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PRUEBAS TRADICIONALES DE LA EXISTENCIA DE DIOS. EN EL TEÍSMO CRISTIANO. Pruebas de la existencia de Dios. En el teísmo cristiano se han presentado dos vías para hablar de la existencia de Dios: la vía positiva o “ katafática ” y la vía negativa o “ apofática ”.
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PRUEBAS TRADICIONALES DE LA EXISTENCIA DE DIOS EN EL TEÍSMO CRISTIANO
Pruebas de la existencia de Dios En el teísmo cristiano se han presentado dos vías para hablar de la existencia de Dios: la vía positiva o “katafática” y la vía negativa o “apofática”. La primera se refiere a la demostración positiva de la existencia de Dios y de sus atributos; es decir, concebir a Dios como existente real y afirmar los rasgos de su naturaleza o esencia. La segunda se refiere a concebir a Dios a partir de lo que no es él.
Vía positiva: Sabiduría 13, 1-9 Rom 1, 18-23 A partir de la posibilidad de razonar acerca de la existencia de Dios y de sus atributos, se ha afirmado, en la tradición cristiana, la posibilidad de obtener un conocimiento natural (racional o filosófico) de Dios, tal y como puede deducirse de las anteriores referencias bíblicas. Esta posibilidad universal de conocer a Dios, por medio de la sola razón natural, es una verdad definida por el concilio Vaticano I (1869-1870), contra el fideísmo y el agnosticismo, y tradicionalmente se ha considerado que esta posibilidad es uno de los llamados preámbulos de la fe (preambula fiei).
Este preámbulo es el resultado de un proceso racional en el que puede deducirse positivamente la existencia de Dios y algunos de sus atributos esenciales. Mediante este proceso racional, a partir del empleo de presupuestos metafísicos, se llega a la “demostración” filosófica. E. Simons, Posibilidad de conocer a Dios, en la voz «Dios», en SacramentumMundi. Enciclopedia Teológica, Herder, Barcelona 1982, vol. 2; p. 320.
Pruebas a posteriori: Son las pruebas denominadas también ex creaturi, es decir, aquellas que partiendo de las creaturas se llega a la existencia del creador. Tres son los elementos filosóficos que se emplean para la demostración positiva de Dios: Analogía: por semejanza y comparación Causalidad: de los efectos a la causa. Eminencia: de lo participado a lo participante.
Pruebas metafísicas Las pruebas metafísicas son las más propias de la filosofía de tradición escolástica, y a las que se ha atribuido mayor carga racional. Se trata de las «cinco vías» tradicionales de Santo Tomás de Aquino. Las pruebas se construyen aplicando el principio de causalidad a realidades (metafísicas) atribuibles al mundo, como la causalidad eficiente, la contingencia, la perfección en diversos grados. Estas pruebas intentan llegar hasta un concepto de Dios que se muestra como primera causa eficiente, ser necesario y perfecto o infinito.
Pruebas “a priori” • Tenemos la prueba de la interioridad de San Agustín: • a) ¿Puedo preguntarme por algo que ignoro absolutamente o por algo de lo que no tengo noción alguna? • b) De ser así, no podría siquiera plantear la pregunta. De qué pregunto si ignoro absolutamente. • c) Sólo puedo preguntarme por aquello que de algún modo ya conozco, por aquello de lo cual tengo cierta “precomprensión”. • d) ¿Puedo hacerme la pregunta por Dios, por sus atributos, por su esencia? • e) De hecho todos los seres humanos, en algún punto de nuestra existencia, nos hemos planteado tal pregunta porque en ella está en juego el sentido de la vida. • f) Si nos hemos hecho la pregunta por Dios es porque de algún modo ya lo conocemos, tenemos una precomprensión de su él, tenemos en nuestro interior un rastro, una huella de él, y esa es la razón para tal interrogante.
