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El enigma del yo guía del autoconocimiento. Doris Maria Lopez Valladares Carnet # 1132706. Este libro esta dividido en cinco partes: El problema La teoría Ejemplos La solución La practica. 1 El Problema: LOS PRINCIPALES OBSTACULOS AL AUTOCONOCIMIENTO.
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El enigma del yoguía del autoconocimiento Doris Maria Lopez Valladares Carnet # 1132706
Este libro esta dividido en cinco partes: • El problema • La teoría • Ejemplos • La solución • La practica
La teoría del análisis transaccional, afirma que en realidad hay tres partes que luchan en el interior de cada uno de nosotros: • El padre (los mensajes que se nos transmitieron cuando éramos niños) • El adulto (nuestras propias mentes y voluntades, que piensan nuestros propios pensamientos y toman nuestras propias decisiones) • El niño (el deposito de nuestros sentimientos y nuestras respuestas emocionales) Y la verdad es que la mayoría de nosotros no nos sorprendemos de que haya diversas fuerzas luchando en nuestro interior.
Las tres famosas defensas (Obstáculos) Dichas defensas forman unos escudos a nuestro alrededor, que se desarrollan para impedir que la vida nos abrume. Sin embargo, tales defensas impiden también que nos conozcamos nuestro propio interior y nuestro verdadero yo. Con el paso de los años se han convertido en barreras que bloquean nuestro autodescubrimiento sincero. Y estas defensas son: • La represión • La racionalización • La negación
La primera de las principales defensas: la Represión La primera de las tres defensas mas comunes se denomina, represión, y consiste en que podemos ocultarnos la verdad a nosotros mismos reprimiéndola, al recluirla en nuestra mente inconsciente. La psicología nos dice que en toda mente humana hay tres niveles: • El consciente • El subconsciente • El inconsciente
Lo que si es importante saber es que lo que hemos almacenado en el inconsciente esta enterrado vivo, no muerto. Esas cosas ocultas (acontecimientos, sentimientos, reacciones, prejuicios) siguen inquietándonos, molestándonos e influyéndonos. Sin embargo, del mismo modo que no somos conscientes de las cosas que hemos ocultado, tampoco somos conscientes de su impacto en nuestros pensamientos, acciones y reacciones. Y dicho impacto puede fácilmente tener gran repercusión en nuestra vida cotidiana.
La segunda defensa: la Racionalización La segunda defensa que utilizamos de manera habitual se denomina, racionalización, y tiene normalmente lugar cuando estamos en una posición en la que podemos escoger entre el bien y el mal. En este caso, mi voluntad ordena a mi mente racionalizar el mal. En conclusión, nosotros adaptamos los hechos para que encajen con nuestras propias decisiones. En nuestro esfuerzo por efectuar la racionalización, no podemos permitirnos ser honestos y llamar a las cosas por su nombre.
La tercera defensa: la Negación La tercera de nuestras defensas se denomina simplemente, negación, y nos hace cerrar nuestras mentes a la realidad que no queremos afrontar. Negación es el nombre del subterfugio (excusa para salir de una situación difícil o embarazosa) humano; un subterfugio triste y cruel que nos hace vivir fuera de la realidad. Nuestras emociones de ira o de celos = solo pueden escapar a través de lo que se denomina, emociones desplazadas, porque se trata de una emociones no reconocidas que casi siempre se descargan sobre un tema no pertinente o sobre una persona indebida.
En realidad, todo lo que nos ha sucedido, desde nuestras primeras experiencias prenatales, esta grabado en ese instrumento tan sensible y retentivo que llamamos, cerebro. Naturalmente, podemos recuperar de el cuanto necesitemos. El problema de la memoria es recordar, porque parte del material almacenado en nuestro cerebro antecede, como es obvio, a nuestra memoria activa, que normalmente data de la epoca entre los tres y los cinco años. Otros materiales han sido silenciosa pero eficazmente reprimidos, racionalizados o, simplemente, negados. Pero todos permanecen grabados indeleblemente en nuestro cerebro e influyen en nuestras acciones y reacciones. Es de suma importancia ser consciente de que todo este material almacenado es el que nos hace seguros o inseguros.
Nuestro ayer influye en exceso sobre nuestro hoy Lo que brota de nosotros, en forma de pensamientos, sentimientos y acciones, procede de lo que haya sido almacenado en nosotros. Nuestro pasado, resulta ser el prologo del presente y el futuro de nuestra vida.
