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Sección III. Sistemas motores. Capítulo 10. Vías motoras descendentes y función motora de la médula espinal.
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Sección III. Sistemas motores Capítulo 10. Vías motoras descendentes y función motora de la médula espinal
FIGURA 10-1 La hemisección de la médula espinal produce parálisis y pérdida de la sensibilidad a los estímulos mecánicos en sitios caudales a la lesión y en el mismo lado de ella. Esta lesión produce pérdida de la sensibilidad al estímulo doloroso, térmico y prurito caudales al sitio de la lesión y en el lado opuesto a la misma. A. Cambios en los circuitos asociados con la hemisección de la médula espinal. B. Patrón de pérdida sensitiva somática en el paciente. Se ha perdido la sensibilidad al estímulo doloroso en el lado izquierdo (color naranja); se perdió la sensibilidad táctil en el lado derecho (color verde). Hay afección de tres vías principales: 1) La vía mecanorreceptora, los cordones dorsales, se interrumpen en forma ipsolateral en su origen. 2) La vía del dolor, los sistemas anterolaterales, se interrumpen en el lado opuesto a su origen. 3) La vía motora, el haz corticoespinal, se interrumpe de forma ipsolateral con respecto a los músculos y neuronas motoras.
FIGURA 10-2 Organización general del sistema motor. Centro. Organización general de los sistemas motores. Existen cuatro componentes principales de los sistemas motores: vías cortical descendente y del tronco del encéfalo, neuronas motoras e interneuronas de la médula espinal, núcleos basales y cerebelo. Tanto los núcleos basales como el cerebelo influyen en los movimientos a través de conexiones con las vías motoras corticales y el tronco del encéfalo. Inserto superior. Regiones corticales fundamentales para el control del movimiento. Las áreas de asociación límbica y prefrontal participan en la decisión inicial del movimiento, en relación con factores motivacionales y emocionales. Para alcanzar y sujetar un objeto, las áreas visuales procesan la información sobre la ubicación y forma del objeto. Esta información se transmite a través de las vías de “dónde” o de “acción” primero al lóbulo parietal posterior y después a las áreas premotoras, lo que es importante para la planificación del movimiento. De aquí, la información se transmite a la corteza motora primaria, desde la cual se envían las señales de control descendente a las neuronas motoras.
FIGURA 10-3 Organización somatotópica del asta ventral y vías motoras. Esquema de la médula espinal que muestra la organización somatotópica del asta ventral que indica la ubicación general de las neuronas motoras que dan inervación a las extremidades y músculos axiales y a los músculos flexores y extensores. Se ha superpuesto un homúnculo parcial sobre las astas ventrales. (Adaptada de Crosby EC, Humphrey T, Lauer EW. Correlative Anatomy of the Nervous System. New York, NY: Macmillan; 1962.)
FIGURA 10-4 Vías descendentes laterales. A. Haz corticoespinal lateral. El esquema muestra la ubicación de la corteza motora primaria y de las tres áreas premotoras: área motora complementaria, áreas motoras del cíngulo y corteza premotora. El haz corticoespinal lateral también se origina de las neuronas ubicadas en el área 6 de Brodmann en el lóbulo parietal. Observe la ramificación en el núcleo rojo; éste es el componente corticorrubro de la vía corticorrubro-espinal indirecta.
FIGURA 10-5 Vías descendentes mediales. A. Haz corticoespinal ventral. El inserto muestra la ubicación de la corteza motora primaria y de tres áreas premotoras: área motora complementaria, área motora del cíngulo y corteza premotora.
FIGURA 10-5 Continuación. B. Haz tectoespinal y haces reticuloespinales de la protuberancia y del bulbo raquídeo.
FIGURA 10-6 Esquema de la médula espinal que indica la ubicación de las vías ascendentes (izquierda) y descendentes (derecha).
