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CITTES DE EDUCACIÓN, UTPL. El ensayo. El comentario. La crítica. La lectura. Nombre: Dr. Galo Guerrero Jiménez. FECHA :. OCTUBRE – FEBRERO 2008. EL ENSAYO: REFENCIAS TEÓRICAS. VERTER CRITERIOS PERSONALES EN TORNO A TEMAS MUY ESPECÍFICOS.
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CITTES DE EDUCACIÓN, UTPL El ensayo. El comentario. La crítica. La lectura. Nombre: Dr. Galo Guerrero Jiménez FECHA: OCTUBRE – FEBRERO 2008
EL ENSAYO: REFENCIAS TEÓRICAS • VERTER CRITERIOS PERSONALES EN TORNO A TEMAS MUY ESPECÍFICOS. • NO HAY CONCLUSIONES ACABADAS SINO UN CONJUNTO DE PUNTOS DE VISTA Y DE REFLEXIONES PARA QUE EL LECTOR SAQUE PARTIDO, BIEN ESTANDO DE ACUERDO CON LAS IDEAS O CRITICÁNDOLAS.
Engrandecer el ambiente humanístico. • Desde la reflexión: intensidad, naturalidad y agilidad estética. • El ensayista no pretende agotar el tema tratado. • Si se agotase el tema, estaríamos frente a un tratado.
El ensayista “intenta únicamente dar un corte, uno sólo, lo más profundo posible, y absorber con intensidad la savia que nos proporcione”. • El ensayo no es una obra de consulta. • Aunque existan muchas cosas ninguna es acabada, aunque el pensamiento sea profundo.
Se trata de una mirada en la que sólo el ensayista ha podido penetrar en aquello que tal vez los otros no han podido descubrir. • El ensayista no investiga al estilo de las ciencias experimentales. • Actitud de experiencia para interpretar antes que para investigar.
El ensayista siente la necesidad profunda de decir algo. • Su ser está compenetrado de ideas, de intuiciones, de sugerencias, de entusiasmos, de ilusiones, de perspectivas y de puntos de vista con intención profundamente humanística.
El ensayista no trabaja necesariamente para lectores especialistas ni a partir de lecciones sistemáticas ni rigurosamente ordenadas bajo algún precepto. • Mientras al científico le preocupa la objetividad de los hechos investigados, al ensayista le acompaña lo subjetivo, lo personal.
Su condición es la de ser un transmisor e incitador de ideas. • Lo que nos entrega es su manera de pensar de conformidad con su propia experiencia, con su cultura, con sus valores… • Lo que el lector aprecia es el subjetivismo que el ensayista proyecta en su trabajo.
Es desde lo más hondo de su ser, desde dentro, desde su riqueza espiritual e intelectual que hace posible el entendimiento, la comprensión y la proyección de su propio discurso humanístico. • Una de las grandes características del E. es el subjetivismo; no es posible evitarlo.
El ensayista transmite lo más granado de su espíritu, no hace gala de cualquier cosa. • El ensayista elabora su propia confesión, su testimonio, su juicio, su intimidad, su yo… • Su personalidad es evidente, se delata su autobiografía.
La intención del ensayista no es la de llegar a convencer al lector, sino la de provocar reacciones para establecer nuevas ideas para la búsqueda de otros caminos y llevar al lector a planos de profundidad, de análisis y de un compromiso co-creador.
El ensayo no pretende dar soluciones ni el lector pretende encontrarlas, más bien, desde la reflexión se motiva para la trascendencia de su vida personal. • El ensayo es de carácter informal, lo cual favorece la libertad creativa del autor. • El ensayista emplea más bien un orden interno, en el que el dictamen de su yo-subjetivo es el que más importa.
El ensayo se diferencia del tratado. Éste tiene un solo camino de interpretación, la información es más precisa, no ambigua. • En el tratado prima el dato preciso a partir de algo concreto, en el ensayo importa la reflexión que a partir de un tema el ensayista pueda provocar.
