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Valores fundamentales y principios permanentes de la moral social. Introducción Valores fundamentales de la Moral Social Principios permanentes de la Moral Social Visión de los valores y principios de M. Vidal. Introducción.
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Valores fundamentales y principios permanentes de la moral social Introducción Valores fundamentales de la Moral Social Principios permanentes de la Moral Social Visión de los valores y principios de M. Vidal
Introducción La Sagrada Escritura, el derecho natural, el Magisterio de la iglesia, son la base firme de la Moral Social cristiana, para lograr la convivencia social. La DSI, nace del encuentro del mensaje evangélico y de sus exigencias con los problemas de la realidad social y se proyecta sobre los aspectos éticos de la vida.
El concilio vaticano II en Gaudium et Spes no habla de doctrina, sino de principios de justicia y equidad, postulados por la recta razón. La Sollicitudorei Sociales, propone desde el punto de vista epistemológico, la doctrina social de la Iglesia está formada por verdades de fe, pero por verdades que proceden del racionamiento humano y de la realidad.
Valores fundamentales de la Moral Social: caridad, justicia, verdad, libertad, paz La caridad, es la actitud fundamental de la vida cristiana. No puede ser considerada ni entendida simplemente desde una perspectiva individual. Pablo VI dice, que la caridad social nos hace amar el bien común.
La revelación de la caridad en el nuevo testamento Jesús, antepone el deber del perdón y reconciliación como signo del amor al prójimo, no es un acto cultual. En Pablo, el concepto del amor de Dios indica la voluntad soberana de Dios. El amor fraterno. (Col 3,13; Ef 4,31) la corrección fraterna (Rom 15,14) la renuncia de la venganza (Rom 12,17). En San Juan, el origen de Dios es el origen del acontecimiento salvífico (Jn 3, 16). En el Evangelio, la obligación, es el amor mutuo y fraterno.
Fuerza ética de la caridad cristiana La caridad, es el corazón de la ética cristiana, en la que se realiza el auténtico discernimiento de las exigencias morales. (Vidal). El cristiano, realiza la vocación humana en el amor y seguirá creciendo hasta la madurez de la plenitud Cristo. (Ef. 4,13) Quien ama verdaderamente a su prójimo, ha tomado implícitamente la opción fundamental a favor de Dios y vive en ella. La antropología, señala hoy como acto fundamental de la ética, el reconocimiento del otro que se traduce en el don del yo, en generosidad y servicio. Reconocer al otro, es dar. (Lévinas)
Dimensión social de la caridad Debe estar orientada a la construcción del Reino y al compromiso social de los creyentes. Esta dimensión social, implica que el mensaje cristiano este expresado en el lenguaje evangélico del amor a la cultura moderna. Comunicar su contenido a través de los valores actualmente más estimados: solidaridad con los pobres, compromiso por la justicia y la libertad, esfuerzo por la paz, sentido comunitario y altruista.
Cuando la caridad se confronta con la estructura social se transforma en política. El amor evangélico deja de ser y tener un incidencia privada para convertirse en acontecimiento público, operante en los mecanismos sociales y económicos. La caridad, se la entiende como absoluta decisión en favor de la justicia, la libertad y la paz. La justicia, exigencia primera. Ha sido virtud clave de la ética, es en efecto condición necesaria de la vida moral.
Naturaleza y significado de la justicia La justicia, en la ética occidental está constituida por tres factores: la religión judeocristiana, la filosofía griega y el derecho romano. RJC: rasgos: mesianismo, el sentido escatológico y la utopía. La justicia, es una promesa divina y una tarea humana; una realización presente y un horizonte de esperanza. FG: armonía en la división de las partes y la claridad de sistematización. DR: justicia con la propuesta del carácter positivo del derecho, la aplicación de la ley en el sentido concreto de sus exigencias.
La justicia en el mensaje bíblico La justicia, caracteriza las relaciones de la alianza de Yahvé con Israel: Salvación, redención, paz, liberación, santidad. Pero en el concepto de justicia divina puede percibirse un elemento jurídico. Dios obra conforme al derecho y establece el derecho en el pueblo. (Rib. Is 2,20) La justicia de Dios, para Israel, expresa su fidelidad a la Alianza e Israel debe responder también fielmente. La justicia es una respuesta humana.
El Evangelio, otorga una justicia nueva, la justicia del reino, la verdadera justicia no es obra de los hombres sino don de Dios, de la misma manera que el Reino. La justicia más que regular la conducta social del hombre designa la relación con Dios. Dios, muestra su justicia enviando a Cristo; declara justo a todo el que cree en Jesús por eso el hombre es justificado por la fe. Para Pablo, no es obra del ser humano sino don de Dios, no es fruto del esfuerzo moral, es una nueva moralidad en un estado de vida que supera la injusticia y el pecado. En este sentido Pablo habla de las armas y de los frutos de la justicia.
Algunos momentos importantes en la reflexión humana Aristóteles, dirá que la justicia es dar a cada uno lo suyo; mientras que la injusticia, es retener y quitar al hombre por el hombre lo que es suyo. Esto pasará por Cicerón, San Ambrosio, San Agustín y el derecho romano, patrimonio de la tradición occidental. Para Santo Tomás, justicia es una de las cuatro virtudes cardinales; se refiere a las relaciones del hombre con todos los demás y tiene diversas especies. La alteridad, lo debido y la igualdad. La alteridad es rigurosa y perfecta, la igualdad es aritmética, prescinde de la situación de las personas y la deuda es estricta.
El cambio del sentido de la justicia Marx, afirma que la determinación de lo que en una sociedad se considera justo depende de la estructura sociológica y especialmente de las construcciones sociológicas de la producción. Como las personas nacen desiguales, la justicia social no puede significar los mismo para todos. Se entiende la justicia como igualdad de oportunidades, en el punto de partida y en las condiciones para alcanzar el progreso y el puesto social. Una sociedad justa, debe comenzar por satisfacer las necesidades más urgentes para garantizar a todos la subsistencia, eso exige un fuerte control estatal y un gran sentido de solidaridad.
La justicia conmutativa de la sociedad de mercado presupone de hecho no existe todavía y que es cabalmente la justicia la verdadera igualdad social.
El amplio campo de la justicia El motor es la búsqueda permanente de la igualdad humana. Levinás: el acto fundamenta de la ética es el reconocimiento del otro, si este reconocimiento es efectivo, es acogido, en relación ética de promoción entonces constituye el momento primero de la justicia. En cuanto a los derechos humanos plantean la formulación ideal de la igualdad, libertad y fraternidad se dirá que en caso contrario el evangelio más que el principio de igualdad plantea el principio de preferencia. Los últimos serán los primeros (Lc 13,30).
Caridad y justicia Sínodo de obispos de 1931: el amor cristiano al prójimo y la justicia no se pueden separar. La justicia es mediación y camino de la caridad. El acontecimiento de cristo ha conferido a la persona humana un valor divino, porque todo hombre es un hermano por el que ha muerto Cristo… en la muerte y resurrección de Cristo ha sido establecida la fraternidad universal.
La verdad condición de la vida social. Ranher: la verdad ha dejado de tener importancia en sí misma. Por ello el hombre de hoy es profundamente aquejado por la incapacidad o por la dificultad de realizar en si mismo el sentido y el valor de la verdad. La verdad es una de las dimensiones fundamentales de la vida. Una realidad que envuelve toda nuestra existencia, uno de los pilares básicos de la conciencia moral de la humanidad.
Aproximación a la fenomenología de la verdad Concepto clásico, define la verdad es como la conformidad de la inteligencia como el ser de las cosas. Concepto contemporáneo, el concepto existencial de la verdad, intenta recuperar el valor y la profundidad personal de la verdad desde su significación subjetiva. (Heidegger) Actualmente conocemos un significado pragmático de la verdad, que conciben la verdad como lo útil, lo que vale, lo que triunfa. El positivismo la hace coincidir con lo verificable, comprobable y cuantificable.
Desde ellas, la adequatio no es ya una abstracción, sino un encuentro concreto, dinámico y creativo del pensamiento con la realidad. Así, la concepción cristiana de la verdad se destacan tres aspectos: relación a Dios, que es la verdad misma, y relación al ser humano, en cuanto imagen de Dios y relación a la sociedad, que se construye y realiza mediante la verdad.
Exigencias éticas La primera exigencia de la veracidad de la persona es frente a sí misma. La persona es, sin duda, el primer ámbito y el más decisivo de la verdad. La verdad cobra su verdadera importancia en relación con los otros, por ello tiene exigencias éticas importantes en el campo de la comunicación social y la acción política.
Exigencia de diálogo La verdad no se nos da nunca pura y límpida, sino marcada histórica y culturalmente. Es susceptible de determinaciones parciales, sujeta a olvidos y descuidos, a reacciones emotivas a prejuicios y resistencias. Por ello la verdad comporta, como actitud básica el diálogo. Es aceptación del otro y de la diferencia. Reconocer los derechos de los demás. La búsqueda de la verdad no se para en el respeto. La voluntad de dialogo lleva a acoger al otro como es.
La libertad humana La verdadera libertad es signo inminente de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión para que así busque espontáneamente a su creador y adhiriéndose libremente a este alcance la libre y bienaventurada perfección. GS 17.
Distintos niveles de la libertad humana: Libertad personal de: se expresa en la independencia de coacciones e imposiciones externas. Libertad interpersonal: se manifiesta también el proyecto y proceso de autorrealización que se desarrolla en la intercomunicación con los demás. Está orientada a la libertad social con, que implica que la articulación entre libertad personal con la social.
PRINCIPIOS PERMANENTES El bien común criterio y orientación de la Justicia El centro de referencia de la justicia no es la persona a-histórica, sino la situación entera en la que se encuentra la persona, el conjunto de relaciones intersubjetivas. El bien común constituye el fin esencial de toda la vida social, la razón de ser de la sociedad, la norma suprema de la conducta social. El Bien común es un todo que surge de la coordinación armónica de las actividades y funciones sociales.
Interpretaciones del bien común El bien común representa la suma estadística de los intereses particulares. No se distingue cualitativamente de ellos; solamente lo supera cuantitativamente en extensión. El fin de la comunidad política se reduce por consiguiente a salvaguardar los bienes del individuo (vida, propiedad y libertad) En la visión liberal adquiere gran importancia la defensa de la libertad individual. En cambio en las raíces del colectivismo, esta en la exaltación excesiva de la sociedad a expensas de la dignidad de la persona humana. En esta perspectiva, el bien común no se concibe en términos personalistas, sino como un bien especial, independiente del bien de los individuos, al cual se sacrifica cualquier interés.
La visión cristiana del bien común. La rechaza la visión individualista como la colectivista y propone una doble orientación del bien común, señala la apertura de las personas y de los grupos sociales a los intereses generales, e indica también un conjunto de condiciones de la vida social en los cuales los individuos, las familias y asociaciones puedan alcanzar los propios fines. El magisterio de la Iglesia se esfuerza en definir el bien común en relación con la dignidad de la persona. EL bien común no se identifica con el bienestar material ni con los valores económicos, en cambio el bien común se extiende además a otros bienes, la convivencia, la solidaridad, la moralidad pública, la cultura, la garantía de la libertad y los derechos de la persona.
La solidaridad camino para el desarrollo y la paz. La primera consecuencia y exigencia del bien común es la solidaridad. Según J. Pablo II constituye el único camino para construir la paz, la justicia y el desarrollo. Los grandes problemas sociales de carácter universal tienen unas consecuencias, como el hambre, guerras, terrorismo, desastres ecológicos; que llegan a toda la tierra estos gravísimos problemas no se pueden resolver sino se crean nuevos frentes de solidaridad. La solidaridad comienza aceptando la dignida, igualdad, libertad y igualdad de las personas. Ve a la persona como un semejante nuestro, una ayuda para hacerlo participe, como nosotros del banquete de la vida, al que todos los hombres son igualmente invitados por Dios.
Principio de Subsidiaridad Se entiende como la afirmación y reconocimiento de una mayor autonomía de la instancia inferior con respecto a la superior. Su finalidad es salvaguardar el espacio de los individuos y de los grupos sociales, sobre una excesiva injerencia del estado. Por otra parte, como lo indica la etimología de la palabra, es auxiliar y ayudar a los particulares y a los grupos intermedios a desarrollar sus funciones particulares. QA, 39 Pacen in Terris
Participación Define un tipo de presencia por la que el hombre contemporáneo llega a ocupar en la sociedad compleja y evolutiva en que está inmersa una posición que le permite ser y actuar como sujeto corresponsable. Desde esta comprensión, el principio de participación pide que todos los miembros de la sociedad lleguen a tomar parte activa de la vida pública. En la moral social, este principio constituye el quicio del funcionamiento democrático de las instituciones. GS, 31 – OE, 40, - OA 22 Y SA 46
Marciano Vidal La Moral Social se inserta dentro de los cuadros de la llamada “Moral Concreta” (también denominada “especial” y “sectorial”). La moral concreta es la parte de la síntesis teológico-moral en la que se someten a reflexión los problemas concretos y diversificados del compromiso ético de los cristianos. Toda realidad ética tiene la doble vertiente de lo personal y lo social, por tanto no hay que suponer que las dos se distinguen en los problemas. Así pues, la “Moral Social” tiene por cometido reflexionar sobre las opciones éticas concretas que hacen su aparición dentro del horizonte de la “sociedad”.
Opción temática y metodológica de la moral social dentro de la moral de virtudes. Fundamentación de la moral social: ha de ser organizada en torno a los ejes axiológicos que vertebran el ethos de la convivencia social. Se sitúa en la reflexión moral en la convivencia social en sí y desde ahí dividir los temas por valores más nucleares de la realidad social. Existen tres ejes axiológicos irrenunciables: la economía, la política y la cultura. Porque representan el afán del “tener”, la apetencia “del poder” y el deseo del “valer”. A estos tres temas se les antepone el tema de los derechos humanos y se le pospone el tema de la conflictividad social.
La Moral Social cristiana La Moral Social cristiana tiene como objetivo principal interpretar las realidades de la sociedad, el contexto internacional a la luz de la fe y la tradición eclesial, examinando de conformidad o diferencia con lo que el evangelio enseña acerca del hombre y su vocación en la tierra y, a la vez, trascendente para orientar en consecuencia la conducta cristiana.
Bibliografía ALBURQUERQUE, Eugenio. Moral Soacial Cristiana. Camino de Liberación y Justicia. Editorial San Pablo. Madrid. 2006 VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. T. III. Moral Social. Editorial Covarrubias. Madrid 1995