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Eras una mujer joven. Llena de vitalidad, alegría, pensando en tu futuro con ilusión. Además te ibas a casar con el hombre de tus sueños. Ambos planeabais vuestro futuro, vuestro hogar... vuestros hijos. Al principio todo era hermoso. Eras una recién casada completamente feliz.
E N D
Eras una mujer joven. Llena de vitalidad, alegría, pensando en tu futuro con ilusión. Además te ibas a casar con el hombre de tus sueños. Ambos planeabais vuestro futuro, vuestro hogar... vuestros hijos.
Al principio todo era hermoso. Eras una recién casada completamente feliz. Todo era perfecto. Como en un cuento de hadas. Sin embargo, algo empezaba a ir mal. Te convertiste en la mujer que espera a su marido en casa porque él no te permitió que trabajaras. Tú querías sentirte útil, y querías tener tu propia vida, tu propio trabajo. Poder superarte a ti misma como cualquier PERSONA. El no te dejó, y tú empezaste a sentirte inferior.
El llegaba a casa todos los días como el SEÑOR TODOPODEROSO, al que tenías que atender y cuidar. El traía el dinero a casa... Y tú DEBIAS SER amable y agradecida con él.
Debías ser su objeto sexual... Su madre...Su cocinera... La madre de sus hijos... “LA MUJER PERFECTA”...pero...en realidad tú sabías que eras tan sólo SU MUJER, y dejaste de ser tu misma. ERAS SU PROPIEDAD.
Te mostraba ante el resto del mundo como un trofeo. Y ESO A TI NO TE GUSTABA. NO TE DEJABA SER TU. Tú querías ser su compañera, su amante, su amiga, la madre de sus hijos...pero SOBRE TODO QUERIAS SEGUIR SIENDO TU Querías compartir su vida, pero NO VIVIR SU VIDA.
En tus largos ratos de soledad reflexionabas. Iba pasando el tiempo y tú estabas atrapada en una red sin salida. Tras muchos años de pensar y pensar, tomaste la determinación de separarte de él durante un tiempo, de daros un respiro. Empezabas a dejar de quererlo. Porque te diste cuenta de que él no te quería a ti. Por supuesto, él se negó rotundamente. ¡Qué iba a hacer sin ti!. ¿Quién le iba a preparar la comida, planchar sus camisas, tener la casa limpia?... ¿Y... el qué dirán? Estaba claro que tú eras su HERRAMIENTA. Nada más.
Empezaron los gritos, los malos tratos... Te dijo cosas muy crueles: ¿Qué ibas a hacer tú sin él, que no sabías hacer nada,que no valías nada?... TODO CONTINUÓ DE MAL EN PEOR. TE HABIAS CONVERTIDO EN SU PROPIEDAD Y NO PODIAS ESCAPAR DE EL PORQUE TU MISMA TE SENTIAS INCAPAZ DE SALIR ADELANTE... SOLA.
Llorabas y llorabas continuamente. “Tiene razón” (decías). Consultabas con tus amigos, con tus familiares y te decían que vuestros problemas eran vuestros y que te lo pensaras porque una mujer sola a tu edad ¿QUE IBA A HACER? . “¿QUÉ FUTURO VOY A TENER?”
Empezaste a sentir vergüenza de tí misma. No veías salida a tu vida sin él. Tu círculo de amigos empezó a dejarte sola porque “huían de los problemas”. Eras una mujer triste que empezaba a caer en la depresión.
El dejó de preocuparse por ti. Ya dejaste de interesarle como mujer, como compañera, como persona... Ya no sentía ningún respeto por tí. Aumentaron las vejaciones, las humillaciones, los gritos, incluso la violencia se hizo física. Enaltecía su ego propinándote esos malos tratos. SE CONVIRTIO EN UN HOMBRE PERVERSO. Se regocijaba de tu situación, y sin embargo no quería dejarte escapar. Tú llorabas y llorabas...callabas y callabas... Y te hundías cada vez más.
Estabas aterrorizada y ese miedo te paralizaba. Solicitaste ayuda a tus familiares y amigos confesándoles lo que te estaba ocurriendo. Nadie te creía. Pensaban que tan buen hombre era incapaz de actuar de esa manera y te decían que “estabas loca”.
Por fín consultaste con un profesional. Contaste tu caso. Eso te dió fuerzas para pensar que ya era hora de enfrentarte al mundo sola. Todo sería muy duro, muy complicado... Se trataba de empezar otra vez. SOLA. Y...SOBRE TODO SE TRATABA DE OLVIDAR.
Y... Por fin te armaste de valor y comenzaste la lucha. Por muy malo que fuera el RECOMENZAR, no sería peor que la vida que habías estado llevando todos estos años atrás. Sabías que estabas sola. QUE NADIE TE AYUDARIA. Pero también sabías que ibas a dejar atrás todo aquel infierno. Y... VALIA LA PENA INTENTARLO.
Diste el gran paso. LE ABANDONASTE. Mirabas atrás con la rabia contenida de TODO AQUEL TIEMPO PERDIDO, Y CON EL TEMOR DE VOLVER A EMPEZAR. LA INCERTIDUMBRE DE TU FUTURO, LA INSEGURIDAD.
POR FIN RECUPERASTE TU VIDA. TU AUTOESTIMA. Te diste cuenta de que había vida ahí afuera. Estabas SOLA, pero ERAS TU. No eras propiedad de nadie. PODIAS DECIDIR.
En tu soledad recordabas... Te alegrabas de que ya nadie te maltrataba..
Y PENSABAS EN LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE. Y recuperaste la ilusión de que en un futuro quizás lo será.
Dedicado a todas aquellas mujeres que han sufrido malos tratos y han podido salir de la situación. Dirigido también a aquellas que se encuentren inmersas en el problema, para que DESPIERTEN DE SU LETARGO y busquen una solución. SI TIENES PAREJA, COMPARTE TU VIDA CON EL, PERO NO DEJES QUE TE QUITE LA TUYA. VIVE VUESTRAS VIDAS PERO NO SOLO LA SUYA. CONTRA LOS MALOS TRATOS.