Casi todas las personas tienen peculiaridades y tendencias, así como puntos fuertes y puntos débiles. En el pasado de nuestras vidas sucedieron muchas cosas, realizamos muchas interpretaciones, y algo de ello reaparece una y otra vez en nuestras reacciones ante la vida. Casi todos nuestros pensamientos, sentimientos, acciones y reacciones proceden de algo que hay en nosotros; y todo lo que hay en nosotros procede de algo grabado en nuestro pasado. Casi todos tenemos estos vestigios (heridas pasadas) juveniles y desplazamos nuestra emoción bloqueada hacia personas y problemas que no tienen nada que ver. Todo cuanto nos ha sucedido esta grabado e algún modo en nuestro cerebro. Cuando actuamos y reaccionamos, estos mensajes y reacuerdos nos impelen a determinadas acciones y reacciones.
Si queremos cambiar, todo debe empezar aquí, con este reconocimiento: lo que ha sido grabado en nosotros en el pasado afecta a nuestra vida posterior. realmente, nuestro ayer influye en exceso sobre nuestro hoy. El ayer (los ayeres) y sus experiencias normalmente explican nuestras reacciones de hoy. Al menos esto será verdad hasta que nos hagamos a nosotros mismos las preguntas adecuadas y afrontemos nuestra propia realidad. Alguien del pasado puede estar gobernando el curso de nuestra vida.
Somos complicados. Nuestro ayer influye en exceso sobre nuestro hoy. Que podemos hacer al respecto? Antes de ponernos a buscar una solución, hay dos cuestiones importantes que todos debemos considerar. La primera es si pueden cambiar realmente las personas. La segunda cuestión importante es la siguiente: Quiero yo cambiar realmente? Si nos empeñamos en ello, el cambio puede tener lugar; pero Quiero realmente conocerme a mi mismo y cambiar en la medida de lo posible?; Tengo el valor y la determinación de liberarme a mi mismo? Estas son las preguntas sobre las que la mayoría de nosotros debemos reflexionar cuando comenzamos a trabajar por un mayor autoconocimiento.
Asumir la propia responsabilidad, no culpar El punto de partida de todo verdadero autoconocimiento es asumir la propia autoresponsabilidad. Debo adquirir nuevos habitos de pensar y hablar; debo reconocer que todas mis acciones, reacciones y sentimientos proceden de algo que hay en mi. Puede que no siempre tengamos control sobre ellos, y ciertamente no pretendo que ello implique ninguna responsabilidad moral. Aun asi, tenemos que asumir la responsabilidad sobre lo que hay en nosotros, por que es parte de nuestra persona, sea cual sea el modo en que haya llegado a nosotros. No debemos situar nunca la culpa a los pies ajenos.
Debemos eliminar la palabra culpa de nuestro pensamiento y vocabulario. Es de suma importancia que no culpemos a otros de nuestras reacciones, y es igualmente importante que tampoco nos culpemos a nosotros mismos. Al afirmar la responsabilidad sobre nuestro propio comportamiento y sentimientos, debemos proceder con curiosidad y amar al yo que estamos tratando de conocer; debemos proceder con brasos abiertos y acogedores, eliminando el concepto de culpa de nuestro pensamiento y, en consecuencia, suprimiendo la palabra de nuestro vocabulario.
Asumir la responsabilidad del propio comportamiento Debemos ejercer la responsabilidad tanto sobre nuestro comportamiento como sobre nuestros sentimientos. Abordemos en primer lugar lo mas sencillo: el Comportamiento. Esta es una de las grandes lecciones de la vida: ‘ser un actor, no un reactor’. La diferencia entre ambas opciones es obvia. Los actores deciden como van a actuar, mientras que los reactores dejan que otras personas, otras situaciones, el grupo o incluso el barómetro decidan por ellos. debemos decidir por nosotros mismos como vamos a actuar. Somos seres humanos libres.
Al ser afectuoso con quienes no nos gustan, somos nuestro verdadero yo, porque hemos decidido hacer de nuestra vida un acto de amor, y el amor es lo único que ayuda realmente a la gente. Nunca debemos dejar que los mensajes de nuestros padres o las emociones del niño que hay en nuestro interior tomen las decisiones por nosotros. Debemos tener siempre al mando al adulto que hay en nosotros: a nuestra mente pensando de manera independiente, y a mi voluntad escogiendo un comportamiento por si misma. Debemos decidir como vamos a actuar, y debemos asumir la plena responsabilidad de todas nuestras acciones.
