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¿Por qué Prácticas del Lenguaje y no Lengua?.
E N D
¿Por qué Prácticas del Lenguaje y no Lengua? Al iniciar el curso lectivo, una de las preguntas más comunes de los alumnos es: “¿Por qué no Lengua y sí Prácticas del Lenguaje?”. Esta pregunta habitual en los niños también se da entre los adultos; por eso, creí conveniente explicar esta diferencia, propuesta desde el Diseño Curricular hace ya algunos años, que modificó el enfoque del área.
El lenguaje de un pueblo constituye un bien particular, en la medida que persiste y conserva la propia visión del mundo y del hombre, los hechos y tradiciones de su propia historia, sus sueños, sus sentimientos, todo lo que le confiere a su identidad, su fuerza y su razón de vivir. • El lenguaje es el vehículo del conocimiento, de las ideas, de los sentimientos, de la sociabilidad. No hay desarrollo integral humano si no es a través del lenguaje verbal o no verbal, oral o escrito. De ahí, la competencia en el manejo de la lengua sea de importancia primordial.
De acuerdo a esta concepción del lenguaje, el área de Lengua cambió su enfoque para poner en primer lugar de la escena escolar la formación de los ciudadanos como sujetos de las prácticas sociales del lenguaje, privilegiando las prácticas mismas del hablar y escuchar, leer y escribir. De allí que su denominación pasó a ser Prácticas del Lenguaje. Por lo tanto, se trata de poner énfasis en todas las razones que llevan a la gente a leer y escribir; en las maneras de leer, en todo lo que hacen los lectores y escritores, en las relaciones que sostienen con los textos; en definitiva, en sus prácticas de lectura y escritura.
El uso del lenguaje gira en torno a tres campos de la vida sociocultural donde circula el lenguaje y “se ejerce”: el ámbito de la literatura, que incluye a los niños/as en el mundo de la cultura escrita y les permite adentrarse a partir de la ficción en otros universos posibles, leyendo, comentando, profundizando sobre géneros, autores, escribiendo en torno a horizontes del pasado y del futuro, y accediendo a otros modos de ver el mundo y otras culturas; el ámbito del estudio que los habilita desde los inicios de la escolaridad a buscar y seleccionar información, a profundizarla y organizarla y también a aprender a comunicarla de diversas maneras según sus destinatarios; y, el ámbito de la formación del ciudadano para ejercer las prácticas democráticas y democratizadoras de discutir y acordar, escuchar al otro y reconocerlo, leer críticamente los medios de comunicación.
Para poder ser lectores y escritores cada vez más capaces de adecuarse a situaciones complejas de comunicación y aprendizaje, habrá que ir conociendo los recursos lingüísticos y discursivos que nos permiten ese ajuste. Por lo tanto, en este enfoque no queda olvidado el aprendizaje de la gramática y la ortografía como herramientas hacia la reflexión de las prácticas del lenguaje. • De esta manera, la propuesta desde las aulas es brindarle a nuestros niños variados materiales de lectura, con distintas modalidades de acceso, en diversas situaciones comunicativas y respondiendo a diversos propósitos; participando de forma activa para apropiarse de las prácticas en contextos donde se justifique hacerla, donde tenga sentido ejercerlas: donde haya que explorar textos enciclopédicos, desde diferentes medios, para buscar información y saber más sobre un tema de interés o de estudio de ciencias, donde haya que revisar la ortografía y mejorar la sintaxis de una nota, donde haya que argumentar para defender una postura.