870 likes | 1.94k Views
NIÑOS SANTOS . SANTA MARIA GORETTI. SANTOS JUSTO Y PASTOR. SANTO DOMINGO SAVIO. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo estamos aquí (bis) Para alabar y agradecer bendecir y adorar estamos aquí, Señor, a tu disposición Para alabar y agradecer bendecir y adorar
E N D
NIÑOS SANTOS SANTA MARIA GORETTI SANTOS JUSTO Y PASTOR SANTO DOMINGO SAVIO
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo estamos aquí (bis) Para alabar y agradecer bendecir y adorar estamos aquí, Señor, a tu disposición Para alabar y agradecer bendecir y adorar te aclamamos Dios lleno de amor.
SANTOS JUSTO Y PASTOR Festividad: 6 de Agosto Niños mártires que fueron degollados por su amor a Cristo. Patronos de Alcalá de Henares
Los que gobernaban en la Hispania Cartagiennse, convencieron al emperador Diocleciano de que los verdaderos enemigos del Imperio romano eran los llamados cristianos, quienes no compartían las prácticas normales de la vida romana, ya que:
no iban al circo • ponían auténtico reparo a verse en las termas; • su matrimonio les dura para toda la vida • a los hijos no los exponen jamás a la muerte; • comparten el pan y las casas, pero no la cama.
Estas cosas podían perdonárseles porque son honestas, pero son considerados peligrosos porque rechazan a los dioses romanos y adoran a Cristo más que a su propia vida. Por ello, son una fuerza potencial inmensa que puede volverse contra el Imperio si se lo proponen.
Escapan a la autoridad del César y por tanto deben ser destruidos. Empieza una persecución fuerte y cruel que deja un rastro de sangre cristiana, entre ellos los niños Justo y Pastor.
Sólo sabemos de Justo y Pastor que eran dos niños, como de siete y nueve años, y que murieron degollados por presentarse espontáneamente ante Daciano, manifestando su condición de discípulos de Cristo; sufrieron martirio los dos hermanos al ser degollados probablemente en las afueras de
la ciudad llamada entonces Complutum y ahora Alcalá de Henares. Llegan a ser nombrados los Patronos de Alcalá y de toda la archidiócesis de Madrid.
No quiso Asturio, el obispo de Toledo, dejar ya la ciudad complutense después del hallazgo de sus restos. Así llegó Complutum a ser sede episcopal y él su obispo primero. Allí mismo edificó en su honor la primera basílica.
SANTA MARIA GORETTI Festividad: 6 de julio “Pequeña y dulce mártir de la pureza”
María nace el 16 de octubre de 1890, en Corinaldo (Ancona, Italia), en el seno de una familia pobre de bienes terrenales pero rica en fe y virtudes. Al día siguiente de su nacimiento es bautizada y consagrada a la Virgen. Recibirá el sacramento de la Confirmación a los seis años.
María no tarda en revelar una inteligencia y una madurez precoces. Es como el ángel de la familia: no hay en ella atisbo de capricho, desobediencia o mentira.
Su madre contará que el rosario le resultaba necesario y, de hecho, lo llevaba siempre enrollado alrededor de la muñeca. De la contemplación del crucifijo, María se nutre de un intenso amor a Dios y de un profundo horror por el pecado.
Hace la Primera Comunión el 29 de mayo de 1902. La recepción de la Eucaristía aumenta su amor por la pureza y la anima a tomar la resolución de conservar esa virtud a toda costa.
Su padre se había asociado con Giovanni Serenelli y su hijo Alessandro. Desde la muerte del padre, su madre siempre está en el campo y ni siquiera tiene tiempo de ocuparse de la casa, ni de la instrucción religiosa de los más pequeños. María se encarga de
todo. Por su parte, Giovanni, cuya esposa había fallecido, no se preocupa para nada de su hijo Alessandro, joven robusto de diecinueve años, grosero y vicioso.
