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La cruz luminosa

La cruz luminosa. En los comienzos de nuestra historia latinoamericana, una mujer indígena, que se había desprendido de sus ahorros para liberar a un padre de familia de la prisión, encontró un crucifijo en las aguas del río Guadalajara. Esto tuvo que haber sido hacia 1550.

evan
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Presentation Transcript


  1. La cruz luminosa

  2. En los comienzos de nuestra historia latinoamericana, una mujer indígena, que se había desprendido de sus ahorros para liberar a un padre de familia de la prisión, encontró un crucifijo en las aguas del río Guadalajara. Esto tuvo que haber sido hacia 1550. La imagen pronto comenzó a ser venerada por muchos vecinos y su ermita se convirtió en punto de atracción para miles de personas. Es la imagen que, desde 1907, se venera en la Basílica de Buga. Recientemente, con el plan de restaurar los rayos de la cruz, se descubrió que la parte posterior era en realidad otra cruz de madera mucho más antigua y que tenía, además, unas láminas que la cubrían a modo de protección en hojalata. Y –sobre todo– que no era hojalata sino plata repujada de más de dos siglos de antigüedad.

  3. Estado de los rayos: rotos, doblados, incompletos, oxidados.

  4. Parte posterior de la cruz, con la plata oscurecida, que por dos siglos se pensó que era hojalata.

  5. Así se veía uno de los brazos de la cruz que estaba detrás.

  6. Al tratar de retirar los rayos para restaurarlos, se cayó en cuenta de que en realidad eran dos cruces superpuestas.

  7. Y se reconoce que lo que cubre la cruz posterior es repujado de plata.

  8. Por las crónicas de la Ermita se sabe lo siguiente: En septiembre de 1748 llega a la Ermita el visitador general de la diócesis de Popayán, don José de Alegría y Caicedo. “Por cuanto con ocasión de las Rogativas públicas que se han hecho al Señor Milagroso… se reconoció que su Soberana Efigie se hallaba bastantemente lastimada… que esto, según prudentes juicios, puede haber provenido de la costumbre que ha habido de encender dentro del camarín, a los pies del Señor, muchas luces y frecuentar también lavarle los pies y llagas… ha sido necesario hacer cruz nueva y quitar de la imagen todos los efectos del comején…” (Archivo del Santuario, tomo 1, folio 48) Esa cruz, hecha en madera de aguacatillo, fue luego forrada con apliques de plata.

  9. Se inicia el proceso de limpieza y brillo. Al mismo tiempo se reconoce que es obra de artesanos expertos, que no conocieron el soplete ni otros instrumentos modernos.

  10. Ahí vino el dilema: ¿Dejar la imagen como la habíamos visto en los últimos 150 años o restablecerla en su originalidad de 1748? En otras palabras, ¿girar la cruz y colocar la más antigua que estaba atrás – con sus apliques de plata – en la parte delantera que sostiene la imagen, y poner atrás la cruz con apliques de nácar y moldura dorada? Consultados el Señor Obispo de Buga y el Superior Provincial de los redentoristas en Colombia, la comunidad del santuario decidió restablecer la cruz tal como era en el siglo XVIII. Ahora la imagen del Señor de los Milagros se ve como era hace 250 años y no como la encontraron, en 1884, los primeros misioneros redentoristas que llegaron a Buga.

  11. La cruz que ha pasado a la parte posterior.

  12. Se firma, ante testigos, el proceso de restauración de la cruz. (Al centro, colocándose las gafas, don Juan Antonio Trochez, joyero jefe).

  13. Así se presenta ahora la imagen del Señor de los Milagros en el camarín de la Basílica de Buga.

  14. Detalle del repujado bajo la mano derecha. El Señor, que ha reservado este tesoro para nosotros, te bendiga y te conceda la paz. N. L.

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