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LA INVASIÓN DE LOS MUERTOS. esperamos que os guste. Era una noche oscura, fría y silenciosa. Y en un cementerio a las afueras de la ciudad, un chico llamado Guillermo y una chica llamada Sara estaban jugando a la ouija.
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LA INVASIÓN DE LOS MUERTOS esperamos que os guste
Era una noche oscura, fría y silenciosa. Y en un cementerio a las afueras de la ciudad, un chico llamado Guillermo y una chica llamada Sara estaban jugando a la ouija. Sara y Guillermo eran amigos del colegio. La idea de jugar a la ouija en el cementerio fue de Guillermo ya que vio una película de zombis.
Empezaron a jugar a la ouija: -Espíritus del más allá, venid y manifestaros ante nosotros- Repetían una y otra vez Guillermo y Sara. De repente el vaso que sujetaban los dos con el dedo, se empezó a mover y señaló las letras: Z-O-M-B-I-S. Sara y Guillermo se miraron y de repente salió una mano de una tumba -aaaaaaaaaah-Gritaron los dos. ¡Los zombis se habían despertado! Y justo cuando estaban recogiendo el juego para irse corriendo, una mano le cogió el pie a Guillermo. Guillermo cogió un piedra y le empezó a dar en la mano con la piedra al zombi.
Por suerte Guillermo consiguió que la mano soltara su pie a base de golpes. Salieron corriendo del cementerio hacia la casa de Sara que era la más cercana perseguidos por lo menos por 50 zombis. Cuando llegaron a la casa de Sara se encerraron en ella. Los padres de Sara se despertaron y con precaución bajaron al salón a ver quien había entrado en la casa. Vieron que era Guillermo y su hija Sara. -¿A dónde habíais ido?-preguntó el padre.
Venimos del cementerio y sin querer hemos despertado a los muertos jugando a la ouija-respondieron. -No digáis tonterías niños, ahora mismo llamo a tus padres y vienen a recogerte Guillermo-dijo el padre de Sara De repente se empezaron a oír chirridos en la puerta y se asomó una cabeza partida a la ventana y por detrás de ella había muchas más. -¡Son los zombis!-Gritaron Guillermo y Sara. El padre de Sara cogió una escopeta que tenía por si a caso.
¡punnn! Los zombis habían tirado la puerta. -¡Corred!-Gritó Guillermo. Sara, Guillermo y la madre de Sara salieron corriendo, mientras el padre de Sara disparaba a los zombis.
Todos corrieron hacia la casa de Guillermo y entraron en ella. No había nadie, ni sus padres. -¿papá, mamá estáis aquí?-Pregunto Guillermo asustado
De repente dos zombis bajaron las escaleras. ¡Los padres de Guillermo se habían convertido en zombis!. La madre llevaba un cuchillo en la mano y el padre un hacha. La madre y el padre se abalanzaron sobre ellos y …
¡RIN RIN RIN! Miguel se despertó: -¡Menos mal! Ya a acabado todo, era una pesadilla-Dijo Miguel- O jala no pase ahora porque he quedado con Guillermo y Sara para jugar a la ouija en el cementerio, ¡que casualidad!.
HECHO POR GUILLERMO Y SARA D. LA COLABORACIÓN DE LOS ORDENADORES Y DEL COLEGIO C.P.I MARIANA PINEDA CON AYUDA DE LA PROFESORA ROSALINA