Alessandro hace proposiciones deshonestas a la inocente María que rechaza la adulación y las amenazas. Suplica a su madre que no la deje sola en casa, pero no se atreve a explicarle claramente las causas de su pánico, pues Alessandro la ha amenazado. Su único recurso es la oración.
El 5 de julio, Alessandro trata de abusar de María, ante su resistencia, la atraviesa a cuchilladas. En el hospital no hay nada que hacer. María se confiesa con toda lucidez. No se lamenta, y no deja de rezar y de ofrecer sus sufrimientos a la santísima Virgen.
El capellán del hospital la asiste, en el momento de darle la sagrada Comunión, la interroga: "María, ¿perdonas de todo corazón a tu asesino?". Ella le responde: "Sí, lo perdono por el amor de Jesús, y quiero que él también venga conmigo al paraíso”.
El día 6 de julio de 1902 muere a las tres de la tarde. No había cumplido los doce años. Años más tarde su asesino, tras haber cumplido casi entera su condena, se arrepiente profundamente de lo hecho e ingresa en la orden tercera de San Francisco.
El papa Pío XII la canonizó el día 24 de junio de 1950 y la definió como “pequeña y dulce mártir de la pureza” El Papa Juan Pablo II la presenta especialmente como modelo para los jóvenes: "Nuestra vocación por la santidad, que es la vocación de todo bautizado, se ve
alentada por el ejemplo de esta joven mártir…” Por eso el Papa no teme decir a los jóvenes: "No tengáis miedo de ir contracorriente, de rechazar los ídolos del mundo". y explica: "Mediante el pecado, damos la espalda a Dios, nuestro único bien, y elegimos ponernos del
lado de los ídolos que nos conducen a la muerte y a la condenación eterna, al infierno". María Goretti "nos alienta a experimentar la alegría de los pobres que saben renunciar a todo con tal de no perder lo único que es necesario: la amistad de Dios...
VEN ESPÍRITU SANTO Ven, ven, ven, Espíritu Santo transforma mi vida quiero renacer (bis) Quiero abandonarme en tu amor, encharcarme en tus ríos Señor, derribar las barreras en mi corazón (bis)
SANTO DOMINGO SAVIO Festividad: 9 de marzo Patrono de los monaguillos y coros de niños.
Nace en Riva de Chieri, Italia, el 2 de abril de 1842. Durante su infancia la madre lo lleva a la Iglesia, muchas veces la puerta del templo está cerrada. Entonces se arrodilla. Su mente y su corazón vuelan al Sagrario. Aprende a ayudar a Misa. Llegará a ser un monaguillo ideal.
En el año de 1849, a los siete años de edad, hizo la Primera Comunión, sus propósitos fueron: 1. "Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita".
2. "Quiero santificar los días de fiesta". 3. "Mis amigos serán Jesús y María". 4. "Antes morir que pecar". Don Bosco dijo que estos recuerdos fueron la norma de todos sus actos hasta el fin de su vida.
Domingo 29 de octubre de 1854. Fecha histórica. Domingo entra a formar parte de la familia de Don Bosco en Turín. Don Bosco dijo en el sermón de un domingo de Cuaresma: “Dios quiere que todos nos hagamos santos”.
Don Bosco le hizo ver a Domingo, en qué hacía él consistir la santidad. Nada de obras extraordinarias, sino exactitud y fidelidad en el cumplimiento de los propios deberes de piedad y estudio. Y estar siempre alegres.
"No necesitas ningún cilicio, le había dicho Don Bosco. Con soportar pacientemente y por amor a Dios, el calor, el frío, las enfermedades, las molestias, y a los compañeros y superiores, ya tienes bastante".
Su salud era delicada, sufrió una pleuresía y murió el 9 de marzo de 1857. En abril iba a cumplir los quince años.