En el ensayo puede hacerse digresiones; en el tratado, no. • El ensayista trasciende el dato concreto para sugerir, el tratadista trata de enseñar a partir de datos concretos. • El ensayo, a más de ser subjetivo, es artístico. El escrito es un homenaje a la lengua.
Si en el ensayo las ideas fuesen terminadas, y seguras para siempre, se perdería toda la riqueza que de por sí tiene. • Cuantas mayores sean las reacciones lectoras, se cree que el ensayo es altamente enriquecedor.
La mejor posición lectora es la de un examinador que se detiene, subraya, apunta, medita, elabora proyecciones y saca sus mejores conclusiones. • No es tanto el interés del tema lo que motiva al lector a releer, sino más bien la fuerza de la personalidad que el ensayista tiene para atraer a infinidad de lectores.
El ensayo no es pura invención aunque el ensayista requiera de inventiva para sus planteamientos. • Desde la literatura: como creador es libre para elegir el tema, para inspirarse y para dar el enfoque personal que quiera imprimir en su escrito.
Desde la ciencia: de una o de otra manera se sirve de datos que gozan de criterios de verdad para elaborar su discurso humanístico. • El ensayo no es pura literatura ni pura ciencia. • Las ideas podrán partir de lo concreto pero la imaginación es el motor que promueve el desarrollo de esas ideas: lo poético y lo estético es esencial.
El ensayo. Obra de arte: pensamiento profundo, tradición, libertad, prosa orgánicamente descrita y el propio criterio de su normativa. • Desde la interpretación, el lector se recrea y se forma humanísticamente. • Su narrativa es asistemática y abierta para que las ideas fluyan con responsabilidad y un alto sentir ético.
Desde la educación: compromiso del ser humano como persona para verter su gran caudal de humanismo. • Su quehacer antropológico debe promoverse no tanto desde la instrucción sino desde la formación. • Desde la literatura y el lenguaje: la palabra como fuente de vida. • Los personajes asumen actitudes de una enorme trascendencia humana. • Autorrealización y reflexión personal para la promoción de la vida.
EL COMENTARIO Comentar es opinar. Hay que tener agudeza crítica, personalidad, cultura y ponderación de criterio para opinar con madurez y asumir responsablemente todo cuanto decimos. Servicio constante a la verdad. Sin traicionar nuestras convicciones debemos interpretar con profundidad todo cuanto comentamos.
Poner en juego toda nuestra capacidad para decir una opinión sincera, adecuada y de trascendencia. Opinar y sugerir de buena fe, con un lenguaje claro, con una buena sintaxis. El comentarista diagnostica, pronostica y trata. Prevé lo que puede pasar y dicta lo que debe hacerse para evitar que acontezca algo que no debe suceder.
Se da luces al lector para que el comentario sea orientador. El comentarista goza de libertad para exponer sus razonamientos. Debe atenerse a los hechos. Una forma fácil para redactar un comentario es planteando primero el tema, luego se bosquejan algunas ideas principales, se las desarrolla, se emite un juicio y se plantea la solución que se crea pertinente.
Cometario informativo: describe los hechos. C. interpretativo: cuando se valora el hecho informativo. C. convincente: persuadir al lector con argumentos indiscutibles para que crea que el comentario emitido es el válido. C. inductivo: convencerlo para inducirlo a la acción. Que tome partido por lo que se le insinúa.
LA CRÍTICA Si comentar es opinar e interpretar un asunto determinado, criticar es el grado más elevado de nuestra inteligencia que nos permite enjuiciar y valorar algo a la luz de la razón. La crítica destaca lo bueno y lo malo con mucha prudencia. La crítica se percata de qué es buena o mala tal cosa.
Si hemos criticado sin decir por qué, no es crítica: a lo mucho será una simple opinión personal que carece de objetividad y de valoración. Para criticar tenemos que formarnos un dictamen de lo que cuestionamos, con profundo conocimiento de la materia que pretendemos juzgar.
