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Miguel Ángel Buonarroti 1475-1564. Con su maestro, Ghirlandaio , aprende la técnica del fresco y toma la paleta brillante, de amarillos azafranados, carmines, verdes y azul ultramar.
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Con su maestro, Ghirlandaio, aprende la técnica del fresco y toma la paleta brillante, de amarillos azafranados, carmines, verdes y azul ultramar. De la contemplación de los vigorosos y dramáticos maestros del pasado, como Giotto y Masaccio, asume el esplendor plástico de la figura humana.
Tondo Doni (1504) Sagrada Familia en una composición sin precedentes.
Realizada para la boda de Magdalena Strozzi y Agnolo Doni, un noble florentino aficionado a las artes, retratados por Rafael.
Extrema complejidad de la representación; El joven Buonarroti desea demostrar su dominio de la anatomía y de la representación de las figuras humanas en el espacio frente al ya entonces consagrado Leonardo. Los escorzos de los brazos, los rostros y los cuerpos forman una red de contrastes y correspondencias admirados desde entonces.
Los desnudos del fondo permanecen aislados en su propio ámbito espacial, y son bastante enigmáticos. • Sin embargo, el pequeño san Juan Bautista, a pesar de que por su escala y por el espacio que ocupa pertenece más bien al ámbito del grupo de muchachos, contempla al Niño Dios con una expresión amorosa.
Respecto al color, asistimos a una bifurcación que será decisiva para el futuro de la pintura: Para Miguel Ángel, el color es una manera de clarificar el dibujo y de reforzar el efecto de tridimensionalidad. La paleta es la de su maestro Guirlandaio, pero los colores son más claros, transparentes en casi todos los puntos y llamativamente brillantes en su combinación. Parecen carecer de sustancia y de textura y no se aprecian las pinceladas. Su efecto podría compararse con el de unos rayos de luces de colores que se proyectaran sobre mármol (blanco) pulido.
"La Batalla de Cascina“ (entre Florencia y Pisa.) (Florencia 1501-1505) Sólo nos han llegado dibujos preparatorios y estudios de figuras, así como copias y grabados de otras manos.
Miguel Ángel enfocó el encargo a la luz de dos grandes principios que habían presidido también la realización de la estatua de "David“: • el uso del desnudo como vocabulario básico • y la preferencia por el momento de la expectativa sobre la acción.
El desnudo humano, el estudio anatómico, constituye la base del estilo de Miguel Ángel, y la excelente valoración que en el Renacimiento, y también en la actualidad, se tiene de su obra está relacionada con tres factores: 1.- El pensamiento filosófico de la época, dominado por una mentalidad donde el hombre y su cuerpo eran una clave simbólica central, capaz de dar justificación a cuestiones tan diversas como las proporciones de un edificio o la distribución astronómica del cielo.
2.- El desnudo es la piedra de toque del dibujo del natural, donde nuestro ojo percibe con mayor sensibilidad cualquier error, inadecuación o incoherencia.
3.- El cuerpo humano es indiscutiblemente un mejor transmisor de sentimientos, de capacidades expresivas, que las formas del mundo inanimado o vegetal.
Miguel Ángel aprovechó los considerables progresos en la representación del desnudo humano que se habían producido durante el Quattrocento, y profundizó en el tema pasando largas horas descuartizando cadáveres en el Hospital del Espíritu Santo.
Cualquier dibujo preparatorio del artista permite ver que con una sola línea es capaz de transmitirnos, tanto la información más precisa acerca de la forma y disposición en el espacio de cada uno de los miembros y músculos del modelo, como la sensación de una totalidad orgánica, un todo único y en movimiento.
