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HEBREOS. PRESENTACIÓN GENERAL. Ubicación. El papiro Chester Beatty (P 46 ) que se encuentra en Dublín (Irlanda), fechado a comienzos del siglo III d. C., lo coloca entre Rm. y I Cor.
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HEBREOS PRESENTACIÓN GENERAL
Ubicación El papiro Chester Beatty (P46) que se encuentra en Dublín (Irlanda), fechado a comienzos del siglo III d. C., lo coloca entre Rm. y I Cor. Los grandes manuscritos unciales (= escritos en mayúscula): S (Sinaítico), B (Vaticano) y A (Alejandrino) lo sitúan entre II Tes. y I Tim. o bien, después de Flm.
“a los hebreos” Se encuentra ya en P46 y está testificado por algunos autores desde finales del siglo II d. C. tanto en Oriente y Occidente.
HEBREOS LA ATRIBUCIÓN PAULINA
Eusebio de Cesarea Dice [Clemente de Alejandría] que la carta a los Hebreos que es, ciertamente, de Pablo, pero que fue escrita en lengua hebrea para los hebreos, siendo Lucas quien la tradujo cuidadosamente y la editó para los griegos; de ahí que se encuentre el mismo colorido en el estilo de esta carta y en el de los Hechos.
Orígenes El carácter de la dicción de la carta titulada A los Hebreos no tiene aquella rudeza de lenguaje del Apóstol, quien confiesa ser rudo en la palabra, esto es, en el estilo, sino que la carta es bastante más griega por la composición de su dicción; todo el que sepa discernir las diferencias de estilo podrá reconocerlo. Y aún más, que los pensamientos de la carta son admirables y no inferiores a los de las cartas que se admiten ser del Apóstol, quienquiera que se aplica a la lectura del Apóstol, dirá con nosotros que también esto es verdad.
Orígenes Por mi parte, si he de dar mi opinión, yo diría que los pensamientos son del Apóstol pero el estilo y la composición son de alguien que evocaba de memoria las enseñanzas del Apóstol, como un alumno que anota por escrito las cosas que su maestro dijo. Por consiguiente, si alguna Iglesia tiene esta carta como de Pablo, que también por esto se la estime, pues no sin motivo los antiguo varones la han transmitido como de Pablo. Pero ¿Quién escribió la carta? Sólo Dios lo sabe. En cambio, hasta nosotros ha llegado el relato de algunos que dicen que la carta la escribió Clemente, que fue obispo de Roma, y el de otros, según los cuales fue Lucas, el que escribió el Evangelio y los Hechos.
Clemente de Alejandría Porque como escribía a los hebreos, que tenían prevenciones contra él y de él sospechaban, con absoluta prudencia no quiso espantarlos ya en el comienzo poniendo su nombre... Ahora bien (...) puesto que el Señor, apóstol del Todopoderoso, fue enviado a los hebreos, Pablo, que lo había sido a los gentiles, por modestia no se intituló apóstol de los hebreos, y a la vez por deferencia para con el Señor y porque, a pesar de ser heraldo y apóstol de los gentiles, escribe, de añadidura, también a los hebreos una carta.
HEBREOS CANONICIDAD
Concilio de Laodicea (360). El Decretum Damasi, de las actas del Concilio de Roma(382) incluye Heb. en la lista de los libros “que ha de recibir la universal Iglesia Católica”. Concilio de Hipona (393) y Concilio de Cartago (397) al nombrar como obras de Pablo “trece cartas y una a los Hebreos”.
El Concilio de Trento, en el primer decreto acerca de la S. Escritura “Recipiuntur libri sacri et traditiones apostolorum”del 8 abril de 1546, une también Hebreos a la serie de las cartas de san Pablo.
HEBREOS EL GÉNERO LITERARIO
Heb. 1,1-4 Muchas veces y de muchos modos, habiendo hablado Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos días que son los últimos, nos ha hablado por medio del Hijo, a quien instituyó heredero de todas las cosas, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia y sosteniendo todo con la palabra de su poder, habiendo llevado a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas, habiendo llegado a ser con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado.
Ausencia del nombre “Pablo”. Ausencia de comienzo epistolar.