Asumir la responsabilidad de los sentimientos Algunas veces los setimientos brotan tan rapida y espontaneamente que pensamos que son automaticos y naturales. Los sentimientos son de una importancia crucial en la buena comunicación y constituyen un diagnostico de lo hay realmente en nosotros. Los sentimientos revelan lo que hay verdaderamente en nosotros, y ayudan a diagnosticar nuestras actitudes y valores mas profundos como ninguna otra cosa puede hacerlo. Lo importante, es que todos nuestros sentimientos proceden de algo que hay en nosotros y nos dicen algo de nosotros mismos. Incluso nuestros supuestos cambios de humor son diagnosticados.
Ninguna persona o cosa puede producir en nosotros un sentimiento especifico; ninguna persona o cosa puede hacernos enfadar, a no ser que ya anide la ira en mi. Análogamente, otras personas o cosas no pueden alegrarnos, a no ser que ya haya alegría en nosotros. Lo único que los demás pueden hacer es estimular lo que ya hay en mi. A causa de nuestra individualidad y de la singularidad de la cosas que hay en nosotros, nuestras reacciones siempre serán como nuestras huellas digitales: únicamente nuestras.
El observador interno Debemos asumir las responsabilidad de todo cuanto hagamos, digamos y sentimos. Debemos permitir que cada dia de nuestra vida nos cuestione, y nuestro observador interno debe hacerse consciente de nuestras propias respuestas. Cuando entramos en contacto con las diversas personas y acontecimientos que tienen lugar en nuestra vida, y emergen nuestros sentimientos, nos observamos en accion. Nuestro observador interno debe ser honesto, respecto de lo que ve, y comprensivo respecto de nuestros sentimientos, acciones y reacciones. Observemos lo que observemos en nosotros mismos, es preciso que lo asumamos
Debemos reclamar como producto de algo que hay en nosotros, todos nuestros comportamientos y sentimientos. Después debemos remontarnos a los acontecimientos del pasado, a fin de ver de que acontecimientos originales pueden ser reflejo.
Nómbralo, asúmelo y, después, compártelo Si asumimos la responsabilidad de nuestra propia vida y no culpabilizamos, si seremos actores, no reactores, y gradualmente nos iremos conociendo a nosotros mismos. Esto significa que, en la medida de lo posoble, tendremos que renunciar a aprentar; tendremos que actua en funcion de nuestras propias y sinceras ideas; tendremos que ser nosotros mismos; tendremoa que comunicarnos honesta y abiertamente. Solo de este modo podemos llegar a saber mas acerca de nuestro verdadero yo. Quienes asumen la responsabilidad lo hacen; quines culpabilizan, no. Los actores lo logran; los reactores, no. La honestidad lo consigue; la apariencia, no.
La mayoría tendemos a lamentar el esfuerzo que cuesta reestructurara nuestras vidas para desarrollar nuevos hábitos. Sencillamente, no nos gusta el trabajo que cuesta, ni parece que tengamos la paciencia precisa.
Primera practica: hablar sobre ello Aun cuando tratemos de ser honestos y reflexionar, podemos seguir perdiéndonos el mensaje principal de nuestro observador interno. Se nos engaña tan fácilmente … en un determinado momento, es sumamente necesario que hablemos con otra persona sobre nuestras opiniones o juicios. Dentro de nosotros podemos fácilmente suprimir la verdad, racionalizar o negar lo obvio; pero con otro, si queremos realmente confiar en esa persona, la negación es menos probable. Otra persona puede ver a través de nuestras defensas, lo que yo soy incapaz de ver, y puede ser mas objetivo acerca de nosotros mismos. Es importante naturalmente, que la otra persona sea muy equilibrada y honesta y que no se erija en juez.
Segunda practica: poner el problema en otras manos No debemos tratar de cargar con todas nuestras preocupaciones, decisiones y problemas, sino que los confíes al poder de dios. Esta practica podría verse como una evasión. Sin embargo, también debemos pedir a dios que eduque nuestros instintos, porque nosotros tenemos que realizar la parte que nos corresponde. ‘ora como si todo dependiera de dios. Pero trabaja como si todo dependiera de ti’.
Los suficientes porqués pueden soportar casi cualquier como. Significa que, si tenemos suficiente motivación, podemos soportar casi cualquier cosa. Según parece, el agotamiento no es resultado del exceso o la dureza del trabajo, sino que constituyen un indicativo de una creciente sensación de inutilidad.
‘En lugar de despertarte cada mañana y preguntarte por lo que te traerá el día, debes despertarte interrogándote acerca de que preguntas te hará hoy la vida.’