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IX Encuentro Internacional de Estadísticas de Género Aguascalientes, México, 29 de sept. al 1 de oct. de 2008. Pobreza y Género: El Dilema de la Medición ¿ Del género de la pobreza a la pobreza de género?. Juan Carlos Feres CEPAL. Esquema de la presentación. Alcances conceptuales
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IX Encuentro Internacional de Estadísticas de Género Aguascalientes, México, 29 de sept. al 1 de oct. de 2008 Pobreza y Género: El Dilema de la Medición¿Del género de la pobreza a la pobreza de género? Juan Carlos Feres CEPAL
Esquema de la presentación • Alcances conceptuales • Conceptos de pobreza y enfoques para su medición • La pobreza monetaria y el enfoque de género • Vínculos entre pobreza y uso del tiempo
Sobre la medición de la pobreza y el género • Involucra aspectos relativos a: • La medición de la pobreza en general • La relación entre pobreza y género • Las expresiones (propensiones?) diferenciales de (a) la pobreza según género (medición de la pobreza con perspectiva de género) Tres ámbitos distintos de un mismo proceso analítico -metodológico
En lo conceptual, dos premisas básicas: • Acuerdo en que la definición de pobreza debe dar cuenta de: • La multidimensionalidad del fenómeno • Al mismo tiempo, estar dotada de Identidad • Diferenciar fenómenos conexos o simultáneos a la pobreza (desigualdad, exclusión, vulnerabilidad, capital social) • Estado v/s proceso (causas, expresiones, consecuencias, historia, estructura y funcionamiento social, dinámica) • Distinción entre la definición conceptual y el concepto operacional para fines de medición (ser y deber ser / posible y deseable) Según la definición que se adopte se favorece más o menos el entendimiento de la pobreza desde una perspectiva de género.
Además, tres premisas(o hipótesis de trabajo?) analíticas específicas: • El género es un factor que incide en la pobreza. • La perspectiva de género mejora la conceptualización, medición y análisis de la pobreza. • La perspectiva de género contribuye a la formulación de políticas. “La pobreza no es la misma ni es igual: hay factores de género que inciden en la mayor o menor disposición de las personas a experimentar la pobreza”.
POBREZA Método Indirecto (Ingreso o consumo) Método Directo (Indicadores multidimensionales) Enfoque Objetivo Enfoque Subjetivo Enfoque Objetivo Enfoque Subjetivo MIQ NBI LP absoluta LP relativa Indicadores de privacion (UK) IDH / IPH Consumo calórico Fracción del ingreso mediano Otros Otros Costo necesidades básicas
Métodos indirectos para medir la pobreza: La línea de pobreza • Los métodos indirectos evalúan la capacidad que tienen un individuo para satisfacer sus necesidades básicas, al evaluar si los recursos monetarios de los que dispone son suficientes. • La “línea de pobreza” representa el costo de adquirir una canasta de bienes alimentarios y no-alimentarios esenciales. • La canasta alimentaria se construye de manera que satisfaga los requerimientos nutricionales mínimos, respetando además los hábitos de consumo de una población de referencia. • El costo de los bienes no-alimentarios se añade multiplicando el costo de la canasta alimentaria por un valor fijo, que en teoría corresponde al inverso del coeficiente de Engel de la población de referencia. • Los recursos monetarios del hogar corresponden a la suma de los ingresos laborales de sus miembros (asalariados e independientes), el valor del consumo de productos producidos por el hogar, las rentas de la propiedad, jubilaciones y pensiones y otras transferencias recibidas por los hogares.
Pobreza monetaria y enfoque de género • El método monetario no hace explícitas las desigualdades entre los sexos, ni incorpora aspectos relacionados con el trabajo no remunerado, las labores de cuidado doméstico y de los enfermos, con lo cual ellos permanecen invisibles a la medición de pobreza. • Reconocer y hacer explícitos estos factores dota de mayor profundidad al análisis de la pobreza y contribuye a encontrar políticas para enfrentarla. • ¿Caminos posibles en el ámbito monetario? • Ajustar la línea para ciertos hogares • Valorar el trabajo doméstico no-remunerado • Medir la pobreza por individuo y no por hogar
¿Caminos posibles?Ajustar la línea de pobreza para ciertos hogares • Una primera posibilidad es contar con líneas de pobreza diferentes según tipos de hogares. • Ej: línea de pobreza que incluya explícitamente el costo del servicio doméstico, en el caso de hogares monoparentales o con jefatura femenina • Desafíos: • Las líneas de pobreza representan gastos promedio de un grupo que satisface sus necesidades de alimentación, y no dan cuenta del costo de satisfacer todas las necesidades no-alimentarias. • ¿No sería discriminatorio contra la participación laboral de las mujeres asumir que sólo los hogares con jefatura femenina tienen que gastar en servicio doméstico? • ¿Cómo determinar qué tipos de hogares y de gastos merecen una consideración especial? (hogares con miembros discapacitados, hogares con enfermos crónicos, etc.) • ¿De dónde obtener la información para establecer los costos mínimos asociados a las necesidades especiales? (las encuestas de gastos no serían adecuadas para ello)
¿Caminos posibles? Valoración del trabajo doméstico no remunerado • Para incorporar el enfoque de género, es posible pensar en contabilizar el aporte del trabajo doméstico no remunerado a los recursos del hogar. • Desafíos: • Se requiere contar con una medición periódica del trabajo no-remunerado en las encuestas de hogares. • ¿Cómo asignar un valor monetario a dicho trabajo? Existen precios para ello? • Correspondencia conceptual entre el ingreso y la línea de pobreza: • Si se amplía el concepto del ingreso, hay que hacerlo también con la línea. • Ello implica determinar un “gasto mínimo en trabajo doméstico”. ¿Es esto factible?
