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Titulo de la actividad: “Valor estratégico de la cultura para el desarrollo local” Nombre del panelista: Mauricio Rojas Alcayaga Fecha: 16 de diciembre 2009 Lugar: A uditorio de la UNAB República, 239 Santiago de Chile. “Valor estratégico de la cultura para el desarrollo local”
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Titulo de la actividad: “Valor estratégico de la cultura para el desarrollo local” Nombre del panelista: Mauricio Rojas Alcayaga Fecha: 16 de diciembre 2009 Lugar: Auditorio de la UNAB República, 239 Santiago de Chile
“Valor estratégico de la cultura para el desarrollo local” Mauricio Rojas Alcayaga, Santiago de Chile, 2008
“Sólo puede asegurarse un desarrollo equilibrado mediante la integración de los factores culturales en las estrategias para alcanzarlo; en consecuencia, tales estrategias deberían tomar en cuenta siempre la dimensión histórica, social y cultural de cada sociedad” (Declaración de México sobre Políticas Culturales,1982)
Cultura Los modos de vida que un grupo humano ha escogido (Geertz)
ORIGENES DE LA GESTION CULTURAL “Hacia mediados del siglo XV, los nobles italianos estaban formando sus bibliotecas y empleaban a escribas para copiar los textos. Ello marcó el advenimiento de un proceso industrial a la producción de los símbolos de poder. Podemos distinguir ya el enérgico batir de las dos grandes alas de la política cultural: la subvención y la capacitación” (Yúdice)
POLÍTICA CULTURAL “…el conjunto de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles y los grupos comunitarios organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden o de transformación social…” Néstor García Canclini
GESTOR CULTURAL También el sector cultural ha florecido dentro de una enorme red de administradores de las artes que median entres las fuentes de financiación, por un lado, y los artistas y las comunidades, por el otro. A semejanza de sus homólogos en la universidad y el mundo de los negocios, deben generar y distribuir a los productores de arte y cultura. De acuerdo con Dworkin, ellos están simultáneamente clarificando, promoviendo, modificando y contraatacando los gustos del mercado. George Yúdice
MODELOS “El mercado es el sistema que permite identificar y distribuir las preferencias públicas respecto a la cultura, y se le niega al Estado otro rol que no sea el de un funcionario policial que patrulla los límites de la propiedad y decide quien es dueño de qué y cómo deben intercambiarse los objetos”. (Anglosajón) “La segunda identifica ciertos artefactos como portadores trascendentales de valor […]. Esta última postura promueve el rol dirigista del Estado, el cual parece coaccionar al público para estetizarse, y al que ciertos críticos sistemáticamente acusan de “magistratura cultural”. (Francés) “En ciertos casos, los roles capitalista-cultural y dirigista operan juntos: el mercado, como vía adecuada para las industrias culturales, y el Estado, como administrador del patrimonio” (síntesis)
PROGRESO Y DESARROLLO Calvillo y Favela (1996) nos hablan que México ha experimentado tres fases de modernización, siendo la primera desarrollada en el siglo XIX, durante el gobierno autoritario de Porfirio Díaz, en palabras de Francisco Madero: “Esta dictadura restableció el orden y cimentó la paz, lo cual ha permitido que llegue libremente a nuestro país la gran oleada de progreso material, que invade al mundo civilizado desde mediados del último siglo. En cambio, este régimen de gobierno ha modificado profundamente el carácter del pueblo mexicano pues ocupado únicamente en su progreso material, olvida sus grandes deberes para con la patria”. De allí que Silva Herzog (1985) afirme que en el Porfirismo si hubo progreso pero no desarrollo, debido a la carencia de justicia social para el proletariado urbano y rural. Esto viene a confirmar la tesis que la modernización no necesariamente provoca modernidad.
¿DESARROLLO? “Si bien ni duda cabe que en los años cincuenta y sesenta América Latina se modernizó según las líneas señaladas, tampoco cabe duda de que sus corolarios respecto de una mayor igualdad social y una sólida y estable democracia política no se cumplieron. Crecían las ciudades y las clases obreras, se fortalecía el sindicalismo, se difundían y practicaban reformas agrarias, mejoraban las estadísticas sanitarias, pero la democracia y la equidad social prometidas no aparecían, y el capitalismo que así se había expandido asumía un carácter cada día más excluyente de la mayoría de la población, dando lugar a tensiones revolucionarias (...) y esto conducía, por último, al autoritarismo, o sea, a la dictadura militar modernizadora” (Castro;1996)
CRISIS DEL DESARROLLO MODERNIZADOR “En el ámbito teórico, esto se ha traducido en una fuerte crítica epistemológica hacia el concepto de desarrollo ligado a la idea de modernización, por constituir un esquema de óptica tecnocrática, que privilegió la maximización de la funcionalidad, dejando de lado la dimensión cultural, es decir, los valores, significados, historia e identidades particulares de cada territorio.” (CNCA,2006)
Datos del Informe de Desarrollo Humano de 1995 expresan que los países ricos reúnen el 23% de la población mundial pero cuentan con el 85% del ingreso global, y a pesar de la supuesta globalización de la economía, el 20% más pobre sólo participa del 1% del intercambio y en un 0,2% de los préstamos comerciales mundiales, y aún más de mil millones de personas carecen de los servicios básicos.
LO LOCAL “Lo local puede ser definido desde un parámetro político administrativo, que reparte el territorio en regiones, provincias, departamentos, comunas, barrios y donde el denominador común es el “municipio”. Lo local también puede ser visto desde una perspectiva económica según la cual se visualizan determinadas localidades, con situaciones económicas o ecológicas similares. Por ultimo, también podemos referirnos a lo local tomando en cuenta la dimensión cultural, ligada a los modos de vida, significados, tradiciones, historia e identidad propios de las poblaciones de cada territorio.” (Van Helmelryc, citado en CNCA)
“Por otra parte, lo local es inseparable del territorio, pilar fundamental de la identidad local al definirse a partir de sus rasgos naturales, y su geografía humana” (CNCA)
TERRITORIO El territorio es un producto social que puede representarse como una matriz de interacciones, donde el poder juega un papel preponderante en la determinación de las relaciones que se concretan en el espacio. Lo que implica pensar el territorio desde una visión política y no geográfica, es decir, comprender las expresiones valorativas del espacio dotado de significado. Parte de ese importante conjunto de significados, es el que queda “materializado” en las identidades, las que se configuran y configuran, los lugares y la dinámica de los actores, a través del sentido de pertenencia, los contenidos simbólicos, la historia compartida, las representaciones, etc. (Benedetto, 2006).
TERRITORIO CULTURAL “Creemos que un territorio cultural no puede ser un mero espacio físico definido por fronteras y límites, éste territorio, es el espacio del que nos apropiamos al habitarlo, el que emerge con las relaciones y vínculos entre los seres humanos. Territorio es todo lo que llena el vacío, el espacio, lo que me y nos acerca al otro y a la naturaleza. Conocer ese entramado, ese tejido, es conocer un territorio cultural” (División de Cultura, MINEDUC).
Los actores locales: usualmente llamados de la “sociedad civil”, que son un conjunto complejo directamente implicado en el desarrollo local (social, cultural, económico y ambiental), viviendo en el territorio o actuando de manera indirecta en éste. Esta interacción se realiza por medio de la organización y de la generación de externalidades que pueden ser negativas o positivas. El Estado y su aparato administrativo – político (local y regional): que norma y administra el territorio por medio de políticas territoriales y de ordenamiento. El contexto internacional: que presiona a través de la noción de ventajas comparativas, las cuales condicionan las potencialidades del mercado según un determinado modelo económico social. Mazurek (2006) El desarrollo local supone: Una visión estratégica del territorio. Una identidad cultual como base e impulso del desarrollo. Actores sociales con capacidad de iniciativa. Articulación de actores públicos y privados en torno a un proyecto colectivo, y de actores públicos entre sí. Gallicchio (2003). El territorio Lo local
MOVIMIENTOS CULTURALES COMUNALES “La gente se resiste al proceso de individualización y atomización social, y tiende a agruparse en organizaciones territoriales que, con el tiempo, generan un sentimiento de pertenencia y, en última instancia, en muchos casos, una identidad cultural y comunal (…) es decir, la gente debe participar en movimientos urbanos (no muy revolucionarios) mediante los cuales se descubren y defienden los intereses comunes, se comparte en cierta medida la vida y puede producirse nuevo sentido”. (Castells, “La era de la información”, 2004).
“Así fue como surgió la paradoja de una política cada vez más local en un mundo estructurado por procesos cada vez más globales. Había producción de sentido e identidad: mi barrio, mi comunidad, mi ciudad, mi escuela, mi árbol, mi río, mi playa, mi capilla, mi paz, mi entorno” (Castells, op. cit.)
SALIDAS “El objetivo sería que estas identidades territoriales, pueden llegar a concebirse como “capitales”, tangibles e intangibles de una sociedad, para convertirse en “oportunidad”, en la medida que el territorio logre estructurarse como lugar de estrategias conjuntas y poder compartido, formando parte de un proceso de aprendizaje de las comunidades, valorización cultural, innovación institucional y construcción política. La toma de conciencia sobre una identidad que aglutina a los que la comparten y posiciona frente a “otro”, ayuda a armonizar visiones distintas dentro de un mismo territorio, porque significa la apropiación de los “procesos de acción cultural significativa” (Benedetto, 2006).
“En contraste con las sociedades civiles diferenciadas y pluralistas, las comunas culturales muestran escasa diferenciación interna. En efecto, su fuerza y su capacidad para proporcionar refugio, consuelo, certidumbre y protección, proviene precisamente de su carácter comunal, de su responsabilidad colectiva, que borra los proyectos individuales. Así pues, en el primer estadio de la reacción, la (re) construcción del sentido por parte de las identidades defensivas se desprende de las instituciones de la sociedad y promete reedificarla de arriba abajo” (Castells op. cit.)