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Adviento. P. Yves Perraud. Gritos. de Adviento. Adviento es la preparación a la venida de Jesús para salvarnos y darnos Vida HOY. Muchas veces, la religiosidad popular deposita su confianza en ciertas expresiones como los santos, medallas, estampitas, o novenas milagrosas.
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Adviento P. Yves Perraud
Gritos de Adviento Adviento es la preparación a la venida de Jesús para salvarnos y darnos Vida HOY
Muchas veces, la religiosidad popular deposita su confianza en ciertas expresiones como los santos, medallas, estampitas, o novenas milagrosas.
Incluso, algunos símbolos religiosos son referentes de identidad, o también, son utilizados a manera de amuletos. Pregunta ingenua: Tatuarte a la Virgencita de Guadalupe ¿te transforma como persona?
Aunque nos tatuáramos todo el cuerpo con imágenes santas, si no hay un ideal de vida y una fe más profunda, el tatuaje no provoca el cambio ni la transformación interna.
Así es como a los amuletos, religiosos o de otro tipo, nos encomendamos para tener buena suerte. Incluso los que andan en malos pasos, resultan ser muy devotos. Todos ponen veladoras a la imagen que les cumpla el milagrito o nos saque del apuro.
Nuestra vida es frágil, pende de un hilo y a cada instante está expuesta al sufrimiento y a la muerte. No somos eternos, algún día de algo tendremos que morir. Además, el Mal contiene una amenaza de muerte, de dolor, de destrucción y sufrimiento. Pero si el mal existe es por la libertad del ser humano. ¿Qué quiero elegir? ¿Sembrar vida o sembrar muerte?
Dios no es el culpable de lo que nos pasa! Dios mismo no podrá hacer nada! No podrá cambiar nuestra realidad ni cambiarnos a nosotros si nosotros no queremos. Nos da la mano: ¿ queremos tomarla?.
Dios se repliega • - como un entrenador - • para que la persona ejerza su libertad • -no se meterá a la cancha- Dios no mete los penaltis que a nosotros nos corresponde meter.
Gritos del adviento ¡Ven, Señor! ¡No tardes!
Gritos de los salmos En el exilio, nos sentamos a llorar y a recordar nuestra familia; sentimos el corazón triste y desolado, Señor Dios nuestro, y ahora, despojados de todo, sin nada, sólo nos quedas tú. [salmo 136]
Gritos de los migrantes Acuérdate, Señor, de muestras casas dejadas en la montaña; bendice nuestros hijos que crecen sin el cariño de unos padres; sé tú misericordia y compasión con los pobres alejados, y mantén sus vidas en pie, siempre en pie, hasta el regreso. [salmo 136]
Juntos decimos: Oh Dios, danos un corazón justo, un corazón sincero que busque siempre el bien de todos y no se esconda con el egoísmo. Oh Dios, danos un corazón inocente y limpio, capaz de olvidarse de si y preocupado por los hermanos. [salmo 7]
Aquí estoy, Señor, en la esquina, sin camino; mis pasos buscan tus huellas donde poner mis pisadas, la vida y la muerte están ante mí como un reto; el bien y el mal se cruzan en mi corazón que sin descanso busca, pide y llama. [salmo 1]
Da paz a mi corazón oprimido y angustiado; devuelve la calma a mi alma hundida en profunda noche; sálvame por tu amor, que me siento perdido y solo; sácame de esta situación que me llena de tristeza. [salmo 6]
“Quiero un templo, para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio defensa, pues yo soy su piadosa madre; Quiero que me invoquen y en mí confíen; oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias, penas y dolores. Soy su Madre!” Aprovechemos la Fiesta de la Guadalupana para sembrar vida.