¿Caminos posibles? Medición de la pobreza individual • Una posibilidad más compleja consiste en hacer una identificación de la pobreza a nivel de los individuos y no de los hogares: • Desarrollar una línea de pobreza por persona. • Levantar el supuesto de equidistribución al interior del hogar. • Sin embargo, las fuentes de información que se utilizan tienen al hogar como unidad de análisis. • ¿Cómo establecer una canasta básica por persona? • ¿Cómo determinar en qué grado se beneficia cada uno de los miembros del hogar de los recursos disponibles? • La mayor parte de gastos son en bienes compartidos, cuyo uso por parte de cada miembro no es cuantificable: alimentación, la vivienda, los servicios básicos, etc.
Conclusiones (parte 1) • El método de línea de pobreza brinda una base útil para identificar a los hogares que no cuentan con recursos suficientes. • Existen diversos ámbitos en los que el método puede ser afinado: • Reconocer las diferencias en el costo de satisfacer las necesidades básicas entre tipos de hogares (“escalas de equivalencia”). • Contar con mediciones más precisas del ingreso y del gasto. • Sin embargo, el método monetario está fuertemente condicionado al uso del hogar como unidad de análisis, tanto por restricciones conceptuales como de fuentes de información. • Pese a ello, existen múltiples posibilidades de aprovechar este marco para profundizar el análisis sobre pobreza monetaria y género.
El tiempo como una dimensión del bienestar • La forma en que las personas utilizan su tiempo incide en su bienestar personal • El tiempo destinado a actividades remuneradas permite generar los recursos para satisfacer otras necesidades. • El tiempo destinado a labores domésticas permite satisfacer necesidades personales y de los demás miembros del hogar. • El descanso y la recreación constituyen en sí mismos necesidades humanas. • Es posible plantear que la libertad para asignar el uso del tiempo constituye una dimensión del bienestar. • Cuando existe escasez de tiempo, se restringe dicha libertad. Por tanto, representa una forma de privación. • Esta forma de privación puede ser analizada: • En su vínculo con la privación de recursos materiales, es decir, la pobreza. • Como una dimensión particular de privación, en el ámbito de los indicadores multidimensionales.
Escasez de tiempo y pobreza (1) • El tiempo es un recurso limitado y generalmente escaso para todas las personas. • No obstante, la escasez de tiempo puede tener consecuencias mayores sobre el bienestar de los pobres. • Debido a que los hogares pobres suelen emplearse en tareas de baja productividad, necesitan una mayor parte de su tiempo para proveerse de bienes y servicios básicos. • Ello no deja mucho tiempo disponible para dedicarlo a la generación de recursos limita posibilidad de mejorar bienestar material. • La presión por generar recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas tiende a elevar el tiempo destinado al trabajo y otras obligaciones, y a desplazar el tiempo destinado al descanso limita las posibilidades de descanso y recreación, y por tanto reduce el bienestar.
Escasez de tiempo y pobreza (2) • Generalmente los hogares pobres no tienen acceso a sustitutos para el tiempo destinado a las actividades domésticas limita la posibilidad de incorporarse al mercado laboral, sobretodo de las mujeres. • En caso de una eventualidad adversa que requiera destinar más horas al trabajo, se reduce el tiempo destinado a actividades domésticas, lo que afecta directamente el bienestar de los miembros del hogar (alimentación, nutrición infantil, salud, educación) hace más vulnerables a los pobres. • Adicionalmente, la escasez de tiempo de los adultos para generar recursos suficientes presiona a que se use el tiempo y trabajo de los niños, sacrificando su educación y recreación escasez de tiempo reproduce la pobreza. Fuente: C. Mark Blackden y Quentin Wodon (2006), Gender, Time Use, and Poverty in Sub-Saharan Africa. World Bank Working Paper N.73.
“Pobreza de tiempo” • Se puede definir la “pobreza de tiempo” como la falta de tiempo para descanso y recreación, debido a la dedicación excesiva al trabajo y labores domésticas. • Haciendo una analogía entre los recursos monetarios y el recurso de tiempo, es posible medir la “pobreza de tiempo” de manera similar a la pobreza monetaria. • En este caso, la “línea de pobreza” representa el número máximo de horas a destinar al trabajo y las actividades domésticas. • Es posible computar indicadores de “incidencia”, “profundidad” y “severidad” de la pobreza.
Un ejemplo de “pobreza de tiempo” • “Measuring Time Poverty and Analyzing Its Determinants: Concepts and Application to Guinea” (Bardasi & Wodon, 2006) • Líneas de pobreza de tiempo: • 1.5 veces la mediana de las horas de trabajo (Además se usó una línea más alta, de 2 veces la mediana) • Equivale a 70.5 horas por semana • Tasas de pobreza resultantes: • 18% de personas son pobres de tiempo • 24% mujeres, 10% hombres • 19% áreas rurales, 15% áreas urbanas
Conclusiones (parte 2) • La falta de tiempo incide en la escasez de recursos monetarios, y es particularmente acuciante entre los hogares más pobres. • Generalmente son las mujeres quienes sufren mayores privaciones de tiempo, debido a la carga desproporcionada de labores domésticas. • Es posible medir la “pobreza de tiempo” de manera análoga a la pobreza monetaria. • No obstante, • ¿es posible unificar ambos conceptos en uno solo? • ¿es posible conceptualizar el bienestar a partir de la falta de tiempo y excluir otras dimensiones del bienestar?