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El Dios del Nuevo Testamento es un Dios misionero Rom 10:14-15 . “Una visión sin una tarea hace un visionario; una tarea sin visión, un aprendiz sin oficio ni beneficio; una visión y una tarea, un perfecto misionero ” George Deakin. Introducción
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El Dios del Nuevo Testamento es un Dios misionero Rom 10:14-15
“Una visión sin una tarea hace un visionario; una tarea sin visión, un aprendiz sin oficio ni beneficio; una visión y una tarea, un perfecto misionero” George Deakin
Introducción David Bosch en su libro Misión en Transformación realiza una serie de reflexiones sobre el mensaje del Nuevo Testamento y lo analiza como un documento 100% misionero, y afirma que la misión es la madre de la teología del Nuevo Testamento. La teología empezó como “una manifestación que acompañó a la misión cristiana" y no como "un lujo de la iglesia que domina al mundo".
Así mismo, Bosch establece algunos principios muy importantes de la obra de misión del NT. Entre ellos podemos pensar en que la fe cristiana, es intrínsecamente misionera. Los cristianos ven a "todas las generaciones de la tierra" como sujetos y objetos de la voluntad salvífica de Dios. También afirma que la misión cristiana da expresión a la relación dinámica entre Dios y el mundo. Primeramente en la historia del pueblo del testamento, y luego, en forma suprema, al nacimiento, vida, muerte, resurrección y exaltación de Jesús.
Y finalmente, recalca que la existencia cristiana total debe caracterizarse como existencia misionera o, en las palabras del Concilio Vaticano II, "la iglesia en la tierra es por su misma naturaleza misionera". Definitivamente, la obra, la teología, la visión y la razón de la iglesia cristiana es la Misión de Dios, es decir, proclamar entre los pueblos la acción salvadora de Dios en Jesucristo.
Así lo entendió una preciosa misionera llamada Amy Carmichel. Amy era una misionera en el sur de la India. Si ella nunca hubiera experimentado tanto sufrimiento, su nombre probablemente no sería tan bien conocido el día de hoy. Ella pasó cincuenta y seis años en el campo misionero y nunca regresó a casa en Inglaterra para reportarse a las iglesias. Un accidente le causó un gran daño en su pierna y la postró en cama por los últimos veinte años de su vida.
Fue durante estos años que ella escribió muchos de sus cuarenta libros. Dios usó su experiencia de sufrimiento para traer ánimo a millones de personas. Fue este entendimiento de la habilidad de Dios para cumplir su promesa de Ro 8:28 que permitió que la Srita. Carmicheal escribiera: "Un Amo sabio nunca desperdicia el tiempo de su siervo. No importan las circunstancias que recibimos, Dios no va a desperdiciar una experiencia si permanecemos obedientes a él". Por su obra misionera en la India, miles de personas llegaron a Jesucristo.
¿Qué nos enseña el Nuevo Testamento acerca de la visión misionera de Dios? ¿Qué aspectos podemos destacar de nuestra participación en esta Obra de Misión?
“El Dios del Nuevo Testamento:” I. Nos envía a su Hijo para nuestra redención, Rom 8:3-4 “Porque lo que era imposible para la ley, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
“El Dios del Nuevo Testamento:” II. Nos encarga la obra de la reconciliación del mundo, 2Cor 5:19 “nos dio el ministerio de la reconciliación;que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”.
“El Dios del Nuevo Testamento:” III. Nos encomienda el evangelio de salvación, 1Tim 1:11 “según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado”.
Conclusión Guillermo Carey era un zapatero remendón antes de ser misionero. Era cristiano, conocía “La Gran Comisión” y la sentía un mandato de Dios para él; por lo mismo, anhelaba vehementemente que alguien llevara el evangelio a los paganos que vivían en lejanas tierras donde no se había predicado. Tanto era su interés misionero a favor de esos países, que enfrente de su banco de trabajo puso un mapa en el cual veía con frecuencia dichas tierras, y con tristeza pensaba que en ellas no se habían predicado “Las Buenas Nuevas de Salvación”.
Después de haber estado durante algún tiempo en comunión con Dios, y de comprender que Dios quería que él fuera, decidió ir, y fue. Pero siguió componiendo zapatos para sostenerse y al mismo tiempo predicar el evangelio, y solía decir a algunas personas: “Mi negocio es servir a Dios; y compongo zapatos para pagar los gastos que se originan de ese negocio”.
Carey y sus acompañantes, los primeros misioneros bautistas que fueron a trabajar entre los indostanos, tuvieron que hacerlo con todo rigor por el término de siete años antes de que el primer converso fuera bautizado. Cuando las iglesias que sostenían a esos misioneros se dieron cuenta de que después de tantos años de trabajo no se tenía el fruto que se deseaba, se desanimaron e intentaron retirarles la ayuda económica.
Entonces Adoniram Judson escribió a estas iglesias y les dijo lo siguiente: “Suplico a las iglesias que nos sostienen, que tengan un poco de paciencia”. Esta misión se principió en el año de 1814; y en el año de 1870 había más de cien mil convertidos.
La Obra de Misión es el corazón del Nuevo Testamento. Vemos al Hijo enviado por el Padre para redimir al mundo; vemos a la iglesia encargada por el Padre para reconciliar en Cristo al mundo; y vemos al cristiano encomendado por Dios para predicar el precioso evangelio de la salvación.
Cuando leemos con atención el Nuevo Testamento vemos a un Dios que envía a su iglesia al mundo para proclamar la salvación que hay en Cristo. No podemos comprender el ministerio terrenal de Jesús, el ministerio de la iglesia en el libro de los Hechos y la obra apostólica de predicación entre los pueblos sin tener esta perspectiva misionera.
Como iglesia neotestamentaria tenemos el encargo y la encomienda de nuestro Dios misionero de ir a los perdidos y proclamar entre ellos Su Santo y Bendito nombre.