170 likes | 1.66k Views
LA PARABOLA DEL SEMBRADOR. MELANIE CORBO CEIP “EL MURTAL”- BENIDORM.
E N D
LA PARABOLA DEL SEMBRADOR MELANIE CORBO CEIP “EL MURTAL”- BENIDORM
"Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: el sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga." Lucas 8: 4-8.
EN AQUEL TIEMPO, SE LE JUNTABA A JESUS MUCHA GENTE, VINIENDO DE MUCHOS PAISES, DIJO UNA PARABOLA: SALIO UN SEMBRADOR A SEMBRAR SU SIMIENTE Y AL SEMBRAR; UNA PARTE CAYO EN EL BORDE DEL CAMINO, FUE PISADA Y LAS AVES DEL CIELO SE LA COMIERON; OTRA CAYO SOBRE EL TERRENO PEDREGOSO, Y DESPUES DE BROTAR , SE SECO , POR NO TENER HUMEDAD; OTRA CAYO EN MEDIO DE OBROJOS Y CRECIO CON ELLOS, Y CRECIENDO CON ELLOS LA AHOGARON. Y OTRA CAYÓ EN TIERRA BUENA, Y CRECIENDO DIÓ FRUTO.
Y otra vez Jesúcristo se puso a enseñar a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él que hubo de subir a una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción: «Escuchad. Una vez salió un sembrador a sembrar. Y sucedió que, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino; vinieron las aves y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida por no tener hondura de tierra; pero cuando salió el sol se agostó y, por no tener raíz, se secó. Otra parte cayó entre abrojos; crecieron los abrojos y la ahogaron, y no dio fruto. Otras partes cayeron en tierra buena y, creciendo y desarrollándose, dieron fruto; unas produjeron treinta, otras sesenta, otras ciento». Y decía: «Quien tenga oídos para oír, que oiga».