FIGURA 10-7 Vistas lateral (A) y medial (B) del encéfalo humano, indicando las ubicaciones de la corteza motora primaria, corteza premotora, área motora complementaria y área motora del cíngulo. También se muestra la corteza sensitiva somática primaria.
FIGURA 10-8 Organización somatotópica de la corteza motora primaria (A). B. Se indican las vías descendentes por medio de las cuales estas áreas de la corteza motora primaria infl uyen en las neuronas motoras. (A, Adaptada de Penfi eld W, Rasmussen T. The Cerebral Cortex of Man: A Clinical Study of Localization. New York, NY: Macmillan; 1950.)
FIGURA 10-9 A. Aspecto tridimensional de las fibras en la sustancia blanca de la corteza cerebral. Se indican las regiones que corresponden a la cápsula interna, base de los pedúnculos y vía piramidal. La corona radiada es la porción de la sustancia blanca por debajo de la sustancia gris de la corteza cerebral. B. La MRI de un paciente con apoplejía en la rama posterior de la cápsula interna. Puede seguirse la degeneración retrógrada hacia la circunvolución frontal ascendente y la degeneración anterógrada hacia el tronco del encéfalo. C. Corte horizontal con tinción de mielina a través de la cápsula interna. Observe que el tálamo se extiende en sentido rostral hasta la rodilla. La cabeza del núcleo caudado y el putamen están separados por la rama anterior de la cápsula interna. Se indican las fi bras que constituyen la cápsula interna y su organización somatotópica. F, cara; A, extremidades superiores; T, tronco; L, extremidades inferiores. (A, Adaptada con autorización de Parent A. Carpenter’s Human Neuroanatomy, 9th ed. Williams & Wilkins; 1996. B, Cortesía del Dr. Adrian Danek, Ludwig Maximilians University, Munich, Alemania; Danek A, Bauer M, Fries W. Tracing of neuronal connections in the human brain by magnetic resonance imaging in vivo. Eur J Neurosci. 1990;2:112-115.)
FIGURA 10-10 A. Corte coronal con tinción de mielina a través de la rama posterior de la cápsula interna. Observe que se identifica el componente de la cápsula interna como la rama posterior en este corte porque el tálamo se encuentra medial a la cápsula interna. B. Imágenes por resonancia magnética de un paciente con lesión de la cápsula interna. El corte coronal a través de la rama posterior de la cápsula interna muestra una banda brillante con orientación vertical que se extiende desde la lesión en dirección caudal hasta la protuberancia. Esta banda corresponde a los axones degenerados en la cápsula interna, base del pedúnculo y protuberancia. C. Imagen por tensor de difusión de los haces corticoespinales de las regiones de las extremidades superiores e inferiores en una persona sana. (B, Cortesía del Dr. Jesús Pujol; de Pujol J, Martí-Vilalta JL, Junqué C, Vendrell P, Fernández J, Capdevila A. Wallerian degeneration of the pyramidal tract in capsular infarction studied by magnetic resonance imaging. Stroke. 1990;21:404-409.)
FIGURA 10-11 A. Corte transversal con tinción de mielina a través de la porción rostral del mesencéfalo. La composición de los axones en la base de los pedúnculos y la organización somatotópica de las fibras corticoespinales se muestran en el lado derecho. B. El corte transversal a través del mesencéfalo (corte horizontal a través de la porción central de los hemisferios) muestra el sitio de degeneración. C. Resonancia magnética transversal a través del mesencéfalo de una niña de ocho años de edad con parálisis cerebral, producida por lesión perinatal del hemisferio cerebral. La MRI muestra daño a la corteza cerebral del lado derecho y a la sustancia blanca subyacente con degeneración de la base del pedúnculo. El área de la base del pedúnculo degenerada en esta paciente es de casi la mitad en comparación con el lado contrario. La paciente tenía afectación motora en el brazo derecho, en especial para hacer movimientos delicados con la mano. (B, Cortesía del Dr. Jesús Pujol; de Pujol J, Martí-Vilalta JL, Junqué C, Vendrell P, Fernández J, Capdevila A. Wallerian degeneration of the pyramidal tract in capsular infarction studied by magnetic resonance imaging. Stroke. 1990;21:404-409. C, Cortesía del Dr. Etienne Olivier, University of Louvain; Duqué J, Thonnard JL, Vandermeeren Y, et al. Correlation between impaired dexterity and corticospinal tract dysgenesis in congenital hemiplegia. Brain. 2003;126:1-16.)