Pruebas “a priori” La otra prueba es el famoso argumento ontológico, modelo de todo argumento a priori de la existencia de Dios, formulado inicialmente por Anselmo de Canterbury, en su Proslogion(c. II), es también una de las pruebas metafísicas tradicionales. Busca mostrar la existencia de Dios a partir del concepto de «aquello mayor que lo cual nada puede pensarse», afirmación, o punto de partida, que «hasta el necio» ha de admitir por definición. a) Dios=perfección b) Perfección=existencia c) Dios=existencia Por ello, cuando el necio dice en su corazón “Dios no existe”, cae en una autocontradicción: “Dios(= perfección = existencia )no existe”
La vía negativa En esta posición se sitúan quienes le niegan a la razón la posibilidad de conocer positivamente la existencia de Dios y algunos atributos suyos, con lo cual consideran que la razón es incapaz de ofrecer los preámbulos de la fe. Lo que se pueda decir de Dios y la única manera de concebirlo es negando aquello que de imperfección o limitación vemos en las criaturas: Dios es in-finito; es in-temporal (eterno); es in-mutable; es in-visible; es in-menso (inmensurable o inabarcable); es in-corruptible;
La teología negativa no es simplemente una posición agnóstica que se limite a negar la posibilidad de conocimiento objetivo, racional y trascendente de Dios, sino que subraya la desproporción entre nuestras facultades cognoscitivas y el ser y la esencia de Dios. Así que la única vía positiva de acceso a Dios es la experiencia mística, una experiencia contemplativa. La dificultad de la alternativa que la teología negativa ofrece es que dicha experiencia y revelación o contemplación es intransferible e incomunicable. Un representante de la vía negativa es el autor de una serie de escritos atribuidos a Dionisio Areopagita, el filósofo convertido por la predicación de san Pable en el areópago de Atenas (Hchs. 17 16-34).
Los escritos del denominado Pseudo Dionisio Areopagita gozaron de total autoridad entre los teólogos y místicos de la Edad Media, a quien incluso Santo Tomás dedica un artículo de su Summa Theologiae
Teología negativa • Para Pseudo Dionisio, la realidad de Dios está por encima no sólo de los seres sino también del mismo ser, que es la primera de las participaciones de Dios. Por esto, la esencia divina no es accesible a los sentidos y a las especulaciones racionales. • No es posible encerrarla en conceptos ni expresarla con palabras, pues unos y otras resultan insuficientes e inadecuados. Dios es inefable; no obstante, se nos ha revelado por medio de las Escrituras. De hecho, Dios es el sin nombre. • Cualquier denominación que demos a Dios sería limitar su ser y su esencia.
Teología negativa La teología tiene, entonces, otra tarea, analizar el lenguaje que usamos sobre Dios, analizar los nombres divinos. El primer paso es hablar de Dios afirmando algo de Él, esto es lo propio de la gente sencilla. Pero para la gente científica la vía negativa es común porque lleva a un conocimiento más profundo de Dios. Pseudo Dionisio se centró en el problema del lenguaje sobre Dios, porque es mediante el lenguaje como podemos expresar la inalcanzable y absolutamente trascendente esencia divina, de tal modo que purifiquemos nuestro conocimiento, para que sobre Dios no empleemos expresiones de antropomorfismo.
Todos los seres y en especial el hombre proceden de Dios como de su principio creador, y todos deben retornar a Él como a su último fin. Su mística, que incluye una etapa ascética preparatoria, es ante todo intelectualista. Tiende a lograr un conocimiento directo de Dios y unirse con Él por la intuición.
Grado demostrativo de las pruebas a posteriori y a priori Emanuel Kant (1724-1804) se encargó de desacreditar el valor demostrativo de las pruebas de la teología metafísica, aludiendo que éstas hablan de un concepto deducido o concluido, pero no de un ser personal como el que la fe cristiana y la revelación manifiestan. La razón teórica está condicionada por los datos de la experiencia, por las coordenadas espacio-tiempo, y no puede transgredir esos límites. El Dios del cristianismo y de la Revelación sólo lo podemos conocer por la fe. Sin embargo, la moral humana reclama su existencia para que la fundamente y le dé sentido = Dios es un postulado.
El problema de la vía negativa • Para los teólogos ortodoxos, la vía negativa implica una serie de problemas para el conocimiento objetivo y universal de Dios. Ya que su acceso estaría reservado para unos cuantos y de su experiencia no podríamos saber nada porque es íntima, intransferible e incomunicable. • ¿Cómo distinguir esta experiencia de un problema emocional o psicológico? ¿Cómo confirmar la autenticidad de tal experiencia mística? • Nuestras estructuras racionales y lingüísticas ni de hecho ni de derecho son proporcionales a la realidad de Dios. • Por ello la teología negativa puede dar lugar a las siguientes posiciones: