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6º Domingo de Pascua - Ciclo C. Dijo Jesús a sus discípulos: El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. … Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Jn 14, 23-26.
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6º Domingo de Pascua - Ciclo C • Dijo Jesús a sus discípulos: • El que me ama guardará mi palabra • y mi Padre lo amará, • y vendremos a él y haremos morada en él. • … Y la palabra que estáis oyendo no es mía, • sino del Padre que me envió. Jn 14, 23-26
“El término <<amor>> se ha convertido hoy en una de las palabras más utilizadas y también de las que más se abusa, a la cual damos acepciones totalmente diferentes”. EL AMOR Y LA PALABRA
Para unos el amor es una obligación ineludible, como piensan los hijos que exigen a sus padres continuos sacrificios, puesto que “deben” una entrega sin límites.
Para otros el amor es un sentimiento, como creen los adolescentes, los jóvenes y los adultos que no han aprendido a madurar. Para otros el amor es equivalente al sexo y nada más. *Se utiliza, *se consume, *se comercializa. *Se canta, se profana y se olvida. El amor ya no refleja la verdad última de la persona.
Dios es Amor Evangelio según San Juan nos dice : El Padre ama. Jesús ama a los suyos. Los discípulos han de amarse entre sí y han de profesar amor a su Maestro y Señor.
Ese amor es el contenido mismo del Evangelio. Describe el estilo de las relaciones que distinguen a la comunidad cristiana. Pero, antes de eso, revela el mismo ser de Dios y la misión del Mesías.
Jesús se refiere al amor que espera Él de sus discípulos. Ese amor es la justa y agradecida respuesta al amor que Él les ha manifestado.
La seriedad del amor se manifiesta en la decisión de escuchar su palabra y vivir de acuerdo con su enseñanza.
El cristiano sabe y confiesa que en Jesús nos ha sido revelado el amor de Dios. Un amor que se vuelve compasivo a los que llevan a la vida el mensaje de Jesús.
En el desierto, Dios velaba sobre su pueblo desde una tienda. Posteriormente, habitaba en el templo de Jerusalén. Ahora Dios ha decidido morar en la persona y la vida de los que guardan la palabra de Jesús.
Señor Jesús, revelación del amor que Dios nos tiene, ayúdanos a escuchar tu palabra, a orientar nuestras vidas a la luz de su enseñanza y a comunicar a nuestros hermanos la fuerza que de ella recibimos. Amén. Aleluya.
José Román Flecha Andrés Palabra del Señor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007 Presentación: Antonia Castro Panero