Comienzo de un discurso Exordio
Heb. 13,22-25 Les ruego hermanos, que acojan de buena gana este discurso de exhortación, pues les he escrito brevemente. Sepan que su hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si viene pronto, iré con él a verlos. Saluden a sus dirigentes y a todos los santos. Los saludan los de Italia. La gracia sea con ustedes.
Heb. 13,20-21 El Dios de la paz, que habiendo suscitado de entre los muertos al gran pastor de las ovejas en virtud de una alianza eterna, nuestro Señor Jesucristo, los disponga con toda clase de bienes para cumplir su voluntad, realizando él en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por mediación de Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Final de un discurso Peroración
En primera persona, utiliza por lo general el plural (2,5; 5,11; 6,9). No dice ni una sola vez que escribe, sino siempre que habla: (2,5; 5,11; 6,9; 8,1; 9,5; 11,32). Nunca da la menor noticia ni la menor indicación concreta sobre él.
Heb. 1,1 - 13,21 Sermón o Discurso oratorio
Heb. 13,22-25 Les ruego hermanos, que acojan de buena gana este discurso de exhortación, pues les he escrito brevemente. Sepan que su hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si viene pronto, iré con él a verlos. Saluden a sus dirigentes y a todos los santos. Los saludan los de Italia. La gracia sea con ustedes.
Hch. 13,15 Hermanos, si tienen algún discurso de exhortación para el pueblo, hablen.
Heb. 13,22-25 Les ruego hermanos, que acojan de buena gana este discurso de exhortación, pues les he escrito brevemente. Sepan que su hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si viene pronto, iré con él a verlos. Saluden a sus dirigentes y a todos los santos. Los saludan los de Italia. La gracia sea con ustedes.
Un sermón pronunciado en una asamblea cristiana. Luego se envió también por escrito a una o varias comunidades.
HEBREOS DESTINATARIOS
No se encuentra la palabra “hebreos”, ni ninguna otra designación precisa de los destinatarios. “hermanos” o “amados”
El auditorio no consiste en un círculo restringido de responsables, como en el caso del discurso de Pablo en Mileto (cf. Hch. 20,18-35). El predicador se expresa con los términos que Pablo empleaba para hablar a todos los cristianos de Corinto (I Cor. 3,1-2; Heb. 5,12-13), invitando a sus oyentes a someterse a sus dirigentes (Heb. 13,17).
En I Cor. 3,1-2 Pablo comprueba la incapacidad actual de sus lectores para asimilar la “sabiduría” elaborada en el círculo de cristianos “perfectos”. Es un alimento demasiado fuerte para ellos. Están todavía en la leche de los niños pequeños. El predicador del sermón hace las mismas advertencias (5,12-14). Sin embargo, toma partido inverso y decide pedir un esfuerzo a sus oyentes: que suban con él al nivel de los “perfectos” (6,1), al nivel de los maestros. Hace tiempo que debían haber llegado ya (5,12).
La comunidad cristiana a la que se dirige el sermón no es de fundación reciente. Hace tiempo que recibió la palabra de Dios (13,7; 5,12). En su primera época sufrió con alegría vejaciones y persecuciones (10,32-35). Después perdió a sus primeros dirigentes (13,7). Ahora se presentan nuevas dificultades (12,7), pero el primer entusiasmo se perdió; se insinúa el desaliento (12,3) y la desilusión (5,11; 10,25). Al mismo tiempo aparecen desviaciones religiosas (13,9), tendencias de tono judaizantes, en particular, que ofrecen una seguridad religiosa basada en la observancia de la ley (13,9b-10).
El predicador no cree que la situación sea alarmante (cf. 6,9). Sin embargo juzga útil evocar varias veces el peligro de la caída grave, e incluso de la apostasía (2,1; 3,12-13; 4,1.11; 6,6; 10,26.29; 12,15-17). La comunidad debe velar incesantemente, rehacerse y prevenir las flaquezas individuales que pueden repercutir sobre el conjunto; por último, debe estrechar su unión con los dirigentes (13,17).
La mención de “sus dirigentes” prueba que el predicador no habla “en su parroquia”. Podemos pensar que el grupo apostólico de que forma parte es itinerante y visita sucesivamente varias iglesias.
Heb. 1,1-13,18Se compuso en función de las necesidades de toda una serie de comunidades cristianas de una región determinada y en una época concreta.