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ORIGEN Y FINALIDAD, 1. La Iglesia es un misterio : es a la vez divina y humana , visible e invisible , terrena y celestial , temporal y eterna. No se puede reducirla a una empresa u ONG internacional de servicios reli- giosos y asistenciales. Es santa e inma-
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ORIGEN Y FINALIDAD, 1 La Iglesia es un misterio: es a la vez divina y humana, visible e invisible, terrena y celestial, temporal y eterna. No se puede reducirla a una empresa u ONG internacional de servicios reli- giosos y asistenciales. Es santa e inma- culada, a pesar de las miserias de los hombres que la componen en la tierra. Juan Pablo II: “La Iglesia es Madre, y una madre debe ser amada” (7.XI.82).
ORIGEN Y FINALIDAD, 2 Etimológicamente, Iglesia = griego: “ekklesia”, hebreo: “qahal”. Significa “asamblea convocada” o “reunida”. AT: “comunidad santa” y “pueblo de Dios”, reunido para el culto y alabanza de Yahvé. Primeros cristianos: - asamblea litúrgica - comunidades locales - conjunto de todos los cristianos Tres significaciones inseparables: CCE 752: “La Iglesia de Dios existe en las comunidades locales y se realiza como asamblea litúrgica, sobre todo eucarística”.
ORIGEN Y FINALIDAD, 3 La Iglesia es un proyecto trinitario Protagoniza la Historia de la Salva- ción desde hace dos mil años. “Tiempo de la Igle- sia”= desde su fun- dación por Cristo y Pentecostés, hasta su consumación al final de los siglos. Existe por el designio amoroso del Padre eter- no, fue fundada en el tiempo por Jesucristo, el Verbo encarnado, y es continuamente vivificada por el Espíri- tu Santo.
ORIGEN Y FINALIDAD, 4 La Iglesia preparada en el Antiguo Testamento: Después del pecado original: promesa de un redentor descendiente de Eva. Alianza de Dios con Noé. Alianza con Abraham: le promete hacerle padre de un gran pueblo. Alianza con Moisés: Israel se convierte en el “Pueblo de Dios”. PERO Israel fue infiel a sus promesas: los profetas anuncian un pacto nuevo y eterno. Nueva Alianza sellada con la Sangre de Cristo: definitiva y perfecta: el “nuevo Pueblo de Dios”.
ORIGEN Y FINALIDAD, 5 Cristo quiso, y de hecho fundó, la Iglesia: no sólo es espiritual, sino a la vez visible y jerárquica. CCE778: “La Iglesia fue fundada por las palabras y las obras de Jesucristo”. PALABRAS: Mt 16, 18-19: - “Tu eres Pedro y sobre esta piedra...”: anuncia una jerarquía visible en su Iglesia, cimentada sobre Pedro. - “Edificaré mi Iglesia”: firme intención de fundarla. - “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”: durará por siempre y nada podrá destruirla. - “Te daré las llaves del reino de los cielos”: será gobernada por Pedro como vicario de Cristo en la tierra. - Atar y desatar en la tierra como en los cielos: Jesús promete tal grado de vinculación con Pedro y los apóstoles que las determina- ciones de la Iglesia tendrán valor decisorio ante Dios.
ORIGEN Y FINALIDAD, 6 CCE 778: “La iglesia fue fundada por las palabras y las obras de Jesucristo”. OBRAS: - Elección de los discípulos. - Vocación de los apóstoles: grupo estable, con poderes de salvación como bautizar, perdonar los peca- dos, celebrar la Eucaristía. - Primado de Pedro. - Acontecimientos pascuales: + Ultima Cena: Eucaristía y sacerdocio, + Pasión y Muerte: Iglesia nace principalmente en la Cruz: “la Eu- caristía hace la Iglesia” (CCE 1396), +Resurrección: su presencia siempre.
ORIGEN Y FINALIDAD, 7 En la fiesta judía de Pentecostés, el Padre y el Hijo enviaron el Espíritu Santo: la Iglesia se manifestó al mundo y comenzó su actividad pública en la historia. San Agustín (Sermón 267): “lo que el alma es para el cuerpo del hombre, lo es el Espíritu Santo para el cuerpo de Cris- to, o sea, la Iglesia”. Presencia capital del Espíritu Santo en la Iglesia: la une a Cris- to, la vivifica, gobierna, habita en el corazón de sus fieles, etc..
ORIGEN Y FINALIDAD, 8 Gaudium et spes 40: “Nacida del amor del Padre Eterno, fundada en el tiempo por Cris- to Redentor, reunida en el Espíritu Santo, la Iglesia tiene una finalidad escatológica y de salvación, que sólo en el siglo futuro po- drá alcanzar plenamente”. Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es el único redentor del hombre. Se sirve de la Iglesia como instrumento de la redención universal.
ORIGEN Y FINALIDAD, 9 La Iglesia no se entiende sin Cristo, que la fundó para per- petuar en la historia su misión. La Iglesia es “sacramento universal de salvación” (Lumen gentium 48). = Es signo eficaz y real de la acción redentora de Cristo entre todos los hombres hasta el final de los siglos. El fin salvífico de la Iglesia es: - sobrenatural: salvación por encima de las fuerzas humanas. - inalterable: el hombre no lo puede cambiar y Dios no muda sus planes eternos (la Iglesia no mera institución asistencial). - perpetuo: hasta la consumación de los siglos (Mt 28, 20). - universal: ofrece la salvación a todos los hombres.
ORIGEN Y FINALIDAD, 10 Lumen gentium 9: “Fue voluntad de Dios santificar y salvar a los hom- bres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino cons- tituyendo un pueblo”, la Iglesia. La salvación es santidad = No se pueden distinguir: sólo quien lucha por corresponder a Dios y usa los medios de salvación de la Iglesia logrará su salvación.
ORIGEN Y FINALIDAD, 11 IGLESIA Y REINO, 1 Apostolicam actuosita- tem 2: “La Iglesia ha na- cido con este fin: propa- gar el Reino de Cristo en toda la tierra para glo- ria de Dios Padre, y ha- cer así a todos los hom- bres partícipes de la re- dención salvadora y, por medio de ellos, ordenar realmente todo el univer- so hacia Cristo”. Alfred Loisy: “Je- sús anunció el Rei- no de Dios y lo que vino fue la Iglesia”. Sagrada Escritura: Reino de Dios es propagado por la Iglesia y sólo será completado al fin del mundo.
ORIGEN Y FINALIDAD, 12 IGLESIA Y REINO, 2 Se trata de un misterio. El Reino de Dios no es sólo futuro, sino también actual, no sólo personal, también comunitario, ni sólo celestial, también terreno (“tiende a transformar las relaciones humanas y se realiza progresivamente, a medida que los hombres aprenden a amarse, a perdonarse y a servir- se mutuamente” (Redemptoris Missio 15)). “El Reino no puede ser separado de la Iglesia. Ciertamente, ésta no es fin para sí misma, ya que está ordenada al Reino de Dios, del cual es germen, signo e instrumento. Sin em- bargo, a la vez que se distingue de Cristo y del Reino, está indisolublemente unida a ambos” (Redemptoris Missio 18).