FRESCOS DE LA BÓVEDA DE LA CAPILLA SIXTINA (1508-1512) (Ciclo de La Creación) 40,23 m X 13,30 m
ICONOGRAFÍA: Narra “La Creación y la Caída del hombre" tal como figura en el Génesis, en 9 escenas dispuestas en el centro de la bóveda, separadas por “ignudi” (desnudos). Creación del Sol y la Luna
Además de las 9 escenas. Antecesores: los miembros de la casa de David (Pechinas)
Precursores del Salvador:Profetas y Sibilas, que habían vaticinado en la Biblia y en la mitología pagana la redención de Cristo. Jeremías Sibila de Delfos
Sibila Persa Profeta Ezequiel
Profeta Zacarías Sibila Eritrea
Más significativa que la iconografía es la ESTRUCTURA ARQUITECTÓNICA DEL CONJUNTO. Para realizarla el artista utiliza dos tipos de convención pictórica: Los elementos arquitectónicos y escultóricos están pintados de trampantojo, como si fueran de bulto y tratando de engañar al ojo del espectador situado debajo de la bóveda;
Las escenas representadas entre los nervios arquitectónicos están pintadas para que el ojo las vea como pinturas, pero tratando de engañar: Respecto de la orientación del soporte ya que, excepto la franja central, el resto de la bóveda, pechinas y lunetos debe verse como una continuación vertical del muro.
2.- Y respecto de la realidad de lo pintado (seres vivos –videntes, profetas e ignudi- o pinturas convencionales).
Es evidente que el vocabulario artístico de Miguel Ángel se limita al cuerpo humano y sólo al cuerpo humano Los fondos paisajísticos son casi inexistentes, y el espacio en que se desarrollan las acciones no se concreta.
En todas se manifiesta poderosamente la energía del dibujo miguelangelesco y su primacía sobre el color, que actúa como explicamos respecto del "Tondo Doni".
La mayoría también dejan constancia del virtuosismo técnico alcanzado por el artista.
En definitiva, una obra de dinamismo pleno y colosal, no sólo por el mundo de gigantes de músculos tensos que presenta, sino incluso por las dimensiones de una obra tan vasta y pintada en condiciones tan particulares de posición e iluminación.
“El Juicio Final” Capilla Sixtina 1535-1541 ICONOGRAFÍA: Segunda venida de Cristo que marca el final de los tiempos, la Resurrección de los Muertos y el Juicio Universal, según el relato del Apocalipsis de San Juan.
Si la primera vez, Cristo vino como hombre para compartir la suerte de los hombres y morir como víctima, ahora viene como Dios y como Juez, para separar a los justos de los pecadores.
Sin dividir el espacio pictórico, en una sola gran escena inmensa presidida en la parte alta del eje central por este Cristo joven y decidido.
María, al lado de Cristo, no intercede y, ciertamente, el gesto, la difícil relación que su cuerpo establece con el de su Hijo, la increíble mezcla de temor, pudor, dolor y amor que expresa son una de las creaciones más inolvidables de la historia de la pintura.
Rodean a Cristo y su Madre ángeles que portan los símbolos de la pasión: corona de espinas, cruz, lanza y columna.
A la derecha de Cristo, los elegidos suben al cielo sostenidos por los ángeles, a pesar de que los demonios quieren retenerlos en vano; y a la izquierda, los réprobos se precipitan en el infierno, donde los aguarda Caronte con su barca.
Estilísticamente, el rasgo más notable es, sin duda, la naturaleza singular de su ESPACIO PICTÓRICO, que por su enormidad no obedece a una construcción perspectiva unificada.
Tradicionalmente, con la suciedad que lo recubría, el fresco tenía una curiosa cualidad de bajorrelieve en el que los cuerpos parecían emerger, con sus volúmenes definidos por la luz, de un fondo grisáceo o verdoso y plano. Pero la reciente limpieza del fresco ha puesto en evidencia un azul que evoca los inconfundibles cielos venecianos, y unas figuras que no están ya aprisionadas en el plano de un bajorrelieve, sino que se mueven a través del aire, hacia el infinito de donde vienen o adonde van.
CAPILLA PAOLINA (Paulo III). 1542-1550. La última obra pictórica del anciano maestro. Dos grandes frescos enfrentados: • "Conversión de San Pablo" • "Crucifixión de San Pedro". Algún estudioso ha observado que casi todas las figuras están como aprisionadas en el prisma ideal del bloque de mármol, y es que desde su llegada a Roma Miguel Ángel había esculpido muy poco...