El crítico debe ser especialista de la temática que critica. El crítico es competente, altamente profesional, ético, desinteresado, sabe juzgar y discernir, justifica con argumentos. La crítica es un arte: prima el espíritu de madurez y de reflexión para saber comunicar lo que transmite.
No se juzga con comentarios antojadizos, sino con el análisis y la síntesis objetiva. El papel del crítico es informar para que el lector pueda, con seguridad, atenerse a lo mejor.
LA LECTURA COMO FUNDAMENTO DE DESARROLLO HUMANO EL ACTO DE LEER La lectura apenas es una actividad ocasional. La lectura debe ser tomada como un acto vital. Quien lee aprende a vivir y quien sabe vivir a plenitud es porque sabe leer.
El sentido del ser humano se enaltece, crece, se ameniza, se hace realidad gracias al acto de leer. Todo lector debe asumir una actitud creadora.
Texto y lector Profunda, analítica, reflexiva y subversiva es la manera de percibir el mundo a través de la lectura. La lectura es el medio más eficaz, el más humano para crecer como personas, para ser más libres. La lectura es el paso más trascendental de nuestra educación.
Desde la lectura hacemos nuestra la realidad. La lectura nos lleva al placer y al conocimiento, al deleite para los sentidos y para el espíritu, a la promoción de la cultura y de un pasatiempo agradable y útil.
Lectura y valores éticos La lectura lleva implícito un carácter formativo, antes que de mera instrucción. Nos conduce a un proceso creativo-activo-formador que es el que garantiza la generación de juicios de valor. Con la lectura nos volvemos más comprometidos con la vida. La lectura nos pone ante la inteligencia y ante el corazón perfiles auténticos de vida.
Leer para aprender a leer La lectura más ha sido objeto de evaluación que de enseñanza. Se aprende a leer leyendo en la más absoluta libertad. No son las normas ni las recetas las que nos enseñan a leer. La necesidad de leer se la llena leyendo. A mayor lectura más posibilidades de autonomía.
Aprender desde la lectura es aprender a vivir desde una significación intensa que le abrirá campos insospechados de posibilidades para realizarse personal, social y profesionalmente. Con la lectura no sólo me informo, sino que me ilusiono, tengo ideales y proyectos de vida que hacen ver que el horizonte de la vida es bueno y saludable.
La lectura, relación de encuentro La lectura es luz porque nos enseña a pensar y a comportarnos. La lectura incide en la formación de la personalidad. A la luz de la lectura todas las actividades cotidianas adquieren un alto valor. Se analiza críticamente el mundo para compenetrarse en él a través de los más hondos valores humanísticos.
La vinculación con el texto es de encuentro, porque ahí están las realidades más relevantes. La lectura nos proyecta a pensar con rigor pero desde una actitud de vida creativa. La relación de encuentro se da cuando se ha fomentado una actitud penetrante porque se enriquece su vida ordinaria con horizontes e ideales que favorecen su madurez personal. La lectura es una experiencia de éxtasis: compromiso activo en la educación de la virtud.
El proceso formativo de la lectura Si no se lee se deteriora el nivel intelectual y de desarrollo humano. Las mejores expresiones de vida se pierden desde la no lectura. A través de la lectura es posible la creación de diversas formas de encuentro. La novedad de un texto está en la expresión de realidades nuevas.
La lectura proporciona siempre nuevos modos de sentir. Captar la vinculación de la palabra del texto con las realidades de vida dentro de una relación de encuentro, es sacarle pleno partido a cada realidad textual. El lector siempre albergará en su mundo interior una forma especial de organización para enriquecer su vida en la medida en que sabe crear vínculos de relación con el texto.
El texto es un ser vivo La lectura es una habilidad cognitiva. Cognición, arte, individualidad y colectividad son realidades lectoras. En manos del lector el texto se hacer querer o rechazar. No hay lecturas receptivas. El texto siempre llama la atención. Penosamente a veces el texto cae en lectores agónicos que matan la calidad de vida del texto.
