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Cierto día, un comerciante muy rico y avariento acudió a la iglesia con un viejo y sabio sacerdote en busca de consejo y enseñanza , e ste lo llevó ante una ventana: * Mira a través de este vidrio y dime qué ves le dijo el sacerdote . -Gente contestó el rico.
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Cierto día, un comerciante muy rico y avariento acudió a la iglesia con un viejo y sabio sacerdote en busca de consejo y enseñanza, este lo llevó ante una ventana: *Mira a través de este vidrio y dime qué vesle dijo el sacerdote. -Gentecontestó el rico. Luego lo condujo ante un espejo y le preguntó: *¿Qué ves ahora?
-Me veo a mí mismo le contestó al instante el avaro. *He ahíhermano la gran diferencia le dijo el sacerdote. En la ventana hay un vidrio y en el espejo también.Pero ocurre que el vidrio del espejo está cubierto con un poquito de plata,y en cuanto hay un poco de plata de por medio dejamos de ver a los demásy sólo nos vemos a nosotros mismos. Att: Lidia Clara Román