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TEMA 4 ¿Qué clase de supervisor quiero ser?. Consejos prácticos para la planificación de vida y trabajo.
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TEMA 4 ¿Qué clase de supervisor quiero ser? Consejos prácticos para la planificación de vida y trabajo
“La planeación de la vida y trabajo es la actitud, arte y disciplina de conocerse a sí mismo, de detectar las fuerzas y debilidades y proyectar, autodirigiendo el propio destino hacia el funcionamiento pleno de las capacidades, motivaciones y objetivos de la vida personal, familiar, social y laboral” (Casares y Siliceo)
MANTÉNGA EL EQUILIBRO “La persona enfocada la totalidad de suvida, ya sea a sutrabajo o a unacausaespecífica, comoúnicafuentede energía, atención y valorización, sueledesarrollarsíntomas de neurosis y desadaptaciónyaquefuera de estaactividadúnica, esincapaz de intercambiarexperiencias, afectos, ideas, y tenerbuenasrelaciones con los demás”. (Casares y Siliceo)
Sugerencias para alcanzar sus metas de vida y trabajo Comente sus objetivos con personas que lo impulsen a lograrlos. Visualícese usted mismo ya logrado el objetivo, imagínese cómo se siente, cómo goza su objetivo. Modifique si cree que no va a sentirse suficientemente satisfecho. Goce cada paso o actitud que lo acerque al objetivo propuesto. Aumente e intensifique las fuerzas a favor y disminuya las fuerzas en contra.
Toma tiempo Toma tiempo para trabajar; es el precio del éxito. Toma tiempo para pensar; es el a fuente del poder. Toma tiempo para jugar: es el secreto de la perpetua juventud. Toma tiempo para leer; es el secreto de la perpetua juventud. Toma tiempo para leer; es el fundamento de la sabiduría. Toma tiempo para ser amigable; es el camino de la felicidad. Toma tiempo para soñar; es enganchar tu carrera hacia las estrellas. Toma tiempo para amar y ser amado; es el privilegio de los dioses. Toma tiempo para ver a tu alrededor; el día es muy corto para ser egoísta. Toma tiempo para reír; es la música del alma”. Pensamiento Irlandés
Efesios 4:13 “Hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad de la plenitud de Cristo:”