E N D
INTRODUCCIÓN • La guerra de Troya fue un conflicto bélico en el que se enfrentaron una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya (también llamada Ilión), ubicada en Asia Menor y sus aliados. Según Homero, se trataría de una expedición de castigo por parte de los aqueos, cuyo casus belli sería el rapto (o fuga) de Helena de Esparta por el príncipe Paris de Troya. • la Ilíada y la Odisea, ambas obras atribuidas a Homero. La Ilíada describe un episodio de esta guerra, y la Odisea narra el viaje de vuelta a casa de uno de los líderes griegos. • Los antiguos griegos creían que los hechos que Homero relató eran ciertos. Creían que esta guerra había tenido lugar en los siglos XIII a. C. o XII a. C. y que Troya estaba situada cerca del estrecho de los Dardanelos en el noroeste de la península de Anatolia (actual Turquía). • Algunos historiadores creen que Troya VI o Troya VII deben identificarse con la ciudad homérica, porque las anteriores son pequeñas y las posteriores son asentamientos griegos y romanos. Otros historiadores opinan que los relatos de Homero son una fusión de historias de asedios y expediciones de los griegos de la Edad del Bronce o del periodo micénico , y no describen hechos reales. Los que piensan que los poemas épicos de la guerra de Troya derivan de algún conflicto real, lo fechan entre 1300 a. C – 1100 a. C.
Zeus escucha una profecía que dice que un hijo de la ninfa Tetis sería más grande que su padre. Posiblemente por esto, Tetis se casó por orden de Zeus con un mortal, el rey Peleo, quienes tuvieron un hijo llamado Aquiles quien, según otra profecía, moriría joven en Troya. Con la esperanza de protegerle, cuando era un niño su madre lo bañó en el río Estigia, haciéndolo invulnerable excepto en el talón, por donde lo sujetó. Todos los dioses fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis, excepto Eris. Ésta se presentó de improviso en la boda y dejó sobre la mesa una manzana de oro en la que estaba inscrita la palabra kallisti (‘para la más hermosa’). La manzana fue reclamada por Hera, Atenea y Afrodita. Zeus resolvió el asunto nombrando árbitro a Paris, un príncipe de Troya, que había sido criado como pastor a raíz de una profecía, según la cual sería el causante de la caída de Troya. Las diosas quisieron sobornar a Paris: Atenea le ofreció sabiduría, destreza en la batalla y las habilidades de los grandes guerreros; Hera le ofreció poder político y el control de toda Asia, y Afrodita le ofreció el amor de la mujer más bella del mundo. Paris concedió la manzana a Afrodita, y regresó a Troya.
La mujer más bella del mundo era Helena. Era hija de Leda, la cual estaba casada con Tíndaro, rey de Esparta, y fue seducida por Zeus en forma de cisne; los informes difieren sobre cuáles de los cuatro hijos de Leda lo eran de Zeus y cuáles de Tíndaro. Helena tenía muchos pretendientes, y Tíndaro estaba poco dispuesto a elegir uno por miedo a que los otros tomasen represalias. Finalmente Helena eligió a Menelao, quien humildemente no hizo la petición por sí mismo, sino enviando a su hermano Agamenón en su lugar. Menelao heredó el trono de Esparta de Tíndaro, con Helena como su reina, y Agamenón, casado con la hermana de Helena, Clitemnestra. Enviado a hacer tratos diplomáticos a Esparta, Paris se enamoró de Helena y, con la ayuda de Afrodita, la raptó o la sedujo, y la llevó de regreso a Troya como esposa. Todos los reyes y príncipes de Grecia fueron a recuperarla.
La jefatura de las tropas Odiseo para evitar ir a la guerra, se fingió loco y sembró sus campos con sal. Palamedes fue más listo que él y puso a su hijo Telémaco delante del arado. Odiseo se incorporó al no estar dispuesto a matar a su hijo, revelando su cordura y viéndose obligado a ir a la guerra. El adivino Calcas auguró que nunca podría ser conquistada la ciudad de Troya sin que Aquiles participara en la batalla. Su madre Tetis, sabiendo que Aquiles moriría si iba a Troya, lo disfrazó de mujer en la corte del rey Licomedes en Esciro. Odiseo descubrió a Aquiles entre las mujeres y consiguió así que participara en la expedición. Los griegos llevaron los huesos de Pélope, padre de Atreo y abuelo de Agamenón y Menelao, para ayudarles a ganar la guerra. Otro oráculo auguró que serían necesarios para conseguir la victoria.
Cuando los griegos partieron a la guerra de Troya, se equivocaron de rumbo y fueron a parar a Misia, regida por Télefo. En la batalla, Aquiles hirió a Télefo. Puesto que su herida no cicatrizaba, Télefo preguntó al oráculo y éste vaticinó: «el mismo deberá curarte». Télefo fingió ser un mendigo y pidió a Aquiles que le ayudase a cicatrizar su herida. Aquiles rehusó alegando no tener conocimientos médicos. Odiseo dijo que la lanza había causado la herida y la lanza podría cicatrizarla. Se pusieron pedacitos de la lanza sobre la herida y ésta cicatrizó. Télefo les indicó el camino a Troya agradecido por su curación. Cuando zarparon desde Áulide, los vientos cesaron. Calcas auguró que la diosa Artemisa estaba castigando a Agamenón por matar un ciervo sagrado y alardear que era mejor cazador que ella. La única forma de apaciguar a Artemisa era sacrificar a la hija de Agamenón, Ifigenia. Ifigenia fue trasladada desde Micenas hasta Áulide con el falso pretexto de que iba a convertirse en esposa de Aquiles. Cuando llegó, Agamenón se dispuso a sacrificarla pero en el último momento Artemisa sustituyó a la joven por un ciervo y la llevó a Táurica donde fue sacerdotisa de su culto. Allí era la encargada de sacrificar a todo extranjero que llegaba. Hesíodo dice que se convirtió en la diosa Hécate.
La armada aquea arribó a las playas de Troya, donde se encontró con gran parte del ejército troyano esperándola. El oráculo profetizó que el primer griego que pisara tierra sería el primero en morir en la guerra de Troya. Protesilao, líder de los filaceos, satisfizo esta profecía. Héctor mató a Protesilao, y Laodamía, esposa de éste, se suicidó a causa del dolor. Tras la muerte de Protesilao, su hermano Podarces fue a la guerra en su lugar. Tras una batalla en la playa, los aqueos lograron imponerse. Entre otros, Aquiles mató a un hijo de Poseidón, Cicno, que luchaba en las fuerzas de Ilión. Cicno era invulnerable a las armas y Aquiles lo estranguló. Los griegos sitiaron Troya durante nueve años. Las tropas griegas saquearon varias ciudades cercanas y, en el reparto del botín, Agamenón tomó como esclava a Criseida, hija de Crises, sacerdote de Apolo. Cuando Crises intentó pagar su rescate, fue maltratado, así que pidió a Apolo que castigase a los griegos, y la armada fue azotada por una plaga.
El oráculo emitido por Calcas dijo que la plaga solo cesaría si Agamenón devolvía a Criseida a su padre. Enojado por esto, y con Aquiles, Agamenón aceptó devolver a Criseida pero a cambio tomó a la concubina de Aquiles, Briseida. Aquiles y Agamenon discutieron y Aquiles se negó a luchar. Aunque los griegos estaban destinados a ganar la guerra, Aquiles pidió a su madre Tetis que intercediera ante Zeus para asegurarse de que a los griegos les fuese mal hasta que Agamenón se disculpase ante él. Los griegos fueron castigados en la batalla y los principales guerreros, salvo Ayax, fueron heridos gravemente. Aquiles dejó que su compañero Patroclo llevase su armadura y liderase las tropas en la batalla. Héctor dio muerte a Patroclo y se quedó con la armadura de Aquiles. Loco de dolor, Aquiles mató a Héctor y arrastró su cuerpo rodeando Troya. Se negó a devolverlo para los ritos funerarios, Príamo en persona fue a suplicarle que lo devolviese, con lo que se ablandó y declaró una tregua de doce días mientras durasen los funerales de Héctor.
Después de la muerte de Héctor, Aquiles venció a Memnón de Etiopía y a la amazona Pentesilea. Aquiles había prometido a Príamo que, si consentía el casamiento con su hija Políxena, pasaría a abandonar a los suyos y defender Troya, pero tras concertar una cita en el templo de Apolo Timbreo, fue asesinado por Paris con una flecha en el talón.
La armadura de Aquiles. La muerte de Áyax La armadura de Aquiles era motivo de disputa entre Odiseo y Áyax. Compitieron por ella, resultando vencedor Odiseo. Áyax, encolerizado, juró matar a sus compañeros; comenzó a matar ganado (pensando que eran soldados griegos) y posteriormente se suicidó. Los griegos capturaron a Héleno, hijo del rey Príamo, y adivino y lo torturaron hasta que dijo bajo qué circunstancias podrían tomar Troya. Héleno dijo que ganarían si recuperaban las flechas de Heracles (que estaban en poder de Filoctetes); robaron la estatua troyana de Palas Atenea y convencieron al hijo de Aquiles (Neoptólemo) de que fuese a la guerra. Neoptólemo estaba oculto de la guerra en Esciro, pero los griegos le localizaron. Odiseo y Neoptólemo trajeron a Filoctetes de Lemnos. Su herida fue curada por Macaón. Filoctetes mató a Paris con sus flechas.
El cerco de Troya duró diez años. Los griegos idearon una nueva treta - un gran caballo de madera hueco. Fue ocupado por soldados griegos liderados por Odiseo. El resto de la armada griega fingió partir y un espía griego, Sinón, convenció a los troyanos de que el caballo era una ofrenda a Atenea a pesar de las advertencias de Laocoonte y Casandra. Los troyanos introdujeron el caballo en la ciudad e hicieron una gran celebración y, cuando los griegos salieron del caballo, la ciudad entera estaba bajo el sueño de la bebida. Los guerreros griegos abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada al resto de las tropas y fue saqueada sin piedad alguna.
Saqueo de Troya y regreso de los supervivientes • El fantasma de Aquiles se apareció a los supervivientes, pidiendo que Políxema, fuese sacrificada antes que ninguno pudiese partir. Neoptólemo realizó el sacrificio. • Según la Odisea, la flota de Menelao fue empujada por tormentas hacia Creta y Egipto de donde no pudieron continuar la navegación. Menelao tuvo que atrapar a Proteo. Proteo también dijo a Menelao que estaba destinado al Elíseo tras su muerte. Menelao regresó a Esparta con Helena. • Eneas lideró un grupo de supervivientes lejos de la ciudad, incluyendo a su hijo Ascanio. Misena, su padre Anquises y al médico Yápige. Su mujer Creúsa desapareció durante el saqueo de la ciudad. Huyeron de Troya en varios barcos, buscando establecerse en un nuevo hogar. Arribaron a varios países cercanos que no se mostraron hospitalarios, finalmente les fue profetizado que debían volver a la tierra de sus antepasados. Primero lo intentaron en Creta, que Dárdano había colonizado, pero lo encontraron arrasado por la misma plaga que había expulsado a Idomeneo. Encontraron a la colonia dirigida por Heleno y Andrómaga, pero rehusaron permanecer ahí. Tras siete años llegaron a Cartago, donde Eneas tuvo un romance con Dido. Finalmente los dioses les ordenaron continuar (Dido se suicidó), y llegaron a Italia.
Aquí una profetisa le llevó al inframundo y predijo la grandeza de Roma, que sería fundada por su gente. Negoció un asentamiento con el rey local Latino, y se casó con su hija Lavinia. Esto desencadenó una guerra con otras tribus locales, pero finalmente se fundó el asentamiento de Alba Longa, regido por Eneas y el hijo de Lavinia, Silvio. Trescientos años después, según el mito romano, sus descendientes Rómulo y Remo fundaron Roma.
REALIZADO POR : • Natalia Martínez Páez • Sandra Leiva Pozo • Lucía Romero Delgado