Leer para ser más Leyendo se es de otro modo, se es mejor, se es más. Leyendo somos alguien en el mundo. La literatura es la que mejor nos enseña a ver el mundo de un modo distinto. Adentrarse en el mundo de la lectura exige un continuo aprendizaje. Descubrir las posibilidades que la lectura nos puede brindar: convivencia, paz, esperanza, amor, sabiduría,etc.
Lectura, arte, tensión y conflicto Es arte por las habilidades mentales que el lector tiene para descubrir estéticamente los valores y sentimientos humanos que el texto posee. Es tensión porque implica poner en juego los cinco sentidos para descubrir los enigmas del ser. Es conflicto por los avatares y artificios propios del ser humano que el texto genera en cada lector. Si la lectura no produce ningún efecto no tiene sentido leer.
Lectura, ficción y realidad El acto de leer es tan serio como lo es la moral, la política o la teología. Quien no ama al leer es como si estuviese muerto al amor y a la vida. El salir de la realidad cotidiana a través de lo imaginario es lo que nos lleva al éxtasis del gran placer que la lectura produce. El disfrute de ese lenguaje de ensueños, de imaginarios, de parábolas, de metáforas, nos encaminan a realizarnos en la verdad de la vida y en la verdad del amor.
El componente creativo de la lectura Si el lector llega al nivel de comprensión crítica del texto leído, aparece ya el lector creativo. El lector creativo estima altamente lo que lee. El componente personal y afectivo es el que imprime el sello de lector creativo. El lector creador es un asiduo proponente de hipótesis.
El lector creativo pone en juego la curiosidad, la imaginación, las expectativas y los conocimientos previos que genera el texto. El sentido de creatividad del lector desarrolla sentimientos de compromiso personal, de experiencias metacognitivas y de conductas comunicativas.
Lectura, escuela y literatura La especie humana está biológicamente programada para el lenguaje narrativo. El sistema educación escolarizada no ha podido aún incorporar la lectura de la literatura en el aula para que contribuya a una auténtica formación de lectores. A la lectura se la ha presentado como un ejercicio simple, sin la debida reflexión y el debate y sin el silencio necesario para el diálogo interior.
La lectura apenas aparece como un auxiliar de la enseñanza de la lectura y la escritura. En otras ocasiones aparece como simple objeto de conocimiento. La literatura apela a la libertad, a la trasgresión, a la recreación, al cuestionamiento, al debate, a las experiencias vitales de la vida.
La escuela se identifica con la norma, con la rigidez, con los principios establecidos, con la tradición y la imposición. La función estética de la literatura no es un mero adorno, es algo tan esencial porque forma a personas auténticamente humanas. A los libros debe tomárselos con la seriedad con la que se toma a las personas. Ni la literatura u otra disciplina se la puede presentar como lectura inofensiva. Sólo cuando es crítica e invita a la reflexión tiene valor liberador.
Posibilidades de acceso a la lectura Las bibliotecas no han cumplido su misión. La biblioteca debe buscar lectores, preparar ambientes lectores adecuados hasta lograr incorporar la lectura a la vida de las personas como un hecho normal de vida. Hay cantidad de actividades que se podrían emprender planificadamente desde diferentes instituciones para incorporar a todos a la promoción de lo más auténticamente humano: la lectura como poder de realización intelectual, espiritual y de compromiso colectivo para el desarrollo humano en todos los ámbitos.
Lectura, escritura y mediación No hay mediación lectora si el mediador lector no tiene su base en los saberes científico-humanísticos que son los que le hacen llenar de sentido y de esperanza la vida de los lectores. Un buen mediador potencia el desarrollo de habilidades para lograr una autonomía lectora. El mediador se hace leyendo y escribiendo. El nivel de lectura en estudiantes y profesores es bajo sencillamente porque ni se lee ni se escribe.