Cuando se planteó la causa de su Beatificación y Canonización se preguntaron si podía un joven de 15 años practicar una virtud heroica. Hasta el presente la Iglesia no había canonizado a ningún adolescente que no fuera mártir. El Papa Pío X no tuvo dificultad en dar su opinión:
“Es una razón más para canonizarlo. ¡Es tan difícil para un joven practicar de un modo perfecto la virtud!.
La vida que de él escribió Don Bosco y que he leído, nos ha dado la idea de un joven ejemplar que merece ser presentado como modelo de perfección. Todo lo que se puede decir de bueno sobre Domingo es poco. “
MOMENTOS DE LA VIDA DE SANTO DOMINGO Un castigo injusto Un día el maestro ve la estufa llena de piedras. Se enfada mucho.
Un alumno, con fama de travieso, culpa a Domingo, ya que era el único que había estado dentro de la clase. Domingo baja los ojos y cambia de color. Comprende que el momento es penoso y difícil. Se pone a prueba su virtud. Nadie puede creer que haya sido Domingo. Los culpables del hecho lo habían planeado todo bien.
Ellos hablan y acusan. Domingo calla. El maestro se dirige finalmente a Domingo y lo reprende fuertemente. Todo se supo al día siguiente, cuando aparecieron los verdaderos culpables. La reputación de santo que tenía Domingo aumentó
considerablemente desde aquel día. "Vemos aquí el ejercicio heroico de tres virtudes: La humillación libremente aceptada y practicada delante de los compañeros y del maestro. La caridad para con los culpables,
cuya culpa acepta, y un inmenso amor a Dios, en cuyo nombre sufre pacientemente la calumnia, que recuerda al Divino Salvador injustamente acusado por los hombres".
Ejemplos edificantes 1. A uno que acaba de blasfemar se le acerca bondadosamente y lo lleva a la Capilla. -Arrodíllate aquí, a mi lado le dice. Mira hacia allá. Ahí donde ves una lamparita, ¡ahí está Cristo! Tú le has ofendido con
esa blasfemia que has pronunciado. Ahora vas a repetir conmigo lo siguiente: "Sea alabado y reverenciado en todo momento el santísimo y divinísimo Sacramento".
Aquel muchacho que momentos antes parecía un perro rabioso, se ve ahora transformado en un manso corderito en manos de Domingo, que es todo caridad y paciencia.
2. Un día se le acercó un muchacho y le gritó: -¡Cállate, santurrón, vete a predicar a la Iglesia! Deja a los otros en paz, ¿qué te importa a ti? -Me importa mucho -le respondió Domingo sin acobardarse-. Me importa porque todos somos hermanos. Me importa porque
Dios nos manda que nos ayudemos mutuamente. Me importa porque Cristo murió por todos y también por ti. Me importa porque si yo logro salvar un alma, salvo también la mía. Fueron muchos los jóvenes que Domingo ganó para Cristo
Un ejemplo heroico de caridad Dos muchachos acaban de tener una pelea muy fuerte y deciden continuar con un duelo a pedradas. Domingo reza y se encomienda al Señor, Domingo insiste,... les habla,... les amenaza con decírselo a los
padres y maestros. Todo inútil. Antes de empezar el duelo, Domingo saca un crucifijo, lo levanta en alto y les dice: -Mirad a este crucifijo, arrojad la primera piedra contra mí y decid en voz alta estas palabras: Jesucristo murió perdonando a los que le crucificaban, y yo, pecador, quiero ofenderle y vengarme bárbaramente.
Dicho esto, corre a arrodillarse ante el que parecía más furioso y le dice: -¡Lanza primero la piedra contra mi cabeza!. -El muchacho que no se esperaba tal cosa, queda sorprendido y, al ver a Domingo arrodillado en tierra como una víctima que
esperaba el golpe fatal, se conmueve. -No, Domingo -grita-, no me pidas eso. No tengo nada contra ti. Tú eres mi amigo.