FIGURA 10-12 Corte con tinción de mielina a través de la protuberancia (A) y MRI a través del mismo nivel aproximadamente en una persona con lesión unilateral de la cápsula interna (B). Observe que la región ventral se muestra en la parte inferior en ambas imágenes. A. Corte con tinción de mielina a través de la protuberancia, que muestra la ubicación de las vías motoras. B. Corte transversal a través de la protuberancia y cerebelo (corte horizontal a través de los hemisferios en su porción central) que muestra el sitio de la degeneración. (B, Cortesía del Dr. Jesús Pujol; de Pujol J, Martí- Vilalta JL, Junqué C, Vendrell P, Fernández J, Capdevila A. Wallerian degeneration of the pyramidal tract in capsular infarction studied by magnetic resonance imaging. Stroke. 1990;21:404-409.)
FIGURA 10-13 A. Corte con tinción de mielina a través del bulbo raquídeo que muestra la ubicación de las vías motoras. B y C. Cortes transversales con tinción de mielina a través de la decusación de las fibras arqueadas internas o decusación mecanosensitiva (B) y la decusación piramidal o motora (C). Las flechas en la imagen C indican el patrón de decusación de las fibras corticoespinales. La flecha continua indica un axón que transcurre en la porción del haz que se muestra en el corte. Las flechas punteadas corresponden a la decusación de los axones en una posición un poco más rostral o caudal a este nivel.
FIGURA 10-14 A. Vista ventral del tronco del encéfalo que muestra la vía del haz corticoespinal. Los corchetes muestran los niveles rostrocaudales de las decusaciones sensitiva somática y motora. B. Corte sagital con tinción de mielina (cerca de la línea media) a través del tronco del encéfalo.
FIGURA 10-15 Corte con tinción de mielina a través de la médula espinal al nivel lumbar de un individuo con apoplejía de la cápsula interna antes de su defunción. La región muestra la degeneración del cordón lateral (con tinción más clara) que corresponde a la ubicación del haz corticoespinal lateral. Observe que el haz corticoespinal ventral no está presente a este nivel.
FIGURA 10-16 A. Esquema de la organización general de las sustancias gris y blanca de la médula espinal. Observe las tres clases de interneuronas: neuronas propioespinales, interneuronas segmentarias y neuronas de la comisura. B. Esquema de un segmento de la médula espinal, que muestra la distribución columnar de los núcleos motores, en su trayecto rostrocaudal en el asta ventral.
FIGURA 10-17 Ubicación aproximada de los núcleos motores medial y lateral en cuatro niveles de la médula espinal: cervical (A), torácico (B), lumbar (C) y sacro (D). El esquema muestra la organización columnar de los núcleos motores medial y lateral. La columna medial contiene las neuronas motoras que inervan los músculos axiales y proximales y transcurre a lo largo de la totalidad de la médula espinal. Los núcleos motores que contienen las neuronas motoras que inervan los músculos individuales también tienen una forma columnar, pero son más estrechos y transcurren a una distancia rostrocaudal más corta. El cordón lateral contiene neuronas motoras que inervan los músculos laterales (distales); esa columna está presente en los ensanchamientos cervical y lumbosacro, exclusivamente. Al igual que para la columna medial, las neuronas motoras que inervan los músculos individuales forman columnas más estrechas y más cortas.