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El niño hiperactivo . Propósitos: . Reconocer las características de los niños hiperactivos e identificar algunas pautas para atenderlos en la catequesis. . Analicemos: El niño hiperactivo es inquieto, yo tengo en mi catequesis un niño inquieto, luego entonces ese niño es hiperactivo.
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Propósitos: • Reconocer las características de los niños hiperactivos e identificar algunas pautas para atenderlos en la catequesis.
Analicemos: • El niño hiperactivo es inquieto, yo tengo en mi catequesis un niño inquieto, luego entonces ese niño es hiperactivo. • ¿Esta afirmación es cierta? • ¿Cómo reconocer a los niños que son hiperactivos?
¿Qué es la hiperactividad? Es un trastorno de la conducta originado por un problema neurológico y que se caracteriza por una intensa actividad motora sin que ésta tenga un propósito.
Los niños hiperactivos presentas rasgos particulares desde bebés • De 0 a 2 años. Duermen por períodos cortos y despiertan con sobresaltos; muestran resistencia a los cuidados habituales, se alteran ante los estímulos auditivos y son irritables. • De 2 a 3 años. Tienen inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes. • De 4 a 5 años. Tienen problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.
Rasgos que distinguen a niño hiperactivo • Atención • Impulsividad • Hiperactividad • Aprendizaje • Comportamiento • Autoestima
Atención • Falta de atención a los detalles • Distracción ante cualquier estímulo. • Dificultad para seguir indicaciones, para organizar. • Parece que no escucha cuando se le habla. • Salta de una tarea a otra sin concluirla.
Impulsividad • Actúan de forman inmediata sin pensar en las consecuencias. • Movimientos constantes de manos y pies. • Actividad en situaciones en que es inapropiado. • Habla de forma excesiva. • Dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpe
Hiperactividad • Excesiva actividad motora; siempre en continuo movimiento. • Su excesivo movimiento es imprevisible, inmaduro e inapropiado para su edad. • Son traviesos.
Comportamiento • Desobediencia derivada de su falta de atención para seguir las reglas. • Cambios bruscos en sus emociones. • No aceptan perder.
Autoestima • Baja autoestima derivada de continuas llamadas de atención destacando sólo lo negativo.
Niños hiperactivos y con déficit de atención (TDA) • Emotividad muy variable, • Baja tolerancia a la frustración. Insiste una y otra vez en que se realicen sus peticiones. • Problemas de relación con los compañeros. Desadaptación social. • Problemas de ansiedad, agresividad, oposición, disconformidad…
¿QUÉ HACER CON ESTOS NIÑOS • Tener normas claras y bien definidas. • Dar órdenes cortas y de una en una. • Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin gritos. • Reconocer el esfuerzo realizado por el niño para incrementar su autoestima. • Evitar la sobreprotección y no dejarse manipular por sus caprichos. • Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones. • Darle pequeñas responsabilidades. • Aceptarle tal y como es. • Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades.
Algunos tips para la sesión de catequesis • Sentarle en el lugar adecuado, lejos de estímulos, entre niños tranquilos y enfrente del catequista. • Establecer contacto visual con el niño cuando se le proporcione una indicación. • Darle encargos una vez que haya realizado el anterior, no dejar que deje las cosas a medio hacer.
Algunos tips para la sesión de catequesis • Desmenuzar la conducta a modificar en pequeños pasos y reforzar cada una de ellas: si comienza por acabar las tareas, se le felicita para conseguirlo, luego que lo intente con otra tarea y se valorará; pedirle todo a la vez le desmotivará porque no puede realizarlo.
Algunos tips para la sesión de catequesis • Asignarle actividades adicionales donde requiera moverse. • Darle ánimos continuamente, una palmada en el hombro, una sonrisa ante cualquier esfuerzo que presenta, por pequeño que sea. • Premiar las conductas positivas. • Evitar humillarle o contestarle en los mismos términos. • Evitar insistir siempre sobre todo lo que hace mal. • Tener entrevistas frecuentes con los padres para hablar sobre cómo va evolucionando.
Tener presente: No todos los niños inquietos son hiperactivos. Es necesario que como catequistas analicemos: • Si es un problema de disciplina derivada de la falta de reglas claras, de inconsistencia al momento de hacerlas cumplir; o bien, falta de una preparación profunda que ocasiona inseguridad al desarrollar el tema. • Una educación del niño donde hay pocas reglas o éstas son inconsistentes.