo estoy contigo”
Y ahora… con ayuda de mis amigos, te voy a enseñar otras cuantas.
“Mis ojos están puestos en ti. Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir. Salmos 32:8
Guinea Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda. Salmos 37:4-5
Llámame y te responderé, y te anunciaré cosas grandes y misteriosasque tú ignoras. Jeremías 33:3
Yo (Jesús) estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20 Camerún