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Las cartas de Madre Mazzarello: una invitación a vivir de amor. La invitación frecuente que Madre Mazzarello hace a sus hijas es la de vivir la caridad verdadera y grande:. “Ten siempre gran caridad con todos…” (C 67,7); “…amaos entre vosotras con verdadera caridad…” (C 49,2).
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Las cartas de Madre Mazzarello: una invitación a vivir de amor
La invitación frecuente que Madre Mazzarello hace a sus hijas es la de vivir la caridad verdadera y grande: “Ten siempre gran caridad con todos…” (C 67,7);“…amaos entre vosotras con verdadera caridad…” (C 49,2)
Una caridad a medida del corazón de Cristo: “… esa caridad propia de Jesús, que nunca se saciaba de sufrir por nosotros y que quiso sufrir ¿hasta cuando?...” (C 26,4)
es rezar unas por las otras: “ … recemos siempre unas por otras …” (C 64,4)
es saber consolar, animar, ayudarse mutuamente, no ofenderse: “…no te ofendas nunca, antes bien, cuando adviertas que alguna necesita un consuelo, dáselo y consolaos y ayudaos recíprocamente...” (C 26,5);
es quererse bien, es estar unidas: “ … estad siempre unidas con el corazon” (C 29,3). “…¿os queréis mucho?” (C 51,3);
es tratarse bien, con dulzura y paciencia: “ … y a las hermanas, cómo las tratas? ¿con dulzura y caridad?” (C 28,3). “ … gran paciencia y dulzura sin medida…” (C 27,11);
es imparcialidad y ausencia de celos: “Tened siempre una gran caridad con todas, y nunca particularidades” (C 64,4). “ … Procura que no haya envidias…” (C 35,2);
es buen ejemplo “… Procurad siempre ir adelante con el buen ejempio … ” (C 63,4);
es animarse mutuamente, es confianza y rectitud: “Ánimo, y como buena hermana, ayuda a las demas a trabajar por el Señor, amaos mutuamente y procuraos el bien espiritual y material” (C 35,8);
es soportarse, corregirse mutuamente “Pongamos todas empeño en ejercitarnos en la verdadera humildad y caridad, soportando mutuamente nuestros defectos…” (C 52,3);22
es ir de acuerdo y mantener relaciones positivas “Lo más importante es que vayais de acuerdo entre vosotras... Manteneos en relación por escrito…” (C 63,4);
es no quedarse en los defectos de los demás “No te fijes nunca en los defectos de los demás, sino en los tuyos…” (C57,2);
es corrección fraterna, es conocimiento y aceptación, es no preteneder grandezas “Corregid, advertid siempre, pero compadeced de corazón y usad caridad con todas” (C 25,2);
es estar contentas de todo “Solo te diré que seas siempre humilde y caritativa con todas y que te mantengas siempre alegre y contenta de todo, como lo desea el Señor” (C 61,4).
Una caridad que es garantía de eficacia apostólica: “ …te recomiendo mucho la humildad y la caridad: si practicais estas virtudes el Señor os bendecirá a vosotras y a vuestras obras, de manera que podreis hacer un gran bien” (C 68,3).
Una caridad que favorece la presencia del Señor: “ … Jesús se complace mucho de estar en medio de las hijas que son humildes y caritativas. Haced de modo que Jesús pueda estar contento en medio de vosotras” (C 49,3).