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¿Por qué se arrodilla mi alma cuando vienes a mi encuentro? ¿Qué has puesto dentro de mí, que se estremece a tu aliento?. Dime, Señor mi Dios: ¿De qué madera estoy hecho? ¿Por qué fluye en mis entrañas este ardiente sentimiento?. Quiero verte y no te veo. Quiero tocarte y no puedo.
E N D
¿Por qué se arrodilla mi alma cuando vienes a mi encuentro? ¿Qué has puesto dentro de mí, que se estremece a tu aliento?
Dime, Señor mi Dios: ¿De qué madera estoy hecho? ¿Por qué fluye en mis entrañas este ardiente sentimiento?
Quiero verte y no te veo. Quiero tocarte y no puedo.
Y, sin embargo, me das la evidencia de aquí dentro. ¿Qué quieres hacer conmigo cuando brotas en mi centro?
Siento la luz de tus ojos. Noto el calor de tus besos. La emoción mana en hervores. Tu dulzor me llega presto.
¿Qué debo hacer, Amor? Si me tienes aquí preso. Si mi cabeza se inclina, sumisa, contra tu pecho ... Dime, mi buen Amor, ¿qué hago contigo dentro? Si me llueven por los ojos de mi interior los anhelos. Si ya no me gusta nada que no sea tu remedo...
Quiero verte y no te veo. Quiero besarte y no llego.
Si me has cautivado, Amor, dime por qué te quiero. Por qué te adora mi alma cuando tu susurro siento. Por qué me sube este gozo cuando me inclino hasta el suelo. Eres más grande que yo, eso ya puedo verlo. Me inundas por todo lado y rebasas mi cimiento. Tu presencia se desborda dentro de mí, Dios Inmenso.
Te gusta mostrarte así en las honduras del centro. Y te invitas a mi casa como mi amigo más bueno. ¿Qué me pides, buen Amor? ¿Qué me pides, Amor bueno? Si llenas todo mi ser. Si por mi Dios yo te tengo. Si estoy buscando por Ti en dónde volcar mi vuelco.
Mi frágil fe entreteje los hilos de aquel recuerdo. Es verdad que nada pides y sólo dices : ¡ Te quiero ! La exigencia me enseñaron de servirte siempre alerto. De no olvidarme del barro con que fui un día hecho.
Mas Tú te vienes a mí con tus guiños y tus juegos. Te escondes en mis entrañas, me inundas de paz y beso.
Dime, mi buen Amor, ¿Qué hago contigo dentro? De “Versos para Orar” Jairo del Agua