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Retrato del papa Inocencio X. Análisis pictórico.
E N D
Análisis pictórico • Es un Óleo sobre lienzo pintado por Velázquez y de estilo barroco. En él Velázquez sigue el esquema de representación pontífice. El modelo (en este caso el papa Inocencio X) aparece sentado, girado en tres cuartos vistiendo el bonete y la manteleta rojos y el roquete blanco.
En este retrato dominan los tonos rojos que destacan especialmente en la luz reflejada en la capa que cubre los hombros de Inocencio X. Técnicamente, el retrato es elogiado por su arriesgada gama de color, de rojo sobre rojo: sobre un cortinaje rojo, resalta el sillón rojo, y sobre éste el ropaje del papa. Esta superposición de rojos no consigue aplastar el vigor del rostro. Velázquez no idealiza el cutis del papa dándole un tono nacarado, sino que lo representa rojizo y con una barba desmañada, más de acuerdo con la realidad.
Este cuadro transmite una imagen de Inocencio X con dignidad teológica y autoritaria impresionantes. La expresión del papa es tensa, con el ceño fruncido; totalmente opuesta a los retratos realizados por Rafael y Carlo Maratta, que oscilan entre expresiones más o menos introspectivas y afables, pero que no llegan al semblante casi agresivo de Inocencio X. Eso es lo que hace de este cuadro uno de los considerados más importantes en Roma.
Una de las virtudes de Velázquez es que era capaz de penetrar psicológicamente en el personaje para mostrarnos aquellos aspectos ocultos de su personalidad. Aunque sus retratos eran calificados de «melancólicos y severos», para el gusto actual resultan mucho más veraces que los de Rubens y Van Dyck, quienes en vida gozaron de mayor éxito comercial porque adulaban a sus clientes embelleciéndoles.
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez • (Sevilla, 6 de junio de 1599 -Madrid, 6 de agosto de 1660) conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y figura indiscutible de la pintura universal.
Pasó sus primeros años en Sevilla donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista por influencia de Caravaggio y sus seguidores. Se trasladó a Madrid y a los 24 años fue nombrado pintor del rey, y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores del rey. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo a partir de entonces consistía en pintar retratos del rey, de su familia, así como otros cuadros para decorar las mansiones reales
. Su estilo evolucionó hacia una pintura de gran luminosidad con pinceladas rápidas y sueltas. En esta evolución tuvo mucho que ver el estudio de la colección real de pintura y su primer viaje a Italia donde estudió tanto la pintura antigua como la contemporánea. En su madurez, a partir de 1631, pintó grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se volvió más esquemático y abocetado alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este periodo se inauguró con el retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las Meninas y Las Hilanderas.
Con Velázquez se produjo una revolución en la forma de entender el retrato. En la pintura Barroca, naturalismo era "representación de lo real, tal cual se veía". Esta idea estética fundamental, y que se oponía a la visión del Renacimiento, tuvo como consecuencia que el retrato cambiase en los motivos, y que se ajustase a la realidad. • Representar se convirtió en una manera de ser fiel a la realidad del modelo. Con Velázquez, y muy especialmente con este retrato de Inocencio X, el rumbo del retrato toma un giro nuevo en la Historia de la Pintura. Velázquez se dió cuenta que se puede ser más fiel a la realidad a través del alma del personaje que ateniéndonos a la simple apariencia del mismo. En este retrato Velázquez hace una penetración psicológica del personaje, antes de representarlo. Esto no es una forma de hablar. Técnicamente supone empezar un retrato por la "caricatura" del personaje, que por él mismo.
Anécdotas • Se cuenta que, cuando el papa vio terminada la obra, exclamó, un tanto desconcertado: Troppo vero! («demasiado veraz»), aunque no pudo negar la calidad del mismo. El pontífice obsequió a Velázquez con una medalla y una cadena de oro, que figurarían entre los bienes del pintor cuando éste falleció.
Otras obras importantes de Velázquez. Needlewoman - Velázquez Lezcano – Velázquez.
Inocencio X • Inocencio X, (* Roma, 6 de mayo de 1574 – † Roma, 7 de enero de 1655). Papa n.º 236 de la Iglesia católica entre 1644 y 1655. • Tras graduarse fue nombrado, en 1604, abogado consistorial y auditor del Tribunal de la Rota. En 1621, el papa Gregorio XV lo nombra nuncio en Nápoles, cargo que ocupará hasta que en 1625 el entonces papa Urbano VIII lo envió a España y Francia acompañando, en calidad de datario, a Francesco Barberini quien, en su calidad de sobrino del papa, había sido nombrado nuncio.
A la muerte de Urbano VIII, el cónclave que habría de elegir a su sucesor se reunió el 9 de agosto de 1644 pero, tras más de un mes de deliberaciones, ningún candidato conseguía el número de votos necesarios para ser proclamado pontífice debido al enfrentamiento entre las facciones española, encabezada por el cardenal Gil de Albornoz, y francesa, liderada por el cardenal Mazarino. • El 15 de septiembre, aprovechando la ausencia de Mazarino, se logró un acuerdo en la persona de Giovanni Bautista Pamfili quien a pesar de su afinidad con España, logró alcanzar el número de votos necesario para ser proclamado sucesor de Urbano VIII.
Relación entre autor y obra • El cuadro se realizó durante el segundo viaje a Italia de Velázquez entre 1649 y 1651. La vestimenta del personaje, de tejido ligero, permite suponer que se pintó en época estival, casi seguramente el verano de 1650. Velázquez incluyó su firma en el papel que sostiene el papa, pero la fecha se lee con dificultad.
Versión más conocida de este cuadro Francis Bacon
Fin Esther Bravo-4º A