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D. A. R. Diabéticos. Asociados. Riojanos. Conferenciante: Fernando Salceda. Conclusiones del DCCT Y UKPDS. 1. La toxicidad de la glucosa esta fuera de duda. Toxicidad exponencialmente proporcional a su concentración plasmática. Los recursos terapéuticos han aumentado de
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D. A. R. Diabéticos Asociados Riojanos Conferenciante: Fernando Salceda
Conclusiones del DCCT Y UKPDS 1. La toxicidad de la glucosa esta fuera de duda. • Toxicidad exponencialmente proporcional a su • concentración plasmática. • Los recursos terapéuticos han aumentado de • forma espectacular para poder controlar la • glucemia • Los sistemas sanitarios europeos ponen al • alcance de toda la población estos recursos.
A pesar de ello, existen muchos indicadores • relacionados fundamentalmente con los hábitos • de conducta de profesionales y pacientes; que • nos indica que algo falla: a) Más de la tercera parte de los diabéticos no están diagnosticadas. b) El 10% tiene complicaciones al diagnóstico. c) Tres cuartas partes tienen alteraciones de la sensibilidad en EEII. d) Más de un tercio son fumadores.
e) La mitad no siguen adecuadamente las recomendaciones farmacológicas. f) Prácticamente todos incumplen las reco – mendaciones dietéticas. g) Es decir que el saber no es condición sufi – ciente para el buen control, es necesario que este conocimiento se traduzca en la adopción de conductas favorables a la salud. h) Este proceso no necesita tecnología, solo es posible con la educación de los pacientes.
Hoy la educación de los pacientes diabéticos • está avalada, no solo por multitud de estudios, • sino también por argumentos éticos y debe • integrarse en la asistencia. • Su eficacia esta fuera de dudas y sería como • discutir si aprenden más los niños que van a • la escuela que los que no van. • Pero muchos profesionales no traducen sus • conocimientos en acción: • Porque precisan cambiar el rol, relación • médico – paciente.
Porque la Administración no proporciona el • tiempo y los recursos necesarios. • Solo un pequeño grupo de profesionales cree • educar forma parte indisoluble del tratamiento. • Porque la formación profesional que han • recibido los médicos está más orientada a la • enfermedad aguda, ya que en la mayor parte • de las enfermedades crónicas, la labor primor- • dial debe ser inducir cambios de conducta y • favorecer hábitos saludables en los pacientes.
Este modelo de medicina aguda, altamente eficaz, beneficia tan solo a un porcentaje muy pequeño de enfermos (menos del 10% del total de las consultas) y nada tiene que ver con el modelo de Medicina en las enfermedades crónicas. • En DIABETES, tanto el médico, como la enfermera, • para desarrollar con eficacia su trabajo, deben ser • capaces de inducir cambios de conducta y favorecer • hábitos saludables en sus pacientes.
El curriculum de los estudios de Medicina, parecido • en todas las universidades del mundo,esta orientado • hacia la clínica, es decir primero el diagnóstico y de la • intervención, médica o quirúrgica después. • El paciente precisa de una atención inmediata, se deja • tratar y colabora de forma pasiva, mientras el médico • interviene, es el modelo de la “Medicina aguda”, eficaz • pero solo beneficia a menos del 10% de los pacientes. • “gestión de crisis”
Modelo tradicional de relación médico – paciente o de medicina aguda: el médico dirige al paciente por donde él considera el recorrido más apropiado. El paciente puede apearse si lo desea , pero mientras permanezca sentado debe aceptar pasivamente lo que se le propone. • Centrado más en la enfermedad que en el paciente.
Por el contrario la enfermedad crónica: - No es curable por definición. - Silente entre las crisis. - Evolución incierta. - Suele estar ligada al modo de vida. • El tratamiento tiene efectos variables y menos • predecibles. - Precisa de una disciplina cotidiana • Tiene implicaciones a nivel fisiológico, familiar, • profesional y social.
El paciente se convierte en este caso en un individuo • activo, cuya conducta condiciona enormemente el • éxito o el fracaso de la intervención, de modo que pre – • cisa ser formado para actuar especialmente en situa – • ciones de crisis (cetosis,hipoglucemia,hiperglucemia etc) -El médico prescribe el tratamiento pero no controla la enfermedad más que indirectamente, debe compartir sus conocimientos con el paciente, debe asegurar un soporte psicosocial, debe aceptar una nueva identidad profesional.
Modelo de relación médico – paciente para la enfermedad crónica: • el aprendiz de ciclista recibe las indicaciones y la ayuda del entrenador • para aprender a manejar él mismo la bicicleta y optar por el camino que • crea más conveniente.
-El problema es que la formación medica utiliza un solo modelo el Biomédico, ineficaz en las enfermedades crónicas, lo cual genera frustración en los profesionales sanitarios.
LA PROBLEMÁTICA DE LA ACEPTACIÓN Una enfermedad crónica supone: 1. Pérdida de la integridad física y psicológica del individuo 2. Debe aceptar que jamás volverá a ser lo que era. 3. Afecta a la autoestima • Pone en marcha una serie de mecanismos de • defensa ante la angustia. • La aceptación de la enfermedad crónica es un largo • proceso de maduración por el cual se debe pasar.
Se han descrito diferentes fases de este proceso • psíquico que suelen sucederse en el siguiente orden. 1. Impacto inicial Depende de la forma de diagnóstico De la imagen previa que se tenga de la enfermedad. La ansiedad bloquea la capacidad de razonar, es necesario en esta fase el soporte emocional. 2. Negación Incredulidad,frente a una realidad desagradable. Peregrinación en busca de otra solución...drama. La negación puede cronificarse y convertirse en verdadero mecanismo de defensa contra la angustia.
Ventajas, minimizar el problema. 3. Rebeldía La situación es vivida como una injusticia “ porque me ha tocado a mi”. Es la primera fase de concienciación de la realidad. Atribución a causas externas, disgustos, estrés laboral, la mala actuación médica, etc..., es frecuen- te y traduce la búsqueda de algún culpable. 4. Negociación Se pone en evidencia por intentos de manipulación del tratamiento, acepta el trastorno pero trata de disminuir las comodidades añadidas al mismo. Es la fase del mercantilismo.
5. Depresión Entendida como estado meditativo o de tristeza y no como una enfermedad. Es imprencisdible para pasar a la siguiente fase de aceptación.Es deseable o incluso debe proponerse. 6. Aceptación Consiste en alcanzar el equilibrio emocional que permita gestionar con serenidad tanto el tratamiento en la vida cotidiana como en el trabajo, la familia o la sociedad. Supone tener conciencia de las dificultades que la enfermedad implica, así como los riesgos que conlleva. Auto consuelo, auto confortamiento.
EL DIA A DIA CON LA ENFERMEDAD La aceptación no constituye un trayecto lineal. El seguimiento a largo plazo en la diabetes, tiene características particulares, que lo hacen difícil, la reducción de riesgos ligada al control implica inco- modidades y dificultades, no existiendo casi nunca una gratificación a la conducta saludable. Esta característica debe ser tenida en cuenta por los profesionales para comprender que la motivación es difícil, inconstante y variable.
Existen barreras entre el profesional y el paciente ligadas a la percepción de la enfermedad, la cultura, nivel académico, etc... Superar estas barreras es importante para lograr una labor positiva con el paciente. Es por ello, como dice M. Balint, en El médico, el enfermo y su enfermedad: “En ningún manual existe la menor indicación sobre la dosis que el médico debe prescribir de su propia perso- na, ni en qué presentación, ni con qué frecuencia, ni cual es la dosis curativa o la de mantenimiento.”