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Advocaciones Marianas. Son los títulos que damos o con los que invocamos y rezamos a María, la Madre de Jesús, y nuestra Buena Madre. María, Reina y Madre Fiesta: Santa María, Madre de Dios. 1 de enero.
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Advocaciones Marianas Son los títulos que damos o con los que invocamos y rezamos a María, la Madre de Jesús, y nuestra Buena Madre.
María, Reina y Madre Fiesta: Santa María, Madre de Dios. 1 de enero. Es quizá la advocación más antigua. Los fieles, con “menos conocimientos” filosóficos y quizá “más sabiduría” enseguida la invocaron como Madre de Dios; todos entendían que eso no significaba “madre de la divinidad”. “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desoigas la oración de tus hijos necesitados. Líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!.” Esta oración tan sencilla, humilde ¡y profundamente espiritual! La rezaban los cristianos ya en el siglo III.
Durante el románico era la representación más frecuente; en lugares humildes como éste (hornacina de una fuente) o sobre los pórticos de las iglesias. Sobre el pórtico de Santa María la Real de Carrión de los Condes Santuario de Ntra. Sra. De Belén, cerca de Santiago.
Con el gótico se acentúa esta devoción a María, Reina y Madre. La escultura se hace más realista y la figura de María se sitúa en el centro de las entradas o pórticos de las iglesias. Ella es nuestra principal intercesora ante el Padre. Esta foto es de la hermosísima “Virgen Blanca” del pórtico de la catedral de León.
María, Inmaculada Fiesta: 8 de diciembre. La Inmaculada representa a la Virgen María vestida con túnica blanca y manto azul, posada sobre nubes y la luna bajo sus pies y rodeada de angelitos. María, la mujer llena de Gracia, que no tuvo pecado alguno, ni el original. Murillo
Rivera Murillo
“Signum magnum aparuit in coelo” “Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza... Entonces despechado contra la Mujer, el Dragón se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.”(Apocalipsis) Desde siempre, los cristianos vieron en esta imagen apocalíptica una representación de María, la Madre de Jesús. Por esto, la luna (el cielo), los rayos dorados en torno a ella y un dragón bajo sus pies. Acudiendo a Ella, vencemos el Mal. Inmaculada Concepción, La Redonda, Logroño. Vidriera del leonés García Zurdo
Asunción de María a los Cielos Fiesta: 15 de agosto. Con esta advocación, confesamos que en María se ha culminado ya la salvación que Dios nos dio en Jesús. La representación de esta advocación es similar a la de la Inmaculada, pero representa a los ángeles llevando a María a los cielos.
Dolorosa, La Piedad Viernes de Dolores y 15 de septiembre La figura de María, junto a la Cruz, con el cuerpo muerto de su hijo Jesús en sus brazos, es fuente de intensa espiritualidad cristiana frente al dolor. Cuando los cristianos rezamos a nuestra Buena Madre María contemplándola junto a la cruz, le pedimos fortaleza y amparo frente al sufrimiento, sea por el dolor moral o físico. “Una espada de dolor atravesará tu alma”… Muchas imágenes llevan en el pecho de la Virgen un corazón con siete puñales clavados: alude a la práctica piadosa de meditar en los “siete dolores” de la Santísima Virgen, los momentos de su vida más angustiosos como Madre de Jesús. Imagen de La Dolorosa sobre la entrada del Templo del Valle de los Caídos
"En esta ciudad de Salamanca hay una de esas imágenes de nuestra castiza talla policromada en madera, obra del escultor Corral, que es una maravilla de expresión y españolidad. Hace nueve días, el viernes de Dolores, la vi otra vez, según pasaba aquí, bajo mi balcón, llevada en hombros de devotos, mirando al negro cielo de la noche con ojos lacrimosos. La expresión de dolor, eternizada en ella por el arte, era algo sereno, noble, reconfortante.“ • Miguel de Unamuno
Eia Mater, fonsamoris, me sentirevimdoloris, fac ut tecumlugeam ¡Oh Madre, fuente de amor! ¡Hazme sentir tu dolor, para que llore contigo! Fac ut ardeatcormeum in amando ChristumDeum ut sibicomplaceam Haz arder mi corazón en amor a Cristo Dios para que así le complazca. Sancta Mater, istudagascrucifixifige plagas cordi meo valide Santa Madre, haz también que las llagas del Crucificado